Demagogia “socialista” para esconder la crisis con su base social
Brasil: III Congreso del PT de Lula
25/09/2007 LER-QI
La exuberante degradación de la democracia brasileña tuvo un nuevo capítulo la semana pasada, cuando el presidente del senado, Renan Calheiros, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB, aliado al gobierno) fue absuelto de las acusaciones de corrupción gracias a las eficientes gestiones de senadores del PT (Partido de los Trabajadores, de Lula). Desde que a mediados de 2005 la careta ética del partido oficialista se derrumbó al verse involucrado en el tristemente célebre escándalo del “mensalao” (coimas mensuales en el senado), se ha hecho evidente el mecanismo mediante el cual el PT ha preservado en el poder a los elementos más conservadores de la sociedad. El sostenimiento de estas fuerzas oligárquicas, que ha significado a su vez el ataque a las conquistas de los trabajadores desde que asumió (como la reforma del sistema de previsión social, que le significó la ruptura de un sector del partido), ha llevado al PT a una crisis con su histórica base social, los trabajadores y el pueblo pobre. Esto va tomando mayor importancia en la medida en que el crecimiento de la producción y los servicios así como el aumento del costo de vida tiende a sacar a la lucha a sectores de trabajadores. En este marco reproducimos el balance de nuestros compañeros de la Liga Estrategia Revolucionaria - Cuarta Internacional (LER-QI) de Brasil a propósito del Congreso Nacional del PT realizado recientemente.
El día 2 de septiembre el PT cerró su III Congreso. Según Jorge Viana, ex gobernador del Estado (provincia) de Acre por el PT, el desafío de este Congreso era “hacer que el PT se reencuentre con su historia y con el pueblo brasileño”. Ese es un reconocimiento de que después de llegar al gobierno federal y haber sido atrapado en el mayor escándalo de corrupción de la historia del país, el PT se distancia de su base social histórica.
Transformándose en el principal partido del gobierno, con miles de funcionarios en el Estado, haciendo todo tipo de negociados oscuros para aprobar en el parlamento las leyes antipopulares del gobierno Lula, el PT dejó de ser un partido que se apoyaba en el activismo obrero, estudiantil y popular. Una nueva muestra de esto fue el escandaloso papel del PT y de Lula en la reciente absolución del presidente del Senado, Renan Calheiros, desnudando la red de corrupción que envuelve al gobierno.
Hasta 2002, el PT era un partido obrero-burgués, en el sentido de que se apoyaba en una base obrera, sin embargo en la práctica aplicaba una política pro burguesa, buscando aliarse a los sectores burgueses no monopólicos insatisfechos con el neoliberalismo. Ahora, cada vez más el PT se torna más burgués y menos obrero. Eso retrasa y dificulta en lo inmediato cualquier movilización, pero deja un enorme espacio para que en el futuro procesos de lucha de clases permitan el surgimiento de un nuevo movimiento obrero que saque las lecciones de lo que fue su experiencia con su partido, avanzando hacia el clasismo y rompiendo con la política de conciliación de clases que marca la estrategia petista desde la fundación del PT.
De alguna forma, el III Congreso intentó dar una respuesta a esta situación, es decir, al vacío que el PT deja con su giro a la derecha. Por eso, buscó pronunciamientos de izquierda. Todas las tesis, incluso la del campo mayoritario, estuvieron marcadas por la discusión sobre el “socialismo petista”, que según la resolución del Congreso, no solo debe ser “democrático”, sino “ecológicamente sustentable”. El PT adhirió al plebiscito por la anulación de la subasta de la empresa minera Vale do Rio Doce para recomponer los lazos con el MST que al no ver ningún avance de reforma agraria en este gobierno, está presionado por las bases en un sentido crítico. Aprobó una resolución por la descriminalización del aborto, ubicándose en ese punto a la izquierda de Heloisa Helena del PSOL (Partido Socialismo y Libertad, formado por ex dirigentes del PT), criticó la relación del gobierno con los militares y exigió la apertura de los archivos de la dictadura militar y la “democratización” del ejército, coqueteando con la izquierda, los movimientos sociales y sectores de la intelectualidad. Una de las resoluciones más significativas, para “cubrir” este vacío a la izquierda, fue la de Asamblea Constituyente Exclusiva para hacer la reforma política. Sin embargo, más que un cambio profundo capaz de cambiar el curso seguido por el PT en los últimos años, esas resoluciones anuncian el inicio de la carrera a las elecciones presidenciales de 2010, y un intento de las corrientes petistas de reubicarse para imponer un candidato petista a los partidos que apoyan al gobierno Lula y quieren un candidato del bloque oficialista, rompiendo la hegemonía del PT.
A pesar del discurso del presidente del PT Ricardo Berzoini, según el cual el principal resultado del Congreso fue la unidad y la cohesión partidarias, fue imposible esconder las divisiones internas en el partido, lo que obligó a la mayoría a aceptar un congreso de amalgamas, intentando agradar a “griegos y troyanos”. Por ejemplo, la resolución sobre el plebiscito de la Vale fue votada contra la posición de la dirección mayoritaria, que retiró su propuesta contraria para no ser derrotada en el plenario. La principal resolución del Congreso, sobre las elecciones presidenciales, fue una fórmula de compromiso entre la máquina petista interesada en tener un candidato propio y la cúpula más ligada a Lula, que quiere tener las manos libres para posibles acuerdos con los partidos aliados, en especial el PMDB. La resolución intenta al mismo tiempo presentar una candidatura propia, y que esa debe ser construida en conjunto con los otros partidos.
El discurso del presidente Lula, en el segundo día de Congreso, intentó agradar a todos en el PT. Dio señales al ala de José Dirceu y de los petistas, reos en el caso del mensalao, al decir que “ningún petista debe tener vergüenza de defender a sus compañeros”, pero también le hizo señas al ala de Tarso Genro y de las corrientes de la izquierda, admitiendo que el PT “cometió errores”. Pero la definición más importante de su discurso, la que habla más sobre qué es el PT ahora y sobre qué es su gobierno, que sigue la obra de Fernando Henrique Cardoso (FHC), es la de que “Nadie en este país tiene más autoridad moral y ética que nuestro partido. Admitimos que hay gente igual a nosotros, pero no admitimos que haya mejor”. Exactamente eso: el PT no es ni mejor ni peor que el PMDB, PSDB o DEM (ex PFL). Igual que el gobierno de FHC, el gobierno de Lula y del PT ataca a los trabajadores y el pueblo pobre para aumentar las ganancias de la burguesía y del imperialismo, avanza en las medidas de privatización, destruye la salud pública, transforma en chatarra a las universidades federales y favorece a las privadas, paga al día los intereses para el mercado financiero nacional e internacional y un largo etc.
Contra este gobierno antipopular y antiobrero, y contra la demagogia de Lula y del PT, que en vez de disminuir las heridas capitalistas profundizó la explotación y los ataques a la clase obrera, se trata de retomar las banderas levantadas por los metalúrgicos de Santo André, en 1979, llevando esas discusiones a las bases para lanzarse en el trabajo de la construcción de un partido político de los trabajadores, independiente de la burguesía y su Estado, rompiendo definitivamente con el petismo y el lulismo, preparando a la clase trabajadora para tomar el poder y transformar radicalmente esta sociedad que solo nos reserva más catástrofes sociales en nombre de las ganancias.
Hacia el I Congreso de LER-QI
Entre los días 12 y 14 de octubre se realizará el I Congreso de la Liga Estrategia Revolucionaria - Cuarta Internacional, que contará con una jornada de debate abierto a los compañeros simpatizantes e invitados especiales de la Fraccion Trotskista - Cuarta Internacional.
Ante los desafíos que se presentan nacional e internacionalmente, hay que fortalecer el giro al movimiento obrero y construir una corriente de estudiantes marxistas, en un marco que responda a los problemas estratégicos del proletariado brasileño. Lea los primeros debates del precongreso en www.ler-qi.org