Venezuela - Denuncia obrera
La “seguridad de Estado” irrumpe en las fábricas Café Fama de América a intimidar a los obreros en lucha y forzarlos a renunciar
15/09/2014
En un comunicado publicado el pasado jueves 11, trabajadores de Café Fama de América de la planta ubicada en La Yaguara, denuncian la gravísimas situaciones a las que han estado sometidos en días recientes por las acciones de hostigamiento e intimidación de funcionarios de los cuerpos de inteligencia y represión, identificados como “seguridad de Estado”, tanto en la planta de Valencia como en la de aquí en Caracas. Acciones que ya han dado como resultado inmediato la “renuncia” de obreros que eran parte de la dirigencia sindical.
Los trabajadores plantean que se dirigen al país para “hacer del conocimiento público y denunciar una serie de acontecimientos, por demás lamentables, que ahondan, en la ya de por sí dolorosa situación que estamos viviendo los trabajadores venezolanos con la difícil situación económica y política y que se traduce también en circunstancias adversas como la que a continuación denunciamos” (http://www.aporrea.org/trabajadores/a194769.html).
“Seguridad de Estado, enviados por el Presidente”
El comunicado señala que los funcionarios que se presentan en la plantas de la fábrica se identifican como “seguridad de estado, enviados por la presidencia de la Republica”, y que “Desde un primer momento su estadía en dicha planta [Valencia], se tornó en un acoso y amenazas (del tipo amedrentamiento e intimidación) para con los obreros”.
Evidentemente, no pueden ser sujetos que actúen aislados y por su cuenta, pues como se pregunta el comunicado, “¿Por qué se le dio tanta facilidad de acceso a la planta, siendo ellos (gerencia) tan rigurosos para el acceso de personal cuando es traído por algún trabajador?” En el caso de La Yaguara, cuando ingresaron se reunieron en primera instancia con la gerencia de planta y la superintendencia de producción.
La fábrica convertida en un centro de interrogación policial: “tenemos potestad de sacar esposados a trabajadores sin necesidad de procedimiento legal alguno”
En la planta de Valencia, los agentes de la inteligencia estatal convirtieron la fábrica en un centro de interrogatorios: “Los métodos utilizados por los señores fueron la reunión a solas e individual, acompañado de amenazas de todo tipo, que lograron intimidar a los compañeros citados”. En La Yaguara, al reunirse con la junta directiva del sindicato (BOTRACAFE), además de recalcarle que eran “seguridad de estado y ENVIADOS POR LA PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA”, les indicaron que “tenían potestad de sacar esposados a trabajadores sin necesidad de procedimiento legal alguno”, y en fin que ellos “por las buenas eran buenos y por las malas ni hablar”, y que a partir de ese momento “iban a estar instalados en la sede de la planta La Yaguara”.
“Los trabajadores ganan mucho”
No hay que darle muchas vueltas al asunto, las motivaciones están totalmente claras: se trata de lanzar sobre trabajadores organizados y en lucha todo el peso de esa porquería que siempre han sido los cuerpos de inteligencia y represión del Estado burgués (ayer y hoy). En la “conversación” con el sindicato, plagada, como vimos, de graves amenazas, los esbirros le dijeron al sindicato, que “los trabajadores ganaban mucho”(¡!).
¿Es posible que el gobierno “obrerista” y “anticapitalista” use esta política de intimidación, propias de una dictadura capitalista, para amedrentar a los obreros porque “ganan mucho”? ¡Pues sí, como vemos! Y esto se da mientras transcurre el chantaje de la burguesía nacional de que se les faciliten más dólares y más aumentos de precios para poder “producir” y “llevar los productos a los anaqueles”… pero el gobierno se comporta “duro” es con los obreros. Esta “crítica” de los esbirros, “enviados por el Presidente” (Maduro), al salario de los obreros, se hace al tiempo que tenemos una inflación galopante que se come los ingresos obreros y populares, con un aumento, por ejemplo, en el rubro de los alimentos, de ¡más de 90% en un año!
Acuerdos y amabilidad con la burguesía, dureza con los reclamos obreros
El gobierno, que cede en toda la línea al chantaje empresarial, haciendo múltiples mesas de acuerdos de donde salen toda cantidad de medidas proempresariales, antiobreras y antipopulares, como los aumentos de precios, el relajamiento del control de cambio, millonarios subsidios y créditos baratos a los capitalistas, autorización de decenas de miles de despidos a nivel nacional, ¡se muestra muy “valiente” y duro, sí, con el salario de los obreros! Como hemos explicado, el gobierno anda en un giro donde parece haber lanzado una nueva consigna de acción, “¡con los empresarios todo, sin los empresarios nada”!, todo sea por “la producción” [1], un curso cuya contraparte es la más abyecta política antiobrera cuando se trata de hacer frente a la lucha de los trabajadores y trabajadoras.
El gobierno “socialista”, opta por atacar a los explotados, a la savia vital de las empresas, los únicos que realmente producen las riquezas. Como señalan los trabajadores en su comunicado, “no nos cansaremos de repetir que lamentamos profundamente este tipo de situaciones, más aun cuando fama de América, ha sido una empresa que con todas las dificultades y desavenencias, ha sido ejemplar en lo que ha números de producción se refiere y si algo ha quedado ratificado en todo momento ha sido el compromiso y el papel de los trabajadores. Sin nosotros y nuestro protagonismo no se hubiese concretado la expropiación por allá en 2009. […] ¿Por qué nos acosan? ¿Por qué precisamente ahora, en estos momentos tan difíciles para el país, esta situación? Si hay dificultades ¿Por qué no apostar por nosotros mismos para solucionarlas?”
Obligando a “renunciar” a dirigentes sindicales
El objetivo intimidante de estas acciones ya ha tenido efectos inmediatos. En la planta de Valencia renunciaron 10 trabajadores, tres de los cuales eran miembros del sindicato. De esta manera, prácticamente “a punta de pistola”, se busca desmontar la organización de los trabajadores, desbaratando los esfuerzos de organización e intimidando a cualquier otro que se proponga dar un paso al frente para organizar a sus compañeros y defender los elementales derechos obreros. ¿El resultado de estas acciones? Dejar a la clase trabajadora de estas empresas sin organización ni representación sindical ante la patronal, dejar el camino libre para la explotación sin obstáculos. ¿No es esto la más cruda y descarada dictadura patronal?
No es un caso aislado
Lo peor del caso, es que lo que denuncian los compañeros no es un caso aislado, sino que hay toda una política sistemática del gobierno nacional de usar los cuerpos represivos y de “inteligencia” para amedrentar a trabajadores en lucha, tanto en empresas estatales o mixtas, como incluso en la privadas; es decir, no solo al servicio de la explotación patronal en las empresas públicas sino también en las de la burguesía a la que el gobierno dice “combatir”. En el periódico En clave obrera denunciamos hace meses esta situación, en la que se combinaba la intimidación de los cuerpos represivos con la práctica de las empresa de judicializar a los trabajadores en lucha, denunciándolos por “delitos” inventados, como manera de desarticular la organización de los trabajadores [2].
Dábamos entonces los ejemplos, solo en Aragua, de las empresas Multisabores Glup, Alimentos Plumorse, Inversiones Selva, Agropecuaria San Onofre, Centro Médico Cagua, Inversiones MCLV, FARPLASTIC. Ha habido casos en los que la empresa denuncia al dirigente sindical, la policía va directamente a la fábrica, por fuera de toda legalidad se lleva al trabajador a la comisaría a “interrogarlo” y “explicarle” que si sigue “jodiendo” en la empresa le imputaran tales y cuales delitos, o lo obligan a “declararse culpable” para allanar el camino a su despido, que al fin y al cabo es lo que quiere la empresa.
A eso habría que sumarle los casos de Petrocasa (Carabobo), Grupo Souto (plantas de Valencia, Yaracuy y Lara), la Central Azucarera Santa Clara (Yaracuy), la Misión Vivienda en la Base Aérea El Libertador (BAEL), en Palo Negro (Aragua), CIVETCHI (Carabobo), MONACA. En todos los casos, diversos tipos de intervención directa de cuerpos policiales o militares han sido lanzados contra los trabajadores en lucha. El caso de Civetchi es emblemático: ocho trabajadores están presos por haber puesto en pie un sindicato en la empresa de mixta, de mayoría de capital estatal, luego de haberles sido montada una trampa entre la gerencia y funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN, ex DISIP).
Una vez más: ¡Fuera la GNB, el SEBIN, y el CICPC de las fábricas y conflictos obreros!
Como hemos venido planteando desde la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS) y las páginas del periódico En clave obrera, la clase trabajadora y las corrientes obreras y socialistas debemos asumir con fuerza la demanda de expulsar a los cuerpos de inteligencia y represión estatal de las fábricas, establecimientos de trabajo y luchas obreras (http://lts.org.ve/Fuera-la-GNB-el-SEBIN-y-el-CICPC-de-las-fabricas-y-conflictos-obreros), como una necesidad elemental y democrática básica para defender las organizaciones y luchas de nuestra clase.
Aprovechamos la grave denuncia de los trabajadores de Café Fama de América para renovar este llamado, para expresar nuestro más enérgico repudio a esta nuevo accionar represivo contra la clase obrera, y nuestra entera solidaridad con los compañeros. Está a la orden del día sumar fuerzas para desarrollar una gran campaña nacional contra la criminalización de la protesta obrera y por la expulsión de las fuerzas de seguridad de las fábricas. En el comunicado los trabajadores expresan: “Lo primero es que no vamos a permitir la presencia de estos señores en nuestras instalaciones. Además, estamos por definir fecha y hora, vamos a convocar una asamblea general, en la cual vamos a citar a la gerencia general para que nos de explicación sobre la presencia de este grupo”. Hay que respaldar por todos los medios posibles las acciones que en este sentido tomen los compañeros, y colocarse a su disposición para derrotar este intento de amedrentar y destruir la organización obrera.
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