Argentina
Fuerzas de ChoKe
11/10/2006 La Verdad Obrera N° 208
A la desaparición de López de manos de sectores ligados a los genocidas, se suma otro ataque: la utilización de patotas de barrabravas contra los trabajadores del Hospital Francés
Al grito de “es la gloriosa JP”, irrumpieron en el Hospital Francés y le pegaron a enfermeros y enfermeras, médicos, pacientes y periodistas. Los trabajadores están en lucha desde hace meses en defensa de su fuente de trabajo, contra el vaciamiento del hospital y los salarios atrasados. Los treinta matones fueron enviados por el interventor del hospital designado por el gobierno nacional, José Luis Salvatierra (a su vez, responsable económico del PJ Capital y de confianza del Jefe de Gabinete Alberto Fernández). La fuerza de choque fue conducida por Sergio “Tuta” Muhamad (foto), jefe la barrabrava de Chacarita que se reclama militante K.
La actuación de la policía en el Hospital Francés, cubriendo a los grupos de choque y luego liberándolos, explica más que mil palabras acerca “de qué lado está el Estado”. Esta policía es la misma que “busca” a Julio López.
Las organizaciones obreras y el movimiento estudiantil combativo, los organismos de derechos humanos y la izquierda debemos dar una respuesta contundente contra estos ataques, con los métodos de lucha de la clase trabajadora: la movilización, el paro y la autodefensa. Llamamos a la solidaridad militante con las trabajadoras y trabajadores del Hospital Francés y a redoblar los esfuerzos para la movilización del próximo 18 de octubre, a un mes de la desaparición de Julio López, luchando para que ese día las centrales y sindicatos, junto a los centros de estudiantes, convoquen al paro activo nacional.
Al ataque a los trabajadores y el pueblo que significa el secuestro y desaparición de Julio López por parte de sectores ligados a los genocidas, se suma otro nuevo, en este caso dirigido por el propio gobierno: la utilización de fuerzas de choque contra las luchas obreras y populares. Es un “modus operandi” que ya es un sello del estilo K. Este método ya fue utilizado hace unos meses por el kirchnerista Anró, dirigente del sindicato de los no-docentes de la UBA, contra los estudiantes universitarios que luchaban contra la asunción como Rector del ex - funcionario de la dictadura Alterini. Es un método que usualmente utilizan la derecha o burócratas sindicales. Recordemos que, en los últimos tiempos, el gobernador Sobisch apeló a una patota sindical de la UOCRA contra la huelga de los docentes neuquinos; que la burocracia del gremio ceramista armó barrabravas contra los obreros de Zanon o recientemente los jerarcas del sindicato de jaboneros de La Matanza se rodearon de barristas de Nueva Chicago para amedrentar a los jóvenes de la ex Jabón Federal, entre muchos otros casos de reclutamiento de mercenarios contra las luchas de los trabajadores. Pero lo destacable es que, como también sucedió en el acto del 30 aniversario del golpe con los provocadores de la barrabrava de Los Andes, el grupo comando partió con órdenes desde oficinas del propio gobierno que se desgañita hablando contra la derecha en las tribunas electorales; y el capo de los agresores de esta “gloriosa JP”, el Tuta Muhamad de la pesada de Chacarita, lo hizo al mismo tiempo en calidad de empleado político del kirchnerismo porteño.
El Jefe de Gabinete y las patotas del PJ porteño
Como dicen los trabajadores del Hospital Francés, el interventor Salvatierra “es un títere de Alberto Fernández”, el Jefe de Gabinete del gobierno nacional. Uno de los fieles de Alberto Fernández en la Capital es el superintendente del Servicio de Salud de la Nación, Héctor Capaccioli. Juntos fueron los responsables de recaudar fondos en la campaña “Kirchner Presidente”. El jefe de la barra de Chacarita era empleado de Capaccioli cuando éste dirigía la Secretaría de Descentralización y Participación Ciudadana, los CGP del gobierno de Ibarra. El Tuta realizaba actividades por 1800 pesos (en blanco) desde el 2004 en el Centro de Gestión y Participación 15, de los barrios de Villa Ortúzar, Agronomía, Chacarita, La Paternal y Villa Crespo. Cuando Capacciolli dejó ese cargo para ocupar la Superintendencia de Salud, el Tuta pasó a la Dirección Socio Cultural (sic), a cargo de Hernán Escudero otro dirigente del PJ porteño que también responde políticamente a Alberto Fernández. Según denuncian los trabajadores del Francés, al Tuta se lo veía hace un tiempo merodeando el hospital donde parece que fue destinado “en comisión” para ponerse a las órdenes del interventor José Luis Salvatierra, también de la camarilla del Jefe de Gabinete de Kirchner.
Pero más importante aún es el jefe político de esta patota. Kirchner tiene un jefe de gabinete tan derechista como lo señala su pasado en las listas de Acción por la República junto a Domingo Cavallo y Elena Cruz. Y tan inteligente como demostró ser cuando montó aquella memorable conferencia de prensa para anunciar con bombos y platillos, y casi en cadena nacional, la “buena noticia” de que acababa de comprar a Borocotó con la intención de salvar del juicio político a Aníbal Ibarra por la responsabilidad de la masacre de Cromañon que se debatía en la Legislatura porteña. Esta mezcla de reaccionario e incapaz es el hombre de máxima confianza del presidente. No casualmente: Kirchner utilizó el mismo método como gobernador de Santa Cruz contra las huelgas y las asambleas populares del 2001, como denuncian los mineros de Río Turbio y los docentes de esa provincia.
Los ataques reaccionarios contra los trabajadores y el pueblo, sean que provengan de estos grupos de choque o de las bandas policiales, militares o paramilitares que presumiblemente secuestraron a Julio López, cuentan con la cobertura de impunidad de las “instituciones de la democracia”. Una analogía: recién después que el ex Gral. Bignone llamara a las nuevas generaciones de derechistas a “terminar con lo que nosotros iniciamos” el gobierno discute si retirarle la jubilación de privilegio que vino recibiendo todos estos años de más de 15 mil pesos por mes (Página/12, 11-10-06); de la misma manera que sólo cuando las filmaciones de la TV escracharon al Tuta en primera plana en el Hospital Francés, el gobierno de Telerman le acaba de rescindir el contrato como empleado de su gobierno.
Crisis política
A la crisis política abierta a partir del caso López que desenmascara la impunidad de los genocidas bajo este gobierno, se suma un nuevo episodio de la crisis con los sucesos del Hospital Francés donde es ya el propio gobierno el directamente implicado en la represión. Esto abre la posibilidad de que franjas de la población que son base social de Kirchner aceleren su experiencia con el doble discurso presidencial. ¿Cómo se puede sostener que es esta policía la encargada de investigar la desaparición de Julio López y al mismo tiempo utilizarla para dejar “zonas liberadas” y cubrir el accionar de las patotas para apalear a los que luchan?
Los trabajadores necesitamos dar una respuesta independiente o estos primeros golpes contra las libertades democráticas se repetirán en cada vez mayor escala. Las organizaciones obreras como el cuerpo de delegados del subte, de los telefónicos de Foetra Buenos Aires y del Astilleros Río Santiago, las comisiones internas como la del Garrahan, las seccionales y gremiales docentes, los sindicatos clasistas como el de los ceramistas de Neuquén, junto a los centros de estudiantes combativos y los organismos de derechos humanos debemos rodear de apoyo a los trabajadores del Hospital Francés y coordinar la acción común y la autodefensa de cada lucha obrera. Y confluir en una primera gran acción nacional este miércoles 18 de octubre en Plaza de Mayo y en todas las ciudades del país, a un mes de la desaparición de Julio López, reclamando para ese día un paro nacional activo a las centrales sindicales.
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– Ayer y hoy
Todos los gobiernos de esta democracia para ricos se cuidaron muy bien de mantener la impunidad. Hay ejemplos trágicos tremendamente esclarecedores que muestran que muchos de los asesinos de la dictadura se “reciclaron” al mando de la Gendarmería y también de las policías que se transformaron en verdaderos ejércitos por su capacidad operativa y número de fuerzas.
A Teresa Rodríguez la mataron en Neuquén, en abril de 1997 bajo el gobierno de Menem. Al mando de esa Gendarmería estaba el genocida Jorge, un represor que actuó en el Centro clandestino de detención El Vesubio. Tres años después, Aníbal Verón cayó bajo las balas de la policía salteña. El secretario de Seguridad de la provincia había sido Sergio Nazario, violador y torturador de El Olimpo. En Corrientes cuando matan a Ojeda y Escobar, a comienzos del gobierno de De la Rúa, el que dirigió el operativo fue Ricardo Chiappe, ex represor de La Perla.
El 20 de diciembre de 2001 entre los que tiraron a matar desde el HSBC uno de los jefes de custodios del Banco era el Teniente Coronel retirado Jorge Varando, y mató a Gustavo Benedetto. El encargado de dirigir el operativo de calle era Ernesto Weber. Weber era un digno hijo de su padre, un policía también llamado Ernesto que actuó entre 1977 y 1978 autor de los tres disparos que mataron a Rodolfo Walsh. Está imputado, en libertad, en la causa ESMA. Al hijo Kirchner lo premió con el ascenso a comisario. En el 2002 bajo Duhalde, cuando sucede la masacre de Puente Pueyrredon, uno de los comisarios que daba órdenes era Mario Mijín, integrante de un grupo de tareas del Destacamento Arana.