Chile | Editorial
La encrucijada: ¿hacia la derecha o hacia la izquierda?
04/09/2014
Agosto cierra con una alta efervescencia. Y para septiembre, los frentes se abren: la reforma educacional sigue bajo el ataque de la derecha y los empresarios de la educación movilizando a padres y apoderados y buscando generar un clima reaccionario contra cualquier reforma, como con el recurso de la distorsión de las encuestas. Los empresarios rechazan cualquier reforma laboral. La economía entra en un período de recesión.
¿Cómo responde el Gobierno? Derechizándose. El Ministro de Educación Eyzaguirre anuncia cada vez más garantías para los defensores de la educación de mercado. El Ministro de Hacienda Arenas deja ver a los empresarios que la reforma laboral no cambiaría nada. Y ante la recesión económica anuncia medidas para favorecer a los empresarios, aunque sus ganancias siguen creciendo, y despiden trabajadores. La derechización quieren disimularla: el cónclave de Cerro Castillo reafirmó la gratuidad en la educación, el binominal será eliminado.
Pero no alcanza: las cúpulas burocráticas salen en su defensa: la presidenta PC de la CUT Bárbara Figueroa se sube a todos los palcos con Bachelet. La dirigencia de la CONFECH resolvió seguir en la Mesa de Participación Ciudadana, y, forzada, una semana más tarde decidió bajarse. Le dieron tiempo al Gobierno. Y favorecieron así que la derecha siga a la ofensiva.
Nada se resuelve de acuerdo a las demandas de los estudiantes y los trabajadores. Que mantienen su disposición a movilizarse. El 21 de agosto, más de 50.000 estudiantes salieron a las calles. Los trabajadores se prepararan para una jornada de movilización y paro el 4 de septiembre. Chile entra en una encrucijada: ¿virará hacia la derecha o hacia la izquierda?
Falsas promesas, garantías, chantaje
Falsas promesas: el Gobierno de la Nueva Mayoría reafirma sus promesas de campaña, de reforma educacional con educación gratuita, nueva Constitución y reformas laborales. Ya tenemos la experiencia de la reforma tributaria: protocolo que favorece a los empresarios. Ahora el presidente de la DC Ignacio Walker dice que la reforma educacional como estaba planteada “no va más”. Ahora Arenas asegura que la reforma laboral no afectará a los empresarios. Ahora Andrade dice que la nueva Constitución será hecha entre 4 paredes, ya que “el método” es algo académico.
Garantías: Ahora Eyzaguirre le garantiza a la derechista CONFEPA (y a la derecha, y a la Iglesia, y a los empresarios de la educación) que los subsidios a los empresarios de la educación seguirán y se aumentarán, se arrodilla… ¡el mismo día que la CONFEPA saca un periódico para agitar contras las reformas! Humillante.
Chantaje. La recesión comienza en Chile. Los empresarios ya despiden trabajadores. No se quedan allí: chantajean, anuncian que caerá más la inversión. Y que por eso, no deben hacerse reformas laborales. O aumentarán los despidos. Pero a la vez, aumentan las ganancias empresariales. Y atacan más a los trabajadores: vuelven a aumentar los pasajes del Transantiago, Metro y buses. Y el Gobierno de la Nueva Mayoría les asegura nuevos negocios y ganancias.
Ya ahora juntos, el Gobierno de la Nueva Mayoría, los empresarios, la derecha, quieren llevar todo a la derecha, dejar todo como está, ignorar las demandas de los estudiantes y los trabajadores.
Y se apoyan en la cobertura por izquierda que les da el Partido Comunista, y en las cúpulas burocráticas.
EL PC calla y sostiene por izquierda a su Gobierno que se inclina a la derecha
Ante la recesión, el Gobierno de la Nueva Mayoría, anuncia planes que favorecen a los empresarios. Para los trabajadores, nada.
Ya anuncian que las reformas laborales serán de acuerdo a lo que los empresarios quieren.
El PC calla. Y así sostiene por izquierda a su Gobierno que se inclina a la derecha.
Pero tienen un problema.
La disposición a la lucha y un incipiente ánimo anti-burocrático
Las cúpulas burocráticas del CONFECH también sostienen al Gobierno: decidieron, con maniobras, mantenerse en la Mesa de Participación Ciudadana, que nada trajo a las demandas estudiantiles. Una semana después, se ven obligados a bajarse: es que era insostenible. La decisión es correcta: ¿pero hacia dónde se va? Hasta ahora, el FEL, la UNE, IA, el NAU, venían hablando de “mesas bilaterales” con el Mineduc para “colegislar”, al estilo del Colegio de Profesores: ya sabemos en qué terminó: una consulta rechazada por las bases. El camino es otro: convocar a un Congreso Educativo de Lucha con delegados de base para impulsar un Plan de Lucha por los puntos mínimos intransables.
Entremedio, debieron convocar a una nueva movilización, con más de 50.000 estudiantes solo en Santiago de nuevo en las calles.
El movimiento estudiantil sigue mostrando su disposición a la lucha. Aunque por ahora con “ilusiones posibilistas”, es decir, que con la sola presión se podrán conseguir sus demandas, crece un incipiente ánimo anti-burocrático, que aún no cuaja en nuevos fenómenos.
También, y junto a disputas inter-burocráticas, un ánimo anti-burocrático reaparece entre los trabajadores, lo que igualmente forzó a que la CUT convocara a una movilización el 4 de septiembre.
Todos a la movilización del 4 de septiembre. Solidaridad activa con el paro minero
El 4 de septiembre la CUT convocó a una movilización para presionar por las reformas laborales. Sin llamado a paro, será limitada. Por eso, los trabajadores mineros decidieron además paralizar. Cuestionada correctamente por burocrática, muchas organizaciones sindicales, equivocadamente, se restaron. A las cúpulas burocráticas de la CUT y los sindicatos, sólo se la podrá desplazar en las calles, con lucha, y construyendo una Alternativa Obrera: una corriente de trabajadores combativa, clasista y anti-burocrática.
Poner en pie un partido revolucionario de la clase trabajadora para la lucha de clases
Chile entra en una encrucijada: ¿virará hacia la derecha o hacia la izquierda?
Con estas cúpulas burocráticas sosteniendo al Gobierno, y una derecha a la ofensiva, el camino de derechización se profundizará.
El movimiento estudiantil, debe luchar por la unidad con las fuerzas de la clase trabajadora.
La principal tarea, en cada paro, huelga y movilización, será unificar las filas de los trabajadores bajo las banderas de una política de la clase trabajadora independiente de toda variante patronal, con los métodos de la lucha de clases, y basado en la democracia directa de los trabajadores.
Para esto, hay que poner en pie un partido revolucionario de la clase trabajadora para la lucha de clases, como el que lucha por construir nuestra joven liga el Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR).
Y prepararse para luchar -removiendo todos los obstáculos como el PC, sus direcciones burocráticas y los antineoliberales que sólo echan polvo sobre sus ojos-, para que la clase trabajadora, capaz de paralizar y poner en jaque a la clase patronal, una detrás de sus fuerzas, a todas las fuerzas de los estudiantes, pobladores y mapuche. Y abra el camino de una salida de los trabajadores, independiente de toda variante patronal, a las contradicciones del conjunto del régimen terminando con toda la herencia de la dictadura que sigue en pie.