TRAS CASI 20 AÑOS
Histórico paro general en Paraguay
27/03/2014
El paro general del miércoles 26 tuvo una gran repercusión. Según las noticias (al cierre de esta edición), miles de campesinos provenientes de varios departamentos del interior marcharon por Asunción, en la XXI Marcha del campesinado pobre que reclama reforma agraria, libertad a los presos de Curuguaty (que se hallan en huelga de hambre desde el 14/02) y otras demandas. Desde la mañana hubo piquetes y cortes intermitentes. Distintos sectores de trabajadores se sumaron al paro y salieron a las calles, así como estudiantes secundarios, universitarios, taxistas, pobladores de los barrios populares (aunque no se conocen todavía datos de industrias y empresas privadas, donde el acatamiento habría sido menor). Después del mediodía, miles de manifestantes acudieron a las Plazas de la Democracia y de Armas, reclamando la libertad de los presos de Curuguaty, por el aumento salarial, contras la reforma a la legislación represiva y la privatizadora Ley de “alianza público-privada” que impulsa el gobierno de Cartés, contra el aumento del boleto y otras demandas. La Ciudad capital mostró un alto acatamiento, con el centro comercial prácticamente paralizado, al igual que en Ciudad del Este, donde se bloqueó el puente internacional, y otras poblaciones del interior.
En Argentina, en varias ciudades como en la Capital Federal, se realizaron mitines de solidaridad con el paro, con participación de sectores de la numerosa comunidad paraguaya en el país, y con la adhesión de corrientes de izquierda, como nuestro partido el PTS.
La fuerza del paro reflejó la polarización y el amplio descontento social y parece señalar un importante paso en el reanimamiento del movimiento de masas. El acuerdo para convocar al paro en el movimiento sindical [1] (fragmentado en 7 centrales y con una baja tasa de afiliación), favoreció las tendencias a unir las filas de los trabajadores y a la alianza con el campesinado pobres y los estudiantes.
El gobierno de Cartés, por su parte, sufrió un revés político con el éxito de la medida, pese a las amenazas represivas, a un insuficiente incremento salarial del 10% en el salario mínimo y a la campaña mediática y de las asociaciones empresariales contra la huelga.
Cartés y el plan burgués-terrateniente
El gobierno del empresario Horacio Cartés y del viejo Partido Colorado (que fuera el partido del dictador Stroessner), llegó al poder en mayo de 2013 legitimando electoralmente el golpe “constitucional” contra el centroizquierdista Lugo. Cartés viene llevando adelante una ofensiva reaccionaria para imponer reformas económicas y políticas favorables a los sectores más concentrados del empresariado, los terratenientes y el capital extranjero.
En 2013, la economía paraguaya vivió una amplia recuperación tras la recesión de 2012. Según el FMI, el PBI creció un 13%, debido al alza exportadora de carne y soja, aunque en 2014 el aumento se ubicaría en un más moderado 4,5%, mostrando un comportamiento muy volátil y extremadamente dependiente de las ventas al exterior y de la situación de Brasil y Argentina, a los que proporciona energía eléctrica de Itaipú y Yaciretá, así como bienes manufacturados de origen extranjero mediante la “triangulación comercial” y el contrabando.
El atrasado y dependiente capitalismo paraguayo está plagado de agudas contradicciones económicas y sociales. “Paraguay es el país con la segunda mayor concentración de tierras en el mundo, ya que el 2,6 % de los propietarios detentan el 85,5 % de la superficie agraria, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)”. [2] Entre tanto, muchos campesinos carecen de tierras, un 28% de los paraguayos está por debajo de los indicadores de pobreza y casi 20%, en condiciones de abierta miseria.
El programa económico “neoliberal” de Cartés apunta a profundizar este “paraíso comercial y terrateniente” dejando manos libres a la concentración de tierras y el “agrobusiness” sojero-ganadero, entregando los recursos naturales al capital extranjero, abriendo nuevas fuentes de ganacias a inversores privados con la Ley de “alianza privada-pública” (privatización mal encubierta de las empresas y servicios públicos, al entregarlas a la gestión de inversores privados asociados) y otras reformas reaccionarias, entre las que se cuentan mayores acuerdos, incluso de facilidades militares, con el imperialismo norteamericano.
Unidad obrera, campesina y estudiantil para la lucha
El avance en estos planes, pese al amplio consenso burgués y el apoyo imperialista, está generando la resistencia de los sindicatos y el movimiento campesino, en una prueba de fuerzas de largo aliento, de la cual el paro es un primer e importante test.
La anterior huelga general se produjo hace casi dos décadas, en 1999. Ese proceso de movilización terminó siendo desviado electoralmente detrás del “frente anticolorado” que llevó a la presidencia al ex obispo Lugo. La falta de respuesta a las demandas populares de ese gobierno de tono “progresista”, apoyado por la mayoría de las direcciones sindicales y de izquierda, sembró la decepción y confusión entre sectores de masas. Finalmente, la capitulación sin lucha de Lugo ante el golpe “parlamentario” de su ex aliado, el vicepresidente Franco y la oposición derechista, a lo que se sumó el proceso electoral que consagró a Cartés y el retorno colorado, significó un importante avance en la recomposición de la derecha.
Ahora, el nivel de éxito del paro y las protestas que le antecedieron denota el reanimamiento de la resistencia entre los trabajadores y campesinos.
El frente único sindical convocando a la huelga del 26, si bien acordado desde arriba, entre direcciones mayormente burocráticas, y sin estar integrado a un plan de lucha que dé continuidad a la movilización, brindó un referente y un canal para la bronca obrera y popular, permitiendo que afloraran progresivas tendencias a la unidad de los trabajadores y a la alianza con los campesinos y sectores estudiantiles, así como instalando al movimiento de los trabajadores en la escena política, todo ello conquistas del actual proceso de masas.
Lamentablemente, entre las direcciones predomina una política conciliadora, que puede dar pie a los intentos del gobierno de “descomprimir” mediante un diálogo en el cual no está dispuesto a ceder en sus políticas fundamentales.
La gran jornada del 26 muestra que el único camino por el cual se puede derrotar el plan de Cartés e imponer las demandas obreras y populares, es el de la movilización independiente de los trabajadores, en alianza con campesinos y estudiantes.-
Para preparar los próximos pasos y continuar la pelea sería necesario discutir democráticamente, desde las bases, un verdadero plan de lucha y desarrollar, en base a las demandas que motorizan la lucha: por el salario, por la tierra, por la libertad de los presos por luchar y contra la represión, contra las privatizaciones; un programa obrero y campesino.
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¿Qué estrategia para la movilización?
El proceso de lucha contra el gobierno de Cartés y sus medidas al servicio de la burguesía, los terratenientes y el imperialismo replantea problemas políticos de fondo. Distintas fuerzas políticas y direcciones sindicales actúan desde una estrategia de reformas “posibles” dentro del capitalismo y del régimen político, buscando “humanizarlos” con el acuerdo de sectores supuestamente “antineoliberales” de la burguesía.
Es el caso de la Coordinadora Democrática, impulsada desde el Frente Guasu (del ex presidente y actual senador Fernando Lugo). Según sus actas fundacionales, se trata de buscar una “ARTICULACIÓN Y UNIDAD DE ACCIÓN DE SECTORES DEMOCRáTICOS, PATRIOTICOS Y PROGRESISTAS, debido a la delicada situación política, económica y social QUE AMENAZA LA DEMOCRACIA REPUBLICANA, REPRESENTANTIVA, PARTICIPATIVA Y PLURALISTA, así como el ORDEN CONSTITUCIONAL VIGENTE, como resultado de la POLITICA NEOLIBERAL TARDÍA y DE CONCENTRACIÓN TOTAL DEL PODER DEL PRESIDENTE HORACIO CARTES” [3].
La Coordinadora Democrática se presenta como un “acuerdo político-gremial”, “una herramienta de organización y movilización de carácter amplio y diverso para encarar la lucha unificada del pueblo paraguayo” y adhieren a la misma “... la Central Nacional de Trabajadores (CNT) y Central Unitaria de Trabajadores Auténtica (CUT-A), Federación de Educadores del Paraguay (FEP), Sindicato de Trabajadores de la ANDE (Sitrande), Sindicato de Trabajadores de la Copaco (Sinattel), Coordinadora de Organizaciones Campesinas e Indígenas del Paraguay (Cocip), Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (Mcnoc). También la conforman el Frente Patriótico Popular (FPP), Organización de Lucha por la Tierra (OLT), Federación Paraguaya de Trabajadores del Transporte (Fepatrat), y el Frente Guasu y el Partido de los Trabajadores (PT)”. [4]
Pero, como ya mostró la experiencia con el gobierno de Lugo, no es la estrategia de la colaboración con figurones y sectores burgueses “antineoliberales”, la que puede dar la tierra a los campesinos, satisfacer las demandas obreras o alcanzar la liberación nacional. Con Lugo, más allá de los discursos, no se tomó una sola medida seria contra el poder empresarial y latifundiario, se aceptó la militarización de áreas rurales, se mantuvieron los compromisos con el imperialismo, y se retrocedió permanentemente ante la reacción, capitulando sin pena ni gloria ante los golpistas.
Es un programa utópico, por ejemplo, hablar de “limitar” la expansión sojera con sus secuelas ambientales, laborales y de extranjerización, sin una verdadera reforma agraria expropiando a la gran propiedad del suelo, pero a ésta se unen a través de múltiples lazos los intereses de bancos, empresas, en fin, del conjunto de la burguesía, que defiende la “sagrada propiedad privada” y teme como la peste a la movilización campesina.
En suma, las demandas de los trabajadores y campesinos no pueden realizarse sin resolver las grandes tareas democráticas estructurales y éstas implican afectar al capital y la gran propiedad de la tierra y romper con el imperialismo. La alianza con los políticos de centroizquierda al estilo de Lugo subordina la lucha de masas como un mero factor de presión y sólo sirve para limitar, desviar y frustrar su movilización. El Frente Guasu pretende apoyarse en las organizaciones obreras y campesinas para recomponer sus proyectos electorales e intentar una reedición de la política ya fgracasada bajo el gobierno Luguista.
La unidad obrera y la alianza con el campesinado pobre y los sectores populares son necesarios para la lucha contra Cartés, pero hay “sumas que restan”, y este es el caso de los frentes y pactos políticos detrás de la centroizquierda y el reformismo. Se trataría en todo caso, como enseñaba Lenin, de “golpear juntos y marchar separados” pero nunca aceptar un programa político común con los “progresistas” proburgueses. Frente a este tipo de proyectos políticos, la tarea de la izquierda socialista [5] en Paraguay debiera ser intervenir en el proceso de movilización, defendiendo la necesidad de avanzar hacia la organización políticamente independiente de la clase obrera, para que acaudille hacia el triunfo, imponiendo un gobierno obrero y campesino, la alianza con toda la nación oprimida y explotada.
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Solidaridad frente a la Embajada de Paraguay en Argentina
Este miércoles 26/3 el Frente de Trabajadores Paraguayos Migrantes Unidos en la Argentina manifestó su apoyo a la huelga general frente a la Embajada de Paraguay en nuestro país. Desde las 15 se realizó una radio abierta y a las 18 un acto en la embajada en el contexto de la convocatoria realizada por la Central de Trabajadores Argentina (CTA). Desde el frente leímos el volante que sacamos en apoyo a la huelga y llevamos el saludo de Christian Castillo, diputado de la Provincia de Buenos Aires por el PTS en el FIT, el cual fue muy aplaudido.
Reproducimos a continuación el volante del Frente de Trabajadores Paraguayos Migrantes Unidos en la Argentina:
26 DE MARZO: ¡VIVA LA HUELGA GENERAL EN PARAGUAY!
18:30hs Concentración de apoyo en la embajada de Paraguay (Las Heras 2545)
El gobierno neoliberal de Cartes representa a los sectores más concentrados de las patronales, los latifundistas y el imperialismo. Desde su asunción, se militarizó el campo, se profundizó la persecución y asesinato de campesinos en manos de sicarios (que ya venía de gobiernos anteriores), se avanzó contra la libertad sindical, se atacó la lucha de los trabajadores de la salud, de los choferes y de los docentes a quienes les descontaron los días parados. Además de aumentar la tarifa del transporte, se niega a dar aumento de salarios acordes a la inflación mientras manipula los índices de precios. La reciente aprobación de la Ley de Alianza Público Privada, abre las puertas a la privatización de las empresas que aún están en manos el Estado.
La mayoría de los trabajadores están precarizados, trabajando más de ocho horas, sin seguridad social y con miedo a organizarse por temor al despido. La pobreza alcanza a la mitad de la población, siendo el país con mayor pobreza extrema de la región. Una de las principales causas de la pobreza en Paraguay es la dificultad para acceder a la tierra. Un 2 % de la población es dueña de alrededor del 80 % de la tierra. Los partidos tradicionales (colorados y liberales) siempre han servido a los intereses de las clases dominantes. Por su parte el Frente Guasú que despertó importantes expectativas, también demostró su subordinación a latifundistas y empresarios, por lo que no representó una alternativa para trabajadores, campesinos y sectores populares.
Sobran razones para apoyar esta huelga general llamada por las principales centrales sindicales y campesinas. Mientras se anuncian movilizaciones desde el 24 y 25, el gobierno busca generar miedo, poniendo en estado de alerta a las fuerzas armadas.
* ¡Viva la huelga general en Paraguay!
* Derogación de la Ley de Alianza Público – Privada (APP)
* Contra la suba del pasaje, de productos, y servicios públicos. Aumento salarial acorde a la inflación.
* Tierra para los campesinos. Por la expropiación de los grandes latifundios.
* Por la libertad sindical
* No a la represión, militarización y persecución en Paraguay
* Por la libertad de los presos de Curuguaty y todos los presos políticos
* Por la movilización independiente de trabajadores y campesinos
* Ninguna confianza en los partidos patronales y sus socios latifundistas
En Argentina, el gobierno de Cristina intenta imponer topes salariales por debajo de la inflación empezando por los docentes que vienen realizando una huelga histórica que recorre todo el país, mientras el gobierno de Scioli busca imponerles un sueldo de miseria. Al mismo tiempo en la ciudad de Las Heras se condenó a trabajadores petroleros, tres de ellos a cadena perpetua por un crimen que no cometieron mediante testimonios arrancados con torturas, por luchar contra la precarización laboral. Un fallo a la medida de las petroleras avalado por la misma presidenta. Por otro lado los inmigrantes sufrimos las peores condiciones de precarización y explotación, como en los sectores de la construcción y el trabajo doméstico.
¡Tenemos que organizarnos formando agrupaciones de trabajadores y trabajadoras por la defensa de nuestros derechos! ¡Todo el apoyo a la lucha docente! ¡Libertad y absolución a los petroleros de Las Heras! Este 9 de abril participemos de la jornada nacional de lucha con cortes en todo el país por la absolución de los petroleros.
Frente de Trabajadores Paraguayos Migrantes Unidos en la Argentina
26/03/2014
NOTASADICIONALES
[1] Convocaron al paro la Plenaria de Centrales Sindicales, que aglutina a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Central Unitaria de Trabajadores Auténtica (CUT-A), Confederación de la Clase Trabajadora (CCT), Central General de Trabajadores (CGT), Central Sindical de los Trabajadores del Paraguay (CESITP), y Confederación Paraguaya de Trabajadores (CPT). Otras organizaciones que llamaron al paro son la Central Nacional de Trabajadores (CNT), la Federación Nacional Campesina, Organización de Trabajadores de la Educación - Sindicato Nacional (OTEP-SN), la FNC (Federación Nacional Campesina). También adhirieron la Coordinadora Democrática (integrada por la CNT, el Frente Guasú y la MCNOC - Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas) y distintas corrientes de la izquierda.
[2] Clarín, 27/12/2013.
[3] Acta de acuerdo político-gremial por el cual se constituye la Coordinadora Democrática 14/10/2013.
[4] http://portaldelsur.info/ 16/10/13.
[5] Es lamentable que grupos de la izquierda que se reclaman obreros y socilaistas, y hasta trotskistas, como el Partido de Trabajadores (PT), que integra la LIT-CI, se adapten a este tipo de proyectos dirigido por la centroizquierda. No hemos podido acceder a ninguna delimitación frente a la CD ni aclaración de su participación. Una nota del PT en la página de la LIT-CI se limita a decir que “Una dificultosa unidad del pueblo trabajador se está construyendo. La Coordinadora Democrática es una plataforma multisectorial que está en proceso de constitución. Garantizó una movilización nacional el 28 de octubre pasado, que resultó insuficiente para detener la aprobación de la Ley de Alianza Público-Privada” sin la menor delimitación programática, política, ni de clase. (http://www.litci.org/inicio/newspaises/america/paraguay/4147-leyes-antiobreras-ajustes-luchas-gestion-cartes).