Bolivia
¿Qué se decide en las próximas elecciones?
04/12/2009
El próximo 6/12 se realizarán en Bolivia elecciones presidenciales y legislativas. El gobierno del MAS, encabezado por Evo Morales y Álvaro García Linera, busca el voto popular en nombre del “proceso de cambio”. Más allá de las grandes expectativas que había abierto el gobierno del MAS, durante este primer mandato, no existieron soluciones reales a los grandes problemas nacionales de los trabajadores y el pueblo humilde. No han desaparecido los bajos salarios ni la precariedad laboral, mientras persisten el desconocimiento de los derechos obreros y los abusos empresariales; se ha preservado la gran propiedad terrateniente y la reforma agraria ha quedado en el olvido; y la prometida liberación de los pueblos originarios quedó reducida al “reconocimiento constitucional” y algunas concesiones parciales.
A cuatro semanas de la votación, Evo Morales y el MAS mantienen una clara ventaja, con más del 50% de la intención de voto frente a una oposición derechista debilitada y deslucida. Ante el previsible triunfo de la fórmula oficialista, el centro de la disputa electoral se traslada a cómo se integrarán las cámaras de diputados y senadores que conformarán la “Asamblea legislativa Plurinacional”.
¿Cómo llega el MAS a las elecciones?
Aun con una situación económica de “desaceleración”, el gobierno del MAS se benefició de un crecimiento del 3% del PBI durante este año y el “equilibrio macro económico”, lo que le valió la complacencia de empresarios, banqueros y hasta felicitaciones del FMI. Evo Morales cuenta además con un amplio apoyo social y ha logrado cooptar a las direcciones de la Central Obrera Boliviana y la mayoría de los sindicatos y organizaciones sociales, lo que le garantiza control sobre el movimiento de masas, le permite aislar las luchas y hasta perseguir a los sectores de vanguardia.
Esta fortaleza política del MAS tiene uno de sus puntos de apoyo claves en los pactos y acuerdos con las distintas expresiones de la clase dominante (con el aval de la OEA, Brasil y UNASUR), que, a cambio de enormes concesiones y garantías a la burguesía han viabilizado la aprobación de una nueva CPE (Constitución Política del Estado) “consensuada” con la derecha y el llamado a estas mismas elecciones de diciembre.
Pese a la campaña, siguen primando los pactos
A pesar de los cruces característicos de la campaña electoral, existe un clima de distensión tras la larga crisis política que crispó el país en tiempos recientes. Esto se debe centralmente a los pactos que han limado diferencias y aproximado las posiciones del gobierno y la derecha. El gobierno viene girando a la derecha, como garante de la contención del movimiento de masas y “árbitro” nacional, al frente de un plan de reformas en los marcos del orden burgués que ha terminado por ser aceptado, con más o menos reparos, por la mayor parte de la clase dominante pues para nada pone en riesgo la propiedad privada (como el mismo Evo no se cansa de repetir) ni los intereses claves de la burguesía y el imperialismo.
La oposición derechista sufrió derrotas políticas durante el año pasado pero logró pactos favorables y grandes concesiones en la CPE y bien que mal, se preparan a ser oposición dentro del nuevo esquema económico y político, para obtener los máximos beneficios posibles, bloquear cualquier “veleidad” populista del gobierno y ponerle límites a su uso de la autoridad, esperando mejores tiempos para volver al poder.
Ni oficialismo ni oposición
El 6/12, además de definir el personal político que se sentará en el palacio Quemado (casa de gobierno) y en el Congreso, no se vota “la profundización del proceso de cambio” ni “un paso hacia la liberación nacional”, sino la consolidación del proyecto del MAS de colaboración de clases con los empresarios, los banqueros, los terratenientes y el capital extranjero, y un salto en la estabilización política del país, basada en enterrar la “Agenda de octubre” y postergar las demandas obreras, campesinas, indígenas y populares, en lo que básicamente, a pesar de sus diferencias y disputas, coinciden el MAS y la oposición. Es contra ese nuevo régimen que los trabajadores y el pueblo pobre tendrán que prepararse a luchar por sus demandas inmediatas e intereses históricos. Por eso, los socialistas de la LOR-CI (ante la ausencia de una alternativa de independencia de clase, pese a que dimos un fuerte combate político por un frente socialista y de los trabajadores) llamamos a votar blanco o nulo el 6/12 y a sumarse a la lucha por la organización política independiente de la clase trabajadora, con un programa obrero y popular para que la crisis la paguen los empresarios, los terratenientes, los banqueros y las transnacionales, y por una salida socialista.