Bolivia
La reemergencia de la clase obrera en Bolivia
16/05/2013
Por Javo Ferreyra, LOR-CI
Los trabajadores de Bolivia, con los mineros, maestros, trabajadores de salud y fabriles a la vanguardia, llevan ya 10 días de huelga general con bloqueo de caminos, acción que se constituye en una gran acción obrera independiente que enfrenta la ley de Pensiones del gobierno de Evo Morales. La pulseada entre el gobierno del MAS y los sindicatos de la COB, aun tiene final abierto debido a la intransigencia del MAS de aumentar el aporte patronal y estatal y a que lejos del desgaste nuevos y más sectores anuncian sumarse a las medidas de presión. En el momento que cerramos estas líneas anuncian que 10 mil mineros asalariados estarían prestos a sumarse a la movilización en la ciudad de La Paz, así como nuevos paros del Colegio Médico y del conjunto del sistema universitario. Las corporaciones empresarias han salido a lamentar las millonarias pérdidas de sus ganancias. La Iglesia pide terminar con “la intransigencia”. En tanto hay aprestos de la policía que amenaza con rebelarse exigiendo salarios y jubilación al 100% al igual que sus jefes que, sin embargo, han salido a declarar que “ante la situación del país no dejaremos de cumplir con nuestras obligaciones”.
El miércoles 15 de mayo, y luego de haberle dado al gobierno de Evo Morales y el MAS una tregua de 24 horas después de una semana de enfrentamientos, la COB convocó a retomar los bloqueos de caminos y las movilizaciones en el ámbito nacional. Decenas de miles, a lo largo y ancho del país, ocuparon las calles y decenas de centros laborales fueron abandonadas. La movilización en La Paz, se convirtió en una nueva prueba de fuerzas, donde miles de trabajadores como no se veía hace muchísimos años, encabezados por 4000 trabajadores mineros de Huanuni, rodearon la Plaza Murillo mientras en las laderas de La Paz se produjeron choques entre trabajadores fabriles y maestros con la policía. No hubo decisión de los dirigentes de la COB de mantener el sitio y congregar cada vez más trabajadores alrededor del centro del poder gubernamental, evidenciando una vez más su voluntad de conciliación, al aceptar la dilación de las negociaciones y los intentos de poner paños fríos a la movilización por parte de los dirigentes masistas. Pero la gran marcha tuvo efectos. En horas de la tarde en La Paz se desarrolló una gran marcha de los maestros urbanos, y llegaron más de mil mineros de Colquiri y delegaciones de trabajadores desde Oruro. Al finalizar el ampliado de la COB de esta tarde, llegó una declaración de apoyo de la COR de El Alto, que hasta ayer controlaba el MAS.
Entre tanto en todas las grandes ciudades del país se manifestaron miles de trabajadores. En el departamento de Cochabamba se retomaron 5 puntos de boqueo y se marchó al centro. La misma situación se desarrolló en Santa Cruz, Sucre o Potosí. Esta movilización mostró que lejos de desgastarse el conflicto -pese a que el mismo ya lleva más de 10 días- y donde el MAS apostaba al cansancio y la represión, los trabajadores de base se suman cada día más a la lucha. Esta tendencia a la extensión del conflicto no solo es numérica, en las marchas, sino que también se está produciendo un fenómeno nuevo, que no se daba ni siquiera en la época de los levantamientos nacionales del 2000-2005, como ser la huelga y el paro de labores en las fábricas y en algunas empresas de servicios. El ejemplo lo dio Huanuni con una huelga que está afectando a la COMIBOL, además de ser un poderoso ejemplo para el resto de los trabajadores del país.Si el gobierno no da una nueva propuesta se prevén nuevas concentraciones sobre la militarizada Plaza Murillo.
La clase obrera se recompone y se desarrolla como oposición política al MAS
Este proceso de lucha que ha logrado unificar a decenas de miles de asalariados en las calles no solo es la continuidad de un proceso de reorganización y recomposición de las filas obreras que tiene sus primeros antecedentes en la rebelión fabril del 2010, luego en las luchas por el aumento de salario del 2011 y 2012, que junto a la resistencia de los trabajadores de la salud impidieron el intento antiobrero del MAS de prolongar la jornada laboral de los salubristas de 6 a 8 horas, sino que con este conflicto la emergencia obrera se ubica en un plano superior, al haber comenzado no solo a superar el corporativismo sindical sino que tiende a unificar crecientes sectores de los asalariados, comenzando por los sindicalizados y con más tradición combativa, como los mineros, maestros y fabriles, revitalizando a la COB y mostrando que la clase obrera es un sujeto social con enormes potencialidades sociales y políticas.
La combinación entre la discusión política para la fundación de un Partido de Trabajadores basado en los sindicatos, discusión impulsada por la COB y los sindicatos más combativos y de izquierda, con el actual proceso de lucha por la ley de pensiones, está catalizando avances en la conciencia obrera que tiende a adquirir un rol cada vez más independiente como oposición política por izquierda frente al gobierno del MAS, pese a la estrategia negociadora y de conciliación de la cúpula sindical.
Las jornadas de Mayo de la COB, más allá de cuánto sean amortiguadas por sus dirigentes, ya se constituyen en un nuevo hito, una nueva e importante experiencia política de centenares de miles con el gobierno de Evo Morales. Dejaron claro el carácter anti obrero del MAS y todo el aparato gubernamental del “Estado Plurinacional”, así como sus pactos con el empresariado protegiendo sus intereses: bajos salarios, un mínimo de “cargas sociales”, etc. Tanto como defensor de los intereses empresarios al sostener los restos de la ley neoliberal de jubilaciones, como en su rol represivo con más de 400 detenidos y violentas intervenciones de la policía de Evo. Así, aunque Evo en persona salió a atacar a la COB y a los huelguistas, y a pesar de las amenazas y la campaña de calumnias contra los trabajadores y la izquierda, no ha podido detener hasta ahora la movilización y está pagando un alto costo político al verse obligado a oponerse frontalmente a las justas demandas de los trabajadores.
El resultado de la pulseada sigue abierto, no puede descartarse acuerdos a despecho de la voluntad de lucha de los trabajadores, por parte de una dirección sindical que no quería verse al frente de una acción obrera como la actual, pero al cierre de esta nota, la lucha sigue planteada en las calles y se puede señalar que es un hecho la reemergencia de la clase obrera en Bolivia. ¡Viva la lucha de los trabajadores, hasta imponer todas sus demandas y el cambio en el sistema de pensiones! ¡Desarrollar la huelga general con la más amplia movilización! ¡Ningún acuerdo ni tregua sin que las bases decidan!
15 de mayo de 2013
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La ley de pensiones de Evo, continuidad neoliberal
El actual sistema se basa fundamentalmente en el ahorro individual de los trabajadores, sin aportes del Estado ni de los patrones, tal como lo impuso el gobierno neoliberal de Sánchez de Losada en 1996, al eliminar el viejo sistema de reparto y convertir las jubilaciones en negocio para las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones). La Ley de Pensiones 065 promovida por Evo mantiene el principio neoliberal aunque el sistema pasa a ser administrado por una “Gestora” de pensiones estatal.
Como muchos trabajadores al retirarse no logran alcanzar la pensión mínima, se fija una “pensión solidaria” complementaria que también descansa sobre aportes solidarios de los trabajadores, ya que las empresas aportan apenas un 3% y algunas partidas adicionales el Estado.
Prácticamente ningún trabajador va a poder jubilarse con el 70% de su salario (como ocurría en el sistema de reparto) y muchos apenas lograrían la pensión mínima. Con una enorme tasa de precarización e inestabilidad en el empleo, y muy bajos salarios, sólo una parte de los trabajadores logra jubilarse, y con pensiones completamente insuficientes para vivir.
Por eso, el reclamo obrero de pensiones equivalentes al 100% del salario y por la modificación de la Ley de Pensiones es completamente justo. Es necesario imponer por un sistema de reparto solidario, financiado por los empresarios y el Estado, bajo control de los trabajadores y pensionados.
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¡Por un Comité de Huelga Nacional encabezado por el SMTMH y los fabriles!
La LOR-CI y una política para fortalecer la lucha
Nuestra organización hermana en Bolivia, la LORCI (Liga Obrera Revolucionaria-Cuarta Internacional), interviene desde Huanuni, La Paz y Cochabamba, proponiendo una política para ganar la lucha, basada, como dice el volante masivamente repartido en días pasados, en que “Para vencer y para organizar esta gran pelea, necesitamos que los que han demostrado en las calles, en los bloqueos y en la resistencia a los ataques policiales que quieren vencer, encabecen la lucha. En primer lugar están los trabajadores de Huanuni y los fabriles quienes enfrentaron valientemente la arremetida en Caihuasi y en Parotani. También los trabajadores de la salud que se hicieron presentes en forma militante en cada punto de concentración y movilización. Es necesario organizar ya mismo un comité nacional de huelga encabezado por estos valientes compañeros que junto al CEN de la COB y con la participación democrática de todos los sectores y organizaciones que están en la lucha con sus delegados elegidos en asamblea organicen las movilizaciones, bloqueos y todas las tareas para vencer en la lucha.” Al tiempo que reclaman la libertad y desprocesamiento de todos los detenidos por luchar, los compañeros denuncian la persecución política, con casos como el de la compañera Mauge, trabajadora de la salud y miembro de la Central Obrera Departamental, a quien la burocracia masista de su sector pretende sancionar y excluir.
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La gran lucha obrera ratifica la urgencia de poner en pie el Partido de los Trabajadores de la COB
El pasado 7 y 8 de marzo en Huanuni, acudiendo a la convocatoria de la COB, 1300 delegados de diversas organizaciones sindicales y políticas decidieron fundar el Partido de los Trabajadores, aprobando los documentos de programa y estatutos del partido, y llamando a un segundo congreso para elegir su dirección en la ciudad de Oruro el próximo 24 y 25 de mayo. Sin embargo, la dirección de la COB encabezada por Juan Trujillo ha hecho todo lo posible para que la discusión no llegue a las bases, mientras los agentes del MAS están trabajando para eliminar la independencia de clase de los documentos, vulnerar la democracia interna y convertir al PT en una colectora de votos al servicio del gobierno y los patrones.
Diez días de gran movilización obrera enfrentando la represión y la negativa gubernamental a acceder a sus justas demandas ratifican la necesidad de que la clase obrera se organice políticamente. Hay que poner en pie, sin dilación y con la más amplia discusión entre las bases, al PT, que no debe ser instrumento de conciliación en manos de un puñado de burócratas, sino una gran herramienta de organización y de combate para decenas de miles de trabajadores, con independencia de clase y plena democracia interna. Si se avanza por este camino, empezaría a hacerse realidad la tarea ya planteada en las Tesis de Pulacayo: construir nuestro partido para llevar la lucha de clases a todos los terrenos. Este mandato histórico fue boicoteado una y otra vez por la burocracia sindical para subordinar a los trabajadores detrás de intereses y partidos patronales. Así sucedió con Lechín y el apoyo de la COB al MNR en los ‘50, o en los últimos años, con la subordinación de las sucesivas directivas cobistas al gobierno del MAS. El proceso de movilización y ruptura política con el gobierno de Evo y el MAS de miles de trabajadores mineros, fabriles, maestros, de la salud, etc., necesita una expresión política en la construcción del Partido de los Trabajadores, con independencia de clase, basado en la COB y los sindicatos, y con la más amplia democracia interna.