FT-CI

Argentina: Polémica

Respuesta a Izquierda Socialista

06/03/2008

A los compañeros de Izquierda Socialista

Los compañeros de la dirección de Izquierda Socialista (IS) nos enviaron, el 18 de febrero, una "Respuesta a la carta abierta del PTS" donde debaten con nuestra propuesta de diciembre pasado a la izquierda obrera y socialista. Ambas cartas pueden leerse en www.pts.org.ar o también se puede encontrar la de IS en www.izquierdasocialista.org.ar

Partimos de una coincidencia: comenzar un intercambio de opiniones y buscar un acercamiento. Recordemos que en nuestra Carta Abierta planteamos los fundamentos y las áreas de debate para: "dar pasos formando ya un Comité de Enlace por un partido revolucionario, que empiece por intervenir en común en la lucha de clases, que desarrolle conjuntamente campañas internacionalistas y organice el debate sobre los puntos programáticos y las áreas de diferencias planteadas". Los compañeros de IS proponen "ir experimentando modos de trabajo, profundidad de acuerdos y lealtades para ver si se pudiera avanzar más. Haciendo en la práctica estas experiencias podríamos explorar la posibilidad de un comité de enlace que apunte a la unidad de los partidos".

Saludamos este paso adelante de los compañeros de la dirección de Izquierda Socialista de responder a nuestro llamado, así como su propuesta de dar otros pasos exploratorios. Es la intención de esta segunda carta profundizar el debate de las principales cuestiones que nos plantean, sin agotarlas todas porque esperamos nuevos intercambios, además de una serie de propuestas concretas sobre campañas políticas unitarias y participación común en la lucha de clases.

La lucha contra el sectarismo es concreta

En primer lugar, nos vemos obligados a despejar una crítica que consideramos injustificada. Los compañeros de Izquierda Socialista manifiestan, de distintas formas a lo largo de su respuesta, que el obstáculo que ven para avanzar hacia un partido revolucionario en común es el "sectarismo" del PTS. Y agregan que el combate contra el sectarimo es un "olvido" de nuestra Carta Abierta: "La carta omite mencionar el rechazo al sectarismo", dicen.

Antes que nada, no vemos cómo pueden pasar por alto que la Carta comienza señalando que, efectivamente, existen "dos graves peligros en las orientaciones de la izquierda, y los dos conspiran contra la necesidad de preparar una dirección revolucionaria". El primero, decimos, es el de "ceder a los nuevos proyectos de centroizquierda", es decir una orientación oportunista sobre la que insistiremos más abajo. "El otro peligro -sostenemos a renglón seguido en la Carta Abierta- es que quienes nos reivindicamos de la estrategia revolucionaria no demos pasos de acercamiento para agrupar todas las fuerzas posibles o clarificar las diferencias que retrasan la construcción de un verdadero y gran partido revolucionario. No basta con mantener ’claridad política’ en soledad...". Y es este peligro de autoproclamación sectaria, precisamente, el que intentamos combatir con el llamado unitario de la propia Carta. En fin, parte de nuestra lucha contra el oportunismo y el sectarismo está plasmada, concretamente, en el llamado a la izquierda obrera y socialista a explorar las bases de un partido revolucionario unificado. Resulta, cuanto menos, curioso que ante este llamado unitario nos respondan: "sectarios".

En segundo lugar, sabemos que la lucha contra el sectarismo es, ante todo, política y programática. Así es que, como ustedes señalan, tiene una clara mención en el Programa de Transición de la Cuarta Internacional. Pero esa no es una mención que queda en una apelación general contra el sectarismo, sino que se traduce programáticamente, y muy especialmente, en cuál debe ser la actitud de los revolucionarios ante los sindicatos de masas: "Hace falta plantear aquí como un principio inconmovible: el auto-aislamiento cobarde fuera de los sindicatos de masas, equivalente a la traición a la revolución, es incompatible con la pertenencia a la IV internacional". Y más adelante, un párrafo que IS reproduce incompleto: "La condición fundamental para pertenecer a la IV Internacional es una política justa respecto de los sindicatos. El que no busca ni encuentra el camino del movimiento de masas no es combatiente sino un peso muerto para el partido". ¿Se puede acusar al PTS de darle la espalda a los sindicatos de masas?

Verdaderamente, nos parece un argumento fuera de la realidad sostener, como hace la dirección de IS, que "el PTS también ignora por completo" las "tácticas unitarias para echar a los burócratas de los gremios, y para que triunfen o como mínimo avancen las nuevas conducciones antiburocráticas".

¿Cómo pueden afirmar esto y al mismo tiempo participar junto al PTS en listas sindicales comunes como la Bordó nacional contra Pedraza en ferroviarios o la Violeta-Roja de los telefónicos en Foetra contra Iadarola? En la universidad, ambos somos parte del Frente Oktubre de los estudiantes de la Facultad de Sociales, y participamos en un mismo frente en la lista Violeta de los docentes de la AGD-UBA. En el INDEC integramos misma lista unitarria para la junta interna pluralista de ATE contra la intervención, y tenemos dirigentes en el cuerpo de delegados de los aeronáuticos de LAN. Esto sólo para nombrar las organizaciones en las que participamos en común. Hay muchas otras en las que participa el PTS y que IS no debiera ignorar si van a criticar este punto: la lista Celeste y Blanca contra Daer en la alimentación que ganó en las tres fábricas más importantes del gremio en la última elección nacional; la lista Marrón que acaba de ganarle la seccional San Fernando del SUTNA (neumático) a Wasiejko y el cuerpo de delegados de FATE, o la participación en la lista Naranja del sindicato de los gráficos opositora a Ongaro, entre otras listas unitarias contra la burocracia sindical en la industria, además de ser parte de cuerpos de delegados en los que están representadas otras tendencias como en el Astillero Río Santiago o en el subterráneo.

Más aún: sinceramente, no es una muestra de objetividad de la dirección de IS sostener que "el sectarismo del PTS ha significado que en lugares donde dirigieron conflictos o influyeron a una camada de luchadores, estos hayan terminado en derrotas que fortalecieron a la burocracia y a la patronal, no a los luchadores y la clase trabajadora", y no dedicarle ni un solo párrafo, en toda su larga carta, a la experiencia del PTS en Zanon y el Sindicato Ceramista de Neuquén, aunque más no sea para criticarla. Toda una rareza, considerando que Zanon es un ejemplo reconocido internacionalmente, donde se desarrollaron métodos avanzados de la lucha de clases y sobrevive, desde la crisis revolucionaria de 2001, una organización de la producción bajo gestión obrera directa y un sindicato de características clasistas y combativas. No se puede obviar que, desde este sindicato se formó una Coordinadora regional con otros agrupamientos sindicales y los principales movimientos de desocupados; y que, en abril de 2003, fue articulador de una acción de frente único de masas para defender a Zanon ante la amenaza de desalojo, logrando que la CTA Neuquina y la dirección de los docentes de ATEN decretaran el paro provincial y movilización frente a la planta.

¿Consideran estos "olvidos" en su evaluación del PTS como parte del "combate contra el sectarismo"? Podemos tener diferencias, pero no desconocerán nuestra sistemática orientación por crear lazos con los trabajadores desde nuestra separación del MAS en el año ’88. No queremos transformar este intercambio de posiciones en una discusión de balance de todo lo actuado desde entonces sino, como decimos en la Carta Abierta, "poner todos los debates que hemos hecho en función de una nueva perspectiva". Por si hace falta, lo reafirmamos para poder avanzar en la discusión: siempre creímos que sin la búsqueda permanente de enraizar al marxismo revolucionario en la clase trabajadora toda apelación a "la lucha contra el sectarismo" es hablar para no decir nada.

La crítica de IS sobre la lucha de los jóvenes de Jabón Federal muestra un lamentable desconocimiento del trabajo político en el movimiento obrero en general y en el proletariado industrial en particular

La crítica que la dirección de IS nos hace sobre el rol del PTS en la lucha de los jóvenes obreros de Jabón Federal es importante porque, en nuestra opinión, muestra que los compañeros toman con cierta liviandad, o directamente desconocen, las condiciones en que una nueva generación de la clase trabajadora intenta abrirse paso por un camino independiente de la burocracia sindical. En setiembre de 2006 y después de más 50 días de lucha por la reincorporación de 38 activistas despedidos, luego de haber realizado piquetes de bloqueo a la planta, una carpa del aguante, cortes de ruta, marchas y actos de solidaridad, los trabajadores de TVB-Jabón Federal resolvieron en una asamblea democrática, finalmente, resignar parte de sus reclamos para no perderlo todo. Un sector del activismo despedido quedó afuera, aunque otro sector se reincorporó junto con la totalidad de la comision interna. Nosotros lo calificamos, en su momento, como una "derrota parcial". Consideramos que la actuación del PTS en la difícil lucha de Jabón Federal es un categórico desmentido a la afirmación de IS sobre nuestro supuesto "propagandismo" o ultraizquierdismo: propusimos aceptar un "mal menor" ante el peligro mayor de que se desgastaran las fuerzas de los trabajadores y el activismo, antes de que operara la división de las filas obreras ante la intransigencia patronal y, algo que IS no dice: el abierto boicot de las conducciones gremiales burocráticas, empezando por el rol de rompehuelgas ("carnero") del SOJO, el sindicatos de los jaboneros.

La crítica de IS a nuestro rol en Jabón Federal tiene un único problema: que no es cierta. Primero, porque los compañeros reproducen en su carta un viejo artículo de 2006 de su periódico en el que, como alguien que no vió el final de una película de suspenso, dan por muerto al protagonista principal antes de tiempo. Luego de afirmar que "la burocracia está haciendo pie", dicen que "si el PTS no cambia su visión sectaria y propagandista, pueden llevar a cientos de luchadores a nuevas derrotas, como finalmente ocurrió en Jabón Federal". Debieran haberse informado, porque la verdad es que, luego de aquella "derrota parcial", los delegados combativos, entre ellos los del PTS, trabajaron paciente e incansablemente para restaurar la confianza de los trabajadores en sus fuerzas y, a pesar de mil maniobras de la patronal y la conducción del gremio, en 2007 los obreros volvieron a votar contra la burocracia sindical y por más del 70% elijieron una nueva comisión interna combativa, renovada con activistas reincorporados, derrotando por amplio margen a la lista encabezada por un delegado que en la lucha se pasó al bando de la patronal y el SOJO. ¿No se enteró de esto IS? Y si lo saben, ¿por qué lo ocultan en la carta?

Sobre la burocracia sindical y el "sindicalismo de base"

Pero el problema es de mayor alcance. La lucha de los jóvenes jaboneros de La Matanza, fue un caso anticipatorio de lo que cualquier observador serio puede ver ahora en decenas de ejemplos en todo el país: el Casino en la Capital, el Lavadero Virasoro en Rosario, la autopartista Dana en Grand Bourg, el laboratorio Fressenius en el parque industrial de Pilar, la textil Pagoda en San Luis o Mafissa en La Plata, entre tantos otros. La mayoría de estas luchas han terminado en derrotas más que "parciales" y duros golpes a la vanguardia obrera; y en otros casos, como actualmente en la valiente lucha en curso de los obreros de Mafissa, se desarrollan en difíciles condiciones. En especial, debieran tomar nota de la guerra que han declarado las burocracias sindicales alistando barrabravas y patotas para golpear a los trabajadores combativos como vimos con el Smata en Dana, el SOMU contra los del Casino y la UTA contra los delegados de la línea 60 y el subte.

Increíblemente IS, dice que en Jabón Federal "ignoramos al sindicato" y que, para ganar sólo faltaba hacerle "exigencias" para que se pongan a la cabeza de la lucha. ¡Pero si era tan fácil...!

Compañeros: el conflicto empezó justamente porque el SOJO fue parte de una provocación conjunta con la patronal. En abierta actitud de esquiroles, esta burocracia sindical se negó a reconocer frente al Ministerio de Trabajo la medida de fuerza resuelta por la asamblea de los trabajadores y su comisión interna ante el despido de un activista, a pesar de que le pidieron que se ponga a la cabeza. Conscientemente, el SOJO dejó el paro en la "ilegalidad" dando vía libre a que la patronal intente un golpe para liquidar a toda la camada de jóvenes combativos y su comisión interna, despidiendo a 36 más. Es decir, después de la primera exigencia, la burocracia militó abiertamente como rompehuelgas, como lo hicieron los 6 gremios contra la huelga del Casino. No es cuestión de plantear, como una verdad general, que a los dirigentes sindicales oficiales "hay que exigirles aunque sean traidores": lo que propone IS era, en esas circunstancias, tan inconducente como exigir un paro solidario al "Caballo" Suarez del SOMU o a Amoroso de Aleara en la lucha del Casino. Pero además, los trabajadores de Jabón Federal se entrevistaron con la CGT y la CTA de La Matanza, con Gdansky en persona, y consiguieron ser recibidos por Héctor Recalde, el abogado de Moyano, para solicitarles medidas de fuerza, solidaridad concreta y que intercedan a favor de los obreros. A pesar de todas esas exigencias, lo cierto es que primó el pacto de sangre entre las distintas burocracias contra la comisión interna combativa y los luchadores despedidos.

Nos parece que los compañeros de IS abordan las "tácticas de exigencia" de un modo totalmente abstracto, cosa imperdonable tratándose, justamente, de tácticas que deben basarse en "el análisis concreto de la situación concreta". Una abstracción de este tipo, para decir lo menos, se puede observar ahora en la tapa y editorial del periódico de IS, El Socialista del 27 de febrero, que "exige" que la CGT "rompa la tregua" y "se ponga a la cabeza de un Plan de Lucha nacional" ...¡en momentos en que Moyano y los principales jefes cegetistas han sellado el techo salarial del 20% y juran fidelidad, junto a la UIA, al gobierno de los Kirchner! Verdaderamente, denunciar el Pacto Social y no ver sus implicancias para las luchas cotidianas, sí que es hablar en abstracto...

La dirección de IS parece no haberse dado cuenta de la ofensiva conjunta de las patronales y los burócratas que, con la anuencia del Ministerio de Trabajo y el gobierno, apelan a todo para intentar barrer de las fábricas y empresas a los nuevos sectores combativos que vienen surgiendo en el movimiento obrero, mientras por arriba acuerdan aumentos salariales por debajo de la inflación. La cuestión que creemos fundamental es que estamos ante la primera reacción de la clase capitalista y su agente, la burocracia sindical, ante un fenómeno profundo y de largo alcance: el incipiente movimiento militante del "sindicalismo de base" que el PTS, producto de comenzar una paciente inserción en el movimiento obrero viene señalando, alentando y conociendo desde adentro. Es contra este proceso de surgimiento de nuevas organizaciones que han lanzado una ofensiva reaccionaria: despidos discriminatorios de activistas, mecanismos de desafueros vía judicial a delegados de base combativos, boicot abierto de las conducciones gremiales cuando no directamente a la utilización de grupos de choque armados por las burocracias sindicales, y hasta la represión policial abierta. Estos conflictos que ponen a la vanguardia obrera a la defensiva, y son más duros aún en la industria, comienzan con despidos de activistas que no responden a cuestiones económicas como en el pasado por las condiciones de recesión, sino en medio del auge productivo, como ataques selectivos y hasta chantajes en masa mediante lock out patronales como en Mafissa. Aún así, esta vanguardia antipatronal y antiburocrática no ha sido derrotada, pero es clave aportar los máximos esfuerzos en su defensa, tratar de evitar que se descuelgue ante las provocaciones patronales y buscar su coordinación ante estos ataques para que llegue con mayor experiencia y organización para los momentos en que el grueso de los trabajadores acelere la experiencia con el gobierno de los Kirchner. El PTS está participando de lleno en este proceso. Por ello es que las críticas que solemos recibir las consideramos, en general, un honor y no un demérito: es difícil encontrar a otras corrientes de la izquierda obrera y socialista en una posición de avanzada en estas duras luchas que merezcan, siquiera, ser criticadas. ¿Cómo es posible que la respuesta de IS, cuando estamos debatiendo nada menos que la construcción de un partido revolucionario, no haga mención a este fenómeno?

En este sentido, llamamos a la reflexión del error importante de la táctica sindical de Izquierda Socialista que, junto al MST, alentaron la formación del MIC, un agrupamiento supuestamente "unitario" que ha desaparecido como tal de todas estas luchas y procesos de reorganización. En nuestra opinión, el fracaso del MIC es consecuencia de la orientación política de los principales dirigentes de ese agrupamiento que sostenían que el "el clasismo hoy pasa" por "cavar trincheras" junto a sectores de la burocracia sindical; y ese fue el significado de la presencia, en sí misma simbólica, de Claudio Marín de Foetra en su Mesa de conducción, contra el cual IS y el PTS supimos presentar una lista unitaria y antiburocrática en el gremio telefónico.

En fin, consideramos que nuestro debate debe abordar un problema crucial para el destino de los revolucionarios: el trabajo en el movimiento obrero industrial que, a nuestro entender, es el talón de Aquiles de la izquierda obrera y socialista. Ya no se puede justificar la completa retirada de la izquierda de las fábricas por causas objetivas, como las derrotas de los años ’90. Aún bajo la dictadura militar los trotskistas hemos hecho trabajo político en el movimiento obrero; y la clase trabajadora de la industria viene en los últimos años recuperándose lentamente. Sin embargo, la mayoría de la izquierda obrera y socialista sigue sin volcarse resueltamente.

Consideramos que obedece a causas más subjetivas. Algunos llegaron a sostener, de acuerdo con las teorías de moda en ese momento, que la clase obrera ocupada no se recuperaría y su lugar sería reemplazado por el movimiento piquetero u otros "sujetos sociales". Tenemos que poner en el centro de este debate esta cuestión fundamental, por la que el PTS viene batallando en relativa soledad. Creemos sinceramente, como planteamos en nuestra Carta Abierta, que "un partido revolucionario común, construido sobre sólidas bases estratégicas, multiplicaría enormemente la eficacia de nuestra acción".

La confusión de Venezuela

Otro ejemplo de la utilización abstracta y general de las "tácticas de exigencias" por parte de Izquierda Socialista, es ante el caso del gobierno de Chávez. En este punto sostienen que "la dirección del PTS rechaza de plano las tácticas de exigencias". No es así. Una vez más, tratándose de una táctica hay que ver los momentos políticos en que se aplican, de lo contrario se transforman en un método permanente de presión, ya sea sobre direcciones burocráticas de los sindicatos o el nacionalismo burgués, en lo que seguramente estaremos de acuerdo. Bajando a tierra, hubiera sido un crimen político no exigir en el golpe de abril de 2002, que se distribuyan armas a los trabajadores para derrotar el golpe con la acción de masas o la confiscación de todas las propiedades y empresas que alentaban la reacción imperialista, tal como lo planteamos en su momento. Pero estas exigencias no tendrían sentido hoy, cuando el régimen concede la amnistía para los golpistas; entre otras evidencias de que estamos en un giro hacia la derecha del régimen interno de Chávez -y así lo plantean nuestras corrientes hermanas en Venezuela-, del cual el despido del compañero Orlando Chirino de PDVSA es una clara expresión.

Sin duda, ante las confiscaciones de la Exxon de los activos de PDVSA exigimos, con nuestros camaradas de Venezuela, la movilización por el "rechazo frontal y unánime frente a cualquier agresión o medidas intimidatorias a Venezuela por parte del imperialismo".

Incluso coincidimos con el justo reclamo del gobierno venezolano del reconocimiento de las FARC colombianas como fuerza beligerante. Pero el principal ejemplo que IS pone contra el supuesto "sectarismo" del grupo hermano del PTS en Venezuela, la Juventud de Izquierda Revolucionaria (JIR), es un boomerang contra sus propias posiciones. En torno a la experiencia en la formación del PRS (Partido de la Revolución y el Socialismo), un ensayo de partido donde confluimos distintas tendencias obreras y socialistas, dicen que la JIR "ingresó en julio de 2006" y "de inmediato" se declaró "fracción pública del PRS, por una real independencia de clase". Y hacen un buen chiste: "antes de tener un partido... ya teníamos una fracción". Pero lo cierto es que nuestros camaradas ingresaron al PRS en junio de 2005, un año antes de lo que dice IS (esto de obviar los momentos en política es grave) y la verdad, un poco menos graciosa, fue que se vieron obligados a declararse en fracción pública cuando el PRS dio un inequívoco apoyo político al gobierno burgués llamando a "reventar las urnas" en "la campaña por los 10 millones de votos para Chávez". ¿Qué tipo de "táctica de exigencia o desenmascaramiento" fue esa? ¿Hizo que se avanzara en las posiciones obreras y socialistas?

Todo lo contrario: la mayoría de los líderes del PRS -que por entonces nos llamaron "sectarios" ante nuestra declaración de independencia política- convocaron, un año más tarde, directamente a ingresar al PSUV, el partido del "socialismo con empresarios" de Chávez, y de hecho disolvieron el PRS. En este sentido -cosas de la dialéctica- la fracción pública del PRS fue la mejor defensora de la continuidad de ese partido. Realmente, es sorprendente que IS no considere -después de haber estallado el PRS como producto de la acción de una fuerte corriente de dirigentes y militantes que se pasaron con armas y bagajes al chavismo-, que el combate fundamental en Venezuela es por la independencia política de clase, contra el oportunismo y la capitulación ante el nacionalismo burgués. Si se quiere, contra dos tipos de oportunismos, uno el pro-chavista y otro el proclive a la oposición "democrática" a la manera del PSTU de Brasil, contra el que también hemos batallado políticamente.

Pero lo más asombroso es que, ahora, nos endilguen promover "confusión" porque decimos que "coincidimos en impulsar la construcción de un partido de trabajadores, que exprese la independencia política de clase frente al PSUV de Chávez". Creíamos estar de acuerdo en esto. Les recordamos que la corriente hermana de Izquierda Socialista en Venezuela, encabezada por el compañero Chirino, tiene como nombre "Movimiento por la Construcción de un Partido de Trabajadores (MCPT)" y así lo consignan en su periódico, Voz de los Trabajadores. ¿No es verdad? ¿O la utilizan como una consigna "para la propaganda" pero no para llevarla a la acción? En todo caso, la confusión fue introducida por los compañeros de IS. Nuestra opinión es que la formación de un partido de trabajadores en Venezuela se desprende del rol de dirección del compañero Orlando Chirino -y otros dirigentes sindicales que estaban en el PRS- en el importante agrupamiento sindical C-CURA, que se reivindica clasista. Siendo así, estaría planteada una política más audaz que constituir un grupo de izquierda socialista, luchando por un partido de clase basado en sindicatos y organizaciones obreras de lucha que pueda incidir políticamente en los acontecimientos nacionales, como táctica para construir un partido revolucionario.

El problema es que la dirección de IS concibe, al revés de los consejos de Trotsky al SWP norteamericano, que la táctica de un partido de trabajadores significa la realización de un partido reformista. Dicen que nuestra propuesta es la de "un partido obrero amplio, con distintas corrientes, incluyendo burócratas. Sería comparable al PT de Lula en sus orígenes, cuando tenían fuerte peso corrientes católicas y de la burocracia sindical (personificadas en el propio Lula), así como grupos trotskistas". Evidentemente si surgiera un partido obrero reformista así en Venezuela, que mantuviera independencia del gobierno, los empresarios y el imperialismo, los revolucionarios tendríamos que tener una política no abstencionista y luchar por nuestro programa y la dirección de ese partido, si no queremos quedar al margen de un proceso en el que los trabajadores avancen, aunque sea un paso, en su independencia política. Pero no debe ser la intención de los revolucionarios fundarlo como partido reformista. Para seguir este importante debate de táctica marxista, aconsejamos ver cómo Trotsky plantea la cuestión en forma menos abstracta que IS: "¿Estamos por la creación de un partido obrero reformista? No. ¿Estamos a favor de una política que pueda dar a los sindicatos la posibilidad de poner su peso en la balanza de fuerzas? Sí. Se puede convertir en un partido reformista, depende de su evolución. Aquí surge, entonces, la cuestión del programa. (...) hemos de tener un programa de reivindicaciones transitorias, la más acabada de las cuales es un gobierno obrero y campesino. Nosotros estamos por un partido independiente de las masas trabajadoras que tome el poder del Estado. Debemos concretarlo: estamos por la creación de comités de fábrica, por el control obrero de la industria a través de los comités de fábrica...",( L. Trotsky, ’Cómo luchar por un partido obrero en Estados Unidos’).

Esta es la manera como nosotros concebimos la táctica de un partido de trabajadores dirigida a las organizaciones sindicales independientes como la C-CURA, o al menos a sus principales dirigentes, que grupos como la JIR y sobre todo el compañero Chirino de la UIT-CI pueden transformar en una herramienta filosa para la construcción de un verdadero partido revolucionario en Venezuela.

"Unidad de la izquierda" e independencia de clase

El punto en que más diferencias mantenemos con los compañeros de la dirección de IS es, efectivamente, como les decimos en nuestra Carta Abierta, que sostienen como lema principal "la unidad de la izquierda, a menudo sin una clara definición de clase".

Lamentamos que la respuesta a nuestra Carta Abierta amenace con profundizar esas diferencias: "Desafiamos a la dirección del PTS, con los hechos de los últimos diez años, para no hacer más historia, a que demuestren eso que han escrito. Para dar un solo ejemplo, Izquierda Unida no solo tuvo una clara delimitación de clase, y así lo expresó siempre su política, sino que incluía en su programa el gobierno de los trabajadores y el pueblo. Y no digamos las distintas experiencias con grupos trotskistas. Tanto en Venezuela y Brasil como en Argentina somos maniáticos defensores de la independencia de clase...", nos dicen los compañeros.

Que nos perdonen, pero esto no lo consideramos un gran "desafío" teniendo en cuenta que insiten en la reivindicación de Izquierda Unida. Tenemos más de un ejemplo: la histórica alianza con el PC comenzó postulando al arribista pequeñoburgués de Nestor Vicente como candidato a presidente en el año ’89, y culminó más recientemente con las postulaciones de Rivas del PS encabezando las listas electorales en la provincia de Buenos Aires, siendo poco tiempo después cooptado por Alberto Fernández como funcionario a vice jefe del gabinete de Néstor Kirchner. Otro fue el caso de Mario Cafiero candidateado a senador por ustedes, un hombre que fue funcionario bajo el menemismo en el intento de privatizacion del Astillero Río Santiago, participó junto al represor Patti en las internas del PJ bonaerense en una lista encabezada por Chiche Duhalde, y volvió al redil peronista cuando salió en defensa de su padre, Antonio Cafiero, ante los juicios por los crimenes de la Triple A que amenazaban implicarlo como ministro de Economía de Isabel Perón. Somos de la firme convicción de que, decir que se puede luchar "por el gobierno de los trabajadores y el pueblo", como solía hacer IU, con políticos de esa talla a la cabeza, no mejora sino que empeora las cosas. De eso se trata, justamente, el engaño de la conciliación de clases. Nosotros no le exigimos a los compañeros de Izquierda Socialista que, para abrir este debate, deban renegar de esta política del pasado, pero ¿debemos considerar semejante reivindicación "histórica" como su perspectiva política hacia el futuro? Sería lamentable, porque el Frente de Izquierda (FITS) que conformamos en las pasadas elecciones tiene una impronta muy distinta y fue encabezado por dirigentes obreros e intelectuales socialistas, acordes al programa que debían defender. "Profundizarlo y dar nuevos pasos unitarios" como propone IS sobre el FITS, va en un sentido contrario a la orientación de los compañeros del MST de Vilma Ripoll que llaman a "la unidad de la izquierda y la centroizquierda" de Pino Solanas llevando, en nuestra opinión, hasta el final la política que tuvo la alianza con el PC en Izquierda Unida. En este punto, nos extraña que IS nos critique por incluir en nuestra convocatoria al Partido Obrero -cuando formaron un frente con los compañeros del PO en Córdoba-, pero al mismo tiempo no se refieran, sino al pasar, a la política del MST. A la necesidad de ser consecuentes contra ese peligro oportunista de la "nueva izquierda" intentamos dar una repuesta con el llamado de nuestra Carta Abierta.

Volvamos al eje del debate

Compañeros de Izquierda Socialista: nos parece que debemos retomar el eje del debate que, al ustedes poner el acento en las diferencias con el PTS, se ha desviado de nuestra propuesta central. Desde el PTS, sin ignorar de ninguna manera las diferencias, hemos propuesto un Comité de Enlace para abrir un camino exploratorio hacia un partido común en base al fundamento de que nos reivindicamos de la estrategia de la revolución obrera y socialista. Así como el intercambio que iniciamos en esta segunda carta, podríamos encarar también seriamente la discusión sobre las consecuencias programáticas de la teoría -que la respuesta de IS defiende al pasar- de la "revolución democrática" contra las dictaduras militares, sobre lo que hemos escrito y fundamentado en contra, exhaustivamente. O sobre la interpretación de IS de la teoría-programa de la revolución permanente que, según creemos entender de su carta, ¿dicen que no sería la generalización a teoría internacional de lo que en 1905 Trotsky sólo planteaba para Rusia? Nosotros entendemos que sí, en el sentido de la comprobación -después de la definitoria experiencia de China- de que ya no se sostenía "la calificación muerta y pedante de países maduros y no maduros para la revolución proletaria" que tenían los stalinistas. Además, ponemos a disposición de la crítica de Izquierda Socialista los trabajos teóricos que hemos desarrollado sobre el estado de transición al socialismo, la dictadura del proletariado, donde rescatamos la fórmula de Trotsky del "pluripartidismo soviético" que, creemos, da una respuesta tanto a la visión de corrientes como la LCR de Francia, que intenta un híbrido entre la democracia soviética y el sufragio universal, como también a quienes conciben la dictadura del proletariado de modo burocrático.

El Comité de Enlace que proponemos no sería todavía un partido común, pero sí un método para encarar en esa perspectiva las más importantes discusiones tácticas, políticas y programáticas con los fundamentos teóricos que las sustenten, con la condición de una experiencia común en la lucha de clases. En nuestra opinión este debate debe ser organizado en forma abierta a la militancia de nuestras organizaciones y los lectores de nuestros periódicos, a toda la izquierda obrera y socialista, a los trabajadores clasistas y los estudiantes de izquierda. Así lo hicimos con la Carta Abierta y continuaremos con ésta. Cuando sostenemos la defensa de un partido con centralismo democrático, no estamos hablando de un "partido iglesia" donde no se debaten las diferencias; todo lo contrario: llegar a acuerdos sólidos que permitan una férrea disciplina en la acción de un partido revolucionario unificado supone clarificarlos abiertamente. Es decir, hemos propuesto un método tentativo para construir un partido revolucionario. ¿Qué propuesta tiene Izquierda Socialista al respecto?

Insistimos con el fundamento del llamado incial: "mientras ya hay signos que preanuncian tiempos de nuevas crisis económicas, políticas y choques de clases más violentos, estamos retrasados en la preparación de una dirección política, un partido revolucionario que pueda intervenir decisivamente en los acontecimientos".

5 propuestas unitarias

Junto a ratificar el llamado a un Comité de Enlace exploratorio hacia un partido revolucionario, les hacemos algunas propuestas para avanzar en acciones políticas unitarias.

 1. Seguir desarrollando una campaña por la reincorporación a PDVSA del compañero Orlando Chirino con acciones como venimos de hacerlo frente a la embajada venezolana en Argentina y con el acto del 20 de febrero en Venezuela.

 2. Nos parece que juntos podemos lanzar una campaña internacionalista sobre Cuba donde IS y el PTS coincidimos en que el régimen del PC cubano tiende cada vez más a abrir paso a la restauración del capitalismo aumentando las desigualdades sociales. Les acercamos, como primera propuesta, un bloque de consignas sobre las que planteamos la campaña: Abajo el bloqueo de EE.UU. a Cuba. Abajo los privilegios de la burocracia y los nuevos ricos que buscan la restauración capitalista. Libertad para organizar sindicatos independientes, consejos obreros y partidos que defiendan la revolución y sus conquistas. Libertad para los partidos trotskistas en Cuba.

 3. En el terreno del movimiento estudiantil, ante el próximo Congreso de la Federación Universitaria Argentina les proponemos impulsar desde el frente en la Facultad de Sociales de la UBA un bloque democrático y antigubernamental para democratizar la FUA, contra radicales y kirchneristas; así como también luchar en la UBA para llenar de contenido la FUBA y los centros de estudiantes y transformarlos en organizaciones militantes por una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo.

 4. En el movimiento sindical, proponemos una participación unitaria en las elecciones gremiales de las seccionales docentes de CTERA que se realizarán próximamente en Neuquán, Córdoba y Capital.

 5. Les proponemos este 24 de marzo marchar juntos a Plaza de Mayo en una columna con cabecera común del Frente de Izquierda (FITS).
Con fraternales saludos revolucionarios

Dirección nacional del Partido de Trabajadores Socialistas - PTS

Esta carta fue enviada a la dirección de Izquierda Socialista el 5 de marzo de 2008

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Die Europäische Union präsentiert sich als Vereinigung Europas. Doch diese imperialistische Allianz hilft dem deutschen Kapital, andere Teile Europas und der Welt zu unterwerfen. MarxistInnen kämpfen für die Vereinigten Sozialistischen Staaten von Europa! 

Widerstand im Spanischen Staat 

Am 15. Mai 2011 begannen Jugendliche im Spanischen Staat, öffentliche Plätze zu besetzen. Drei Jahre später, am 22. März 2014, demonstrierten Hunderttausende in Madrid. Was hat sich in diesen drei Jahren verändert? Editorial Nieder mit der EU des Kapitals!

    RIO (Alemania)

  • Liga de la Revolución Socialista (LRS - Costa Rica) Costa Rica LRS En Clave Revolucionaria Noviembre Año 2013 N° 25 

Los cuatro años de gobierno de Laura Chinchilla han estado marcados por la retórica “nacionalista” en relación a Nicaragua: en la primera parte de su mandato prácticamente todo su “plan de gobierno” se centró en la “defensa” de la llamada Isla Calero, para posteriormente, en la etapa final de su administración, centrar su discurso en la “defensa” del conjunto de la provincia de Guanacaste que reclama el gobierno de Daniel Ortega como propia. Solo los abundantes escándalos de corrupción, relacionados con la Autopista San José-Caldera, los casos de ministros que no pagaban impuestos, así como el robo a mansalva durante los trabajos de construcción de la Trocha Fronteriza 1856 le pusieron límite a la retórica del equipo de gobierno, que claramente apostó a rivalizar con el vecino país del norte para encubrir sus negocios al amparo del Estado. martes, 19 de noviembre de 2013 Chovinismo y militarismo en Costa Rica bajo el paraguas del conflicto fronterizo con Nicaragua

    Liga de la Revolución Socialista (LRS - Costa Rica)

  • Grupo de la FT-CI (Uruguay) Uruguay Grupo de la FT-CI Estrategia Revolucionaria 

El año que termina estuvo signado por la mayor conflictividad laboral en más de 15 años. Si bien finalmente la mayoría de los grupos en la negociación salarial parecen llegar a un acuerdo (aún falta cerrar metalúrgicos y otros menos importantes), los mismos son un buen final para el gobierno, ya que, gracias a sus maniobras (y las de la burocracia sindical) pudieron encausar la discusión dentro de los marcos del tope salarial estipulado por el Poder Ejecutivo, utilizando la movilización controlada en los marcos salariales como factor de presión ante las patronales más duras que pujaban por el “0%” de aumento. Entre la lucha de clases, la represión, y las discusiones de los de arriba Construyamos una alternativa revolucionaria para los trabajadores y la juventud

    Grupo de la FT-CI (Uruguay)