Declaración LER-QI
Frente a Dilma y Aécio, voto nulo por la construcción de una salida obrera
06/10/2014
Dilma vence en el primer turno con el 41,6% de los votos. Aécio Neves, que hasta hace pocos días aparecía en las encuestas fuera de la disputa, fue la sorpresa obteniendo el 33,6%. Marina Silva fue la principal derrotada con el 21,3%. Las elecciones mostraron la falta de una alternativa de izquierda.
Dilma gana pero con una dificultad inédita
La candidata del PT pasa a segundo turno con 5,3 puntos porcentuales menos de lo que había conseguido en la primera vuelta de las elecciones de 2010 (46,9%). Es el porcentaje más bajo para un candidato que sale en primer lugar desde 1989, cuando el entonces candidato Fernando Collor fue a segunda vuelta contra Lula con 28,5%. La fuerte recuperación electoral de Aécio Neves, principalmente en Minas Gerais y San Pablo, y la migración de electores de Marina Silva hacia el candidato del PSDB, explican el “viraje” abrupto en la recta final del primer turno.
El triunfo de Dilma se da porque, a pesar del deterioro de la economía en el último tiempo, aun persiste cierta inercia en relación al ciclo de crecimiento económico que caracterizó al lulismo, en especial los bajos índices de desempleo. Esta inercia permite, a pesar del alto descontento que existen luego de tres mandatos del PT, rechazar la posibilidad de volver al neoliberalismo implementado por el PSDB, dando lugar a un voto “útil” contra los tucanos.
Dilma obtuvo el 5,3% de los votos menos que en el primer turno de 2010. En algunos estados, como San Pablo y el Distrito Federal, también se puede notar un crecimiento del voto anti-PT. En la elección a la Cámara de Diputados Federales, o PT, aunque conserve la mayoría, fue el partido que más perdió, cayendo de 88 a 70 bancas. Además de perder una banca en el Senado, con especial valor simbólico: sale Eduardo Suplicy e ingresa José Serra.
La principal contra tendencia al sabor de empate en el triunfo de Dilma es el resultado en Minas Gerais, donde el candidato petista Fernando Pimentel venció en el primer turno, poniendo fin al control por 12 años del PSDB en el que fuera el bastión electoral de Aécio. Además de Minas, el PT logra reelegirse en Bahía y desplaza en Piauí al MPDB en el primer turno y disputa el segundo en Rio Grande do Sul, Mato Grosso dol Sul y Ceará.
Aécio recupera capital electoral del PSDB
Después de considerar la posibilidad de que su partido sufriera una derrota histórica en caso de perder frente a Marina, la recuperación de Aécio ubica al PSDB como el principal partido de oposición al PT. Además de haber logrado un resultado superior al de Serra en las elecciones de 2010, Aécio no sólo superó a Marina Silva en la recta final sino que se posicionó bien para el segundo turno.
A pesar de haber perdido su bastión histórico en Minas Gerais, el PSDB reelige a Alckmin en el primer turno en San Pablo y Paraná, y sigue en disputa en el segundo turno en otros cuatro estados secundarios (Goiás, Mato Grosso do Sul, Paraíba y Roraima). En el Congreso, el PSDB mantuvo su resultado de 2010, sumando sólo un diputado. El dato divulgado por la prensa, como si hubiera crecido en 11 bancas es completamente interesada para dar más oxígeno a Aécio. Este cálculo no toma en cuenta las bancas que el PSDB tenía hasta el año 2012 cuando algunos de sus parlamentarios se pasaron al PSD, y en 2013 cuando otros más se fueron al PROS. Aun así, aunque la actual elección sea apenas superior a la de 2010, significa una recuperación para el PSDB. A pesar de haber perdido dos bancas en el Senado (aunque Aécio y su vice Aluísio Nunes hayan abandonado las suyas para competir en estas elecciones), se dieron el gusto de reemplazar a Suplicy por Serra.
Marina pierde pero se mantiene como “factor político” relevante
Marina retrocede a un nivel semejante al que había alcanzado en la elecciones 2010 con un sabor amargo por la caída vertiginosa en la recta final, después de haber amenazado ganarle a la actual presidenta. Aun así, el posicionamiento de Marina en el segundo turno será importante para definir el resultado final ya que puso en evidencia que conserva un sector relevante de electorado cautivo.
Aunque el PSB pasa por una crisis interna y puede dividirse en los próximos años, con una sector buscando formar la REDE de Marina, la lista del ex gobernador Eduardo Campos fue la que más creció en el Congreso Nacional. Amplió de 24 a 34 su banca de Diputados Federales y aumentó de 4 a 7 el número de senadores.
PSOL duplica sus votos, pero se ubica lejos de las posibilidades abiertas en Junio
El PSOL a pesar de duplicar su votación en relación al 2010, alcanzando 1,6 millones de votos y aumentar su bancada de 3 a 5 diputados federales y de 6 a 13 diputados estaduales (la candidatura de Luciana Genro alcanzó el 1,55% del electorado), no se constituyó como una alternativa nacional a los millones que despiertan políticamente frente a la crisis de representatividad abierta en Junio de 2013. Ni tampoco apareció como alternativa para los trabajadores que protagonizaron la mayor oleada de huelgas desde los años 90.
Salvo en Río de Janeiro y en Río Grande do Norte, donde los candidatos del PSOL a gobernador obtuvieron casi el 9% de los votos, en el resto del país el PSOL obtuvo votaciones marginales, sin superar el 2%.
Si por un lado en Rio de Janeiro el PSOL se fortalece como una representación parlamentaria dinámica que ya existía antes de las Jornadas de Junio de 2013, y que puede arrastrar votos con temas democráticos como los derechos LGBT y la legalización de las drogas, por otro es electo como parte de su bancada una figura reaccionaria como el “Cabo Daciolo” (bombero militar que dirigió un motín y que tiene como principal bandera la defensa del reaccionario proyecto PEC 300 que elevaría el salario básico de los policías a R$ 4.200, mientras 3 de cada 4 trabajadores reciben 1 salario mínimo de R$ 724,00). En Amapá reproduciendo las viejas prácticas del PT en los lugares donde gobierna, y en el segundo turno como parte de la coalición a gobernador encabezada por el PSB de Marina Silva.
En la recta final de las elecciones Luciana Genro ganó un poco más de visibilidad por haberse enfrentado a los candidatos dominantes en los debates televisivos denunciando la complicidad entre el PT y el PSDB frente a la corrupción y levantando algunas banderas del movimiento LGBT contra el reaccionario Levy Fidelix. Esto dejó claro la importancia de las demandas democráticas más elementales en un país dominado por el oscurantismo y por las alianzas reaccionarias que domina el sistema político.
Para ser consecuente con este sentimiento no basta defenderlo en el plano político electoral, ahora os parlamentarios y el peso superestructural conquistado por el PSOL deben estar al servicio de fortalecer la organización de lucha de los movimientos LGBTs, feministas y de la juventud por los derechos civiles y contra la ingerencia del Estado y de las religión en las cuestiones privadas. Los activistas que votaron a los candidatos del PSOL por estas cuestiones democráticas, y sus militantes están llamados a tomar estas iniciativas para organizar procesos unitarios de movilización en defensa de esos derechos democráticos y demandas ampliamente difundidas a partir de las manifestaciones de Junio.
El PSOL al marcar un camino de alianzas reaccionarias y de recibir dinero de la burguesía para ascender al poder, puede repetir los pasos que dio el PT al abandonando las demandas democráticas gradualmente e integrándose como “partido del orden” capitalista.
PSTU alcanza un resultado ínfimo
El Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU) y el Partido Causa Operaria (PCO), después de las enormes manifestaciones que cambiaron al país en 2013 y después de la mayor oleada de huelgas desde los ‘80, tuvieron la misma votación que en las últimas elecciones. Esto deja claro su incapacidad para construirse mínimamente como una alternativa política entre sectores más amplios de la clase trabajadora y juvenil.
El PSTU nunca fue un partido que lograra votaciones significativas, sobre todo en los cargos más altos. En las últimas elecciones su resultado electoral fue mínimo. En 2010, el 0.08 de los votos, ahora 0,09% (90 mil votos) a presidente de la República. Sus candidatos parlamentarios, a pesar de tener años en la dirección de sindicatos importantes como metalúrgicos, profesores, construcción civil y el subte obtuvieron votos insignificantes. Toninho Ferreira, ex presidente del Sindicato de Metalúrgicos de San José do Campos que recientemente participó como dirigente del movimiento por la vivienda como el Pinheirinho, fue como candidato a diputado Federal en San Pablo obteniendo 22 mil votos. El dirigente del sindicato de la construcción civil de Belem (PA) Cleber Rabelo, fue electo concejal en 2012 con casi 4.600 votos y ahora para diputado federal obtuvo solo 7.700 votos.
Con votaciones irrisorias, este partido comprueba que su inserción en sindicatos y sectores obreros está lejos de una práctica clasista y revolucionaria que fortalezca los lazos orgánicos de un partido revolucionario con sectores de trabajadores y trabajadoras como expresión de lo más avanzado del nivel de conciencia y subjetividad proletaria. La práctica del PSTU separa la lucha sindical de la lucha política, resultando en una intervención sindicalista encubierta con propaganda sobre el socialismo, desligado de la tarea de organizar una vanguardia clasista en la perspectiva de construcción de un verdadero partido revolucionario de trabajadores, principalmente en un momento en que vivimos una experiencia de masa con el PT; la burocracia sindical y el régimen político burgués que se desgasta y deja abierta la herida de crisis de representatividad. Esto es, amplios sectores de las masa, jóvenes y trabajadores no aceptan más pasivamente la dominación de esta casta política corrupta y antipopular que abre posibilidades concretas de llegar a la masas fuertes ideas revolucionarias, anticapitalistas contra el Estado y la explotación capitalista.
En primer turno, desde la Liga Estrategia Revolucionaria luchamos por una política clasista llamando al voto por Zé Maria y los candidatos del PSTU donde no fueran en coalición con el PSOL y otras alternativas reformistas.
Frente a la ausencia de una alternativa, votemos nulo y abramos el debate sobre la construcción de un nuevo partido revolucionario de los trabajadores
El histórico e inédito nivel de oscilación en estas elecciones es una demostración de la falta de una alternativa política que exprese la etapa abierta luego de las jornadas de Junio.
El ascenso meteórico de Marina Silva, luego de la muerte de Eduardo Campos, se dio en un primer momento por su discurso de “nueva política”, que superaba la polarización PT x PSDB. Solo en un momento logró atraer también un “voto útil” de parte de los electores tucanos que la vieron con mayores posibilidades de sacar al PT del poder.
Su caída comenzó porque se evidenció que “su nueva” política era una falacia, haciendo que el voto petista que había arrastrado volviese a Dilma y después de los últimos días de campaña el electorado más propenso a los tucanos volviera a su espacio original.
La ausencia de una alternativa de izquierda que fuera expresión del descontento con el gobierno del PT, el desgaste de este partido permitió un crecimiento de los partidos capitalistas y una recomposición de los tucanos, manteniendo la vieja polarización entre ellos y una casta política que continuará negando nuestros derechos y saqueando las riquezas nacionales producidas por los que trabajan.
Aumentos de tarifas, cortes en los gastos sociales, desempleo, inflación… Todos estos elementos que ya son una realidad tienen a aumentar. Aécio Neves ya declaró, a través de su Ministro Armínio Fraga, que desde el primer día tomará decisiones impopulares, es decir, medias contra los salarios, empleos, derechos sociales y democráticos. Independientemente de quien gane, tanto Dilma como Aécio se preparan para descargar los costos de la crisis económica que se avecina en el país sobre las espaldas de los trabajadores.
El voto “antipetista” a favor de Aécio Neves significará la vuelta de los paladines de la privatización, cortes de gastos sociales, pésimas condiciones y elevados precios para servicios como educación, salud, transporte, energía, agua, además de pérdida salarial y fin de derechos laborales y despidos.
El “voto útil” a Dila como un “mal menor” contra los tucanos no es una alternativa porque legitimará la falta de atención a las reivindicaciones de Junio y la medias que serán implementadas contra los trabajadores y el pueblo en el próximo período en caso de que el PT se imponga en las elecciones.
De hecho, sin contar con un partido revolucionario los trabajadores no encuentran una alternativa real, apenas demagogia y engaño de los que hablan de “cambiso”, pero para mantener todo como está. Frente a esta falta de alternativa, llamamos a los jóvenes y trabajadores a votar nulo en el segundo turno, al mismo tiempo que llamamos a abrir el debate sobre la construcción de un nuevo partido revolucionario de la clase trabajadora, en base a las lecciones sobre la experiencia del PT y el fracaso de la izquierda actual. Un partido que reúna a los sectores más destacados de las huelgas que sacudieron al país este año y de la juventud que salió a las calles en Junio y continúa luchando contra este sistema política de explotación y opresión.