Yoani Sánchez inicia campaña por América Latina
¿Quiénes son los amigos de Yoani Sánchez?
03/03/2013
Por Thiago de Sá
La bloguera Yoani Sánchez, que ganó fama internacionalmente por ser una opositora al régimen castrista en Cuba, logró por segunda vez el derecho a salir de sus país e inicia una gira política empezando por Brasil, en la que pretende pasar por países de América Latina y Europa con el objetivo de “restablecer en Cuba una democracia”.
La liberación de la entrada y salida del país es un derecho fundamental de los trabajadores, el cual la burocracia castrista aún niega a la gran masa de la población como una de las medidas de control y cercenamiento de las libertades democráticas. El régimen de los Castro es un régimen dictatorial de partido único que impide la organización independiente de los trabajadores a fin de evitar una oposición decisiva que aleje de Cuba el peor peligro de la revolución ,que es la propia burocracia castrista en el poder, protagonista de las medidas de concesión al capitalismo y de represión a la población.
La actividad de esta bloguera cobra importancia en los medios internacionales gracias a la actual situación de Cuba, un país presionado por un lado por las amenazas colonizadoras de EE.UU. y por otro, por los privilegios políticos del régimen castrista que atenta cada vez más contra las conquistas históricas de la revolución del 59-62.
Diputados golpistas con calurosa recepción
Días después de su llegada al Brasil, Yoani tuvo su gira por Brasil oficializada con una visita suya a la Cámara de Diputados en compañía de ruralistas que cometen asesinatos contra los Sin Tierra como Ronaldo Caiado (DEM-GO), de los que integran la “bancada de la bala” como Jair Bolsonario (PP-RJ) protagonista y defensor de las torturas y de la dictadura de 1964, y la homofóbica bancada evangelista como Antony Garotinho (PR-RJ) en la Cámara. Lejos de ser “una maniobra de la oposición de derecha para alborotar una votación en la Cámara”, como dijeron muchos diarios, significó una visita bastante ideológica para estos señores de la Dictadura Militar de 1964. En un encuentro con el candidato a la presidencia por la oposición de derecha Aécio Neves (PSDB-MG) hizo su apelación: “No nos deje solos en Cuba. Muchas veces nos sentimos abandonados allá.”
En Brasil su gira está siendo patrocinada por el Instituto Millenium, “la bloguera cubana integra un grupo de colaboradores del instituto financiado por grupos mediáticos del Estado de San Pablo, Abril y RBS, entre otras empresas, para defender valores liberales en Brasil. En la página de la entidad, Yoani Sánchez disfruta de la compañía de articulistas como Reinaldo Azevedo, Denis Rosenfield, Ali Kamel, Merval Pereira, Marcelo Madureira, Carlos Alberto Sardenberg y Carlos Alberto Di Franco, uno de los integrantes del Opus Dei en Brasil” (Portal Carta Maior 02/2013). Es necesario que todos los que defienden las libertades democráticas en Cuba, se pregunten al menos las razones que hacen que una opositora al régimen castrista esté en compañía de ex dictadores y colaborando con los medios golpista en Brasil.
Entonces, ¿qué cambios Yoani Sánchez defiende para Cuba?
Yoani, una vez libre para radicarse en Suiza en 2002, volvió a Cuba en el 2004 para iniciar su actividad opositora a través de su blog y su portal fundados en 2007. Desde que empezó sus actividades opositoras Yoani no solo se limitó a cuestionar la falta de libertades democráticas presentes en el régimen de partido único de los Castro, sino que siempre fue más allá, siendo una defensora del retorno íntegro del capitalismo en la isla y de la destrucción de las conquistas de la revolución del 59-62.
No por acaso, desde que volvió a Cuba, logró el apoyo de los principales monopolios de información y el financiamiento de su blog a través de sus relaciones con la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) órgano que además de apoyar diversas dictaduras en América Latina agrupa a los grandes conglomerados de prensa del continente, y que nombró a Yoani como su vicepresidente regional del “Comité por la Libertad de Prensa”.
Yoani, a pesar de estar en contra del bloqueo naval norteamericano, es defensora del retorno de la propiedad privada y del capitalismo en Cuba. Legitimando las políticas de Barack Obama, Yoani fue la única cubana residente que logró, en el 2009, una entrevista con un presidente de Estados Unidos desde la revolución de 1959.
En una entrevista para el profesor y periodista francés Salim Lamrani en el 2010, reveló sus intenciones más allá de la “democracia”: “Es necesario liberar la economía. Está claro que eso no puede hacerse de un día para el otro, pues provocaría una ruptura y disparidades que afectarían a los más vulnerables. Pero es necesario hacerlo gradualmente y el gobierno cubano tiene la posibilidad de hacerlo (…) Cuba es una isla sui generis. Podemos crear un capitalismo sui generis” (http://www.cubadebate.cu/especiales...).
Recientemente el periódico mexicano La Jornada publicó otro artículo de Salim Lamrani, que investigó las actividades y relaciones de la bloguera. En este artículo Lamrani informa que Yoani ganó una recompensa en premios de entidades ligadas al monopolio de las informaciones por el equivalente a más de 250 mil euros, “lo que equivale a más de 20 años del salario mínimo en un país como Francia, la quinta potencia mundial.” El salario mínimo en Cuba es de 420 pesos, el equivalente a 18 dólares o 14 euros. Esto significa que Yoani Sánchez recibió 1488 años de salarios mínimos cubanos por su actividad opositora”. Y que para mantener las actividades del blog afirmó utilizar “lo que representa un total de 400 CUC mensuales. El salario minino en Cuba es de 420 pesos cubanos, alrededor de 16 CUC. Yoani Sánchez gasta por mes el equivalente a dos años de salarios mínimos en Cuba. De este modo la bloguera gasta en Cuba con twitter un valor correspondiente caso fuese francesa a 25 mil euros mensuales o 300 mil euros por año. ¿Cuál es la procedencia de estos recursos para estas actividades? (http://www.jornada.unam.mx/2012/02/...)
Existe la idea de que la justa oposición a la forma dictatorial con la que el régimen cubano se sostiene bajo el castrismo es progresiva, independientemente del objetivo de esta oposición. La ubicación de los opositores en relación a las conquistas existentes de la revolución cubana del 59-62 es lo que delimita de hecho lo que está a la izquierda o a la derecha del régimen castrista. Por eso es necesario ser crítico con la oposición que la izquierda ha planteado ante la visita de Yoani a Brasil.
Entre el estalinismo castrista y el centrismo “democrático”
Una posición muy común fue la que la izquierda populista y estalinista ha adoptado frente a la venida de Yoani Sánchez a Brasil. Partidos del gobierno como el PT y el PCdoB y otros de la izquierda reformista como el PSOL y el PCB han defendido ciegamente al gobierno de Castro frente a los ataques disparados por Yoani. De hecho esta es una izquierda que no logra tener en su crítica ninguna vitalidad, dejando en manos de la derecha golpista brasilera y consecuentemente en las de Obama, la justa bandera de las libertades democráticas en Cuba al defender hasta hoy al régimen castrista y su burocracia corrupta y privilegiada que ha avanzado en descomponer las bases sociales de la revolución cubana.
No mejor que esta izquierda reformista, se encuentran los centristas de la LIT/PSTU y la UIT, una posición vergonzosa de apoyo a las posiciones de Yoani Sánchez como “disidente de una dictadura” cualquiera, sin un divisor de clase. Aquí lo fundamental es definir si cualquier movimiento interno o externo a Cuba sirve para defender o degradar las conquistas provenientes de la revolución cubana, de la cual Yoani Sánchez se ha convertido en su peor enemiga y portavoz internacional de la restauración capitalista en el país.
El peligro de apoyar este tipo de oposición burguesa contra la burocracia castrista en favor de la “democracia contra la dictadura” es que se puede perfectamente alimentar retrocesos en lo social más allá de cambios en el régimen, como ocurrió con la restauración capitalista en el Este y en la URSS. Pero como organizaciones como la LIT/PSTU y la UIT ya consideran que no existe ninguna conquista remanente de la revolución en el estado cubano, es posible entonces defender cualquier movimiento “democrático” incluyendo ahí a los burgueses.
Para la LIT/PSTU y la UIT, la realidad cubana es sinónimo de lo que pasó en Vietnam o China, donde el Estado obrero se transformó en capitalista manteniendo la dirección del Partido Comunista. Infelizmente es una comparación mecánica donde confunden una restauración en gestación con un bebé ya nacido. No se trata apenas de cuál régimen político se establece en el país, sino si se encuentra o no restaurado por completo el sistema de producción de propiedad privada, prohibida desde 1962 en Cuba. La burocracia castrista no es poseedora capitalista, pues necesita de sus cargos estatales para mantener sus privilegios.
Cuba fue el primer estado en América Latina en expropiar a los capitalistas y la propiedad privada en su revolución de 59-62, convive desde entonces con la contradicción de que desde la revolución, su propia dirección castrista forjó en el Estado un régimen burocrático y bonapartista, que alineó políticamente al régimen con el estalinismo que condicionó económicamente al estado cubano a la URSS. Después de la caída de la URSS, Cuba sustituyó su dependencia al comercio exterior con China y Venezuela y las divisas internacionales provenientes de potencias europeas y el turismo, lo que costó duras concesiones al capital extranjero que vienen descomponiendo las bases sociales del Estado obrero constituido desde el 62. La Iglesia católica, así como en Polonia en 1982, viene siendo la principal protagonista política de un proceso de “deshielo” del régimen a través de sedimentar las bases para la restauración capitalista completa.
Es necesario apoyar a todos los movimientos democráticos que golpeen las bases del régimen de la burocracia castrista, pero esta es una lucha que debe estar en función de profundizar las bases del Estado obrero y frenar las reformas capitalistas en el país, única manera de mantener y expandir las conquistas sociales de la Revolución cubana de 1959-62 y de la revolución socialista en América Latina como alternativa real a la crisis capitalista mundial actual. Es también, incluso la única vía de acabar con la influencia del gobierno sobre la población cubana y sacar de las manos sucias del estalinismo castrista la bandera de “defensa del socialismo” cuando son éstas las mismas que entierran sus conquistas a través de la burocracia represora.