Por: Laura Lif y Fernando Rosso

En los últimos meses asistimos a un endurecimiento de las luchas del movimiento obrero. La desaceleración económica combinada con inflación, implica mayores ajustes sobre los trabajadores, como los que intentaron en provincia de Buenos Aires y ahora en Córdoba. Además, el gobierno está implementando recorte de subsidios en el marco de las crisis estructurales del “modelo”, de las cuales la de transporte público es una de las más graves. Este escenario general es el trasfondo de tendencias a huelgas y luchas duras como la de los “dragones” en Santa Cruz, los estatales en provincia de Buenos Aires, el paro camionero y el reciente paro de diez días del subte, como procesos más sobresalientes.

En ninguna de estas peleas, las centrales sindicales impulsaron el frente único o el apoyo a los sectores en lucha y, en algunos casos, ni siquiera se pronunciaron a favor de los trabajadores o directamente carnerearon. Esta situación impone desafíos y mayores responsabilidades para la izquierda que, de conjunto, tiene dirigentes y corrientes con un importante peso en la vanguardia obrera.

Esto plantea necesarias peleas políticas y hace más complejas las luchas de los trabajadores. Patronales y gobiernos son más renuentes a los reclamos en un escenario de tendencias al ajuste (ver pág 2). La campaña votada en la Conferencia de Ferro “por sindicatos sin burócratas y por un partido de trabajadores sin patrones, para que la crisis la paguen los explotadores”, toma valores concretos en las batallas que libra la clase trabajadora. Los distintos conflictos de esta semana fueron una muestra más que elocuente.

Conflictos obreros y lucha política

Los 10 días de paro del Subte y el resultado obtenido dejaron lecciones muy importantes. En primer lugar, si no se tiene una política independiente de los gobiernos, la enorme fuerza que demostraron los compañeros, un gran potencial por estar ubicados en una “posición estratégica”, queda limitada y entrampada en una política con intereses opuestos a los de los trabajadores. La posición de la mayoría de la conducción del subte de apoyarse en el gobierno nacional, jugó ese papel en este paro. La batalla que dio la agrupación “Democracia desde las bases”, con nuestro compañero Claudio Dellecarbonara, dirigente de la línea B y referente del sector clasista, demostró su acierto a la luz de los resultados. Esta pelea debe continuar con la extensión de la organización, sobre la base de un balance claro, para fortalecer una tendencia que retome las mejores tradiciones e históricas peleas de los “metrodelegados” que le hicieron ganarse un merecido lugar de referencia dentro del sindicalismo de base, que no puede diluirse por subordinarse a los mezquinos intereses del kirchnerismo (ver pág. centrales)

En Córdoba, el ataque lanzado por De la Sota muestra la tónica que lo que se viene, una línea conciente de CFK de empujar al ajuste a los gobernadores, vía rebaja de salarios, como hizo De la Sota con los jubilados o de tarifazos. Allí también las burocracias sindicales del SEP (estatales) dirigido por José Pihen, hoy legislador delasotista, y la UEPC (docentes) con dirigentes kirchneristas, impusieron un límite a la respuesta de los estatales y jubilados. La banca del FIT, de la que somos parte, fue el único voto contra la ley de De la Sota reclamando “su coparticipación federal”, porque era la maniobra previa a este ajuste, que el peronismo impuso minutos después. Los compañeros de la agrupación “Docentes de Base”, los trabajadores de la salud y el PTS de Córdoba, están dando una pelea (con la edición de una hoja-suplemento masivo de La Verdad Obrera) para reagrupar a la oposición de estatales y docentes, impulsar asambleas y exigir un plenario de delegados de todos los gremios para imponer un plan de lucha independiente que no permita que este ataque se efectivice (ver pág. 10).

En Neuquén, en el marco de las luchas de los estatales y docentes, el PTS y las agrupaciones Violeta Negra de ATE y la Negra de ATEN, que es parte del gran Frente conformado para recuperar el sindicato, intervinieron e impulsaron un bloque de frente único de las seccionales combativas de Aten en la movilización del 14/8, convocada por el Frente de Gremios Estatales. La pelea es por un plan de lucha unificado, contra las divisiones de las conducciones kirchneristas y del oficialismo provincial. La columna combativa fue una parte muy importante de la movilización. En Zanon, junto a la agrupación Marrón que dirige el Sindicato Ceramista, continúa la pelea para que el gobierno finalice el trámite de la expropiación, organizando el miércoles 15 una gran movilización, con cientos de obreros de la fábrica y delegaciones de las otras cerámicas neuquinas. (ver pág. 7 y 10).

En Kraft se juega una pulseada. La patronal, en alianza con Daer (hoy parte la burocracia fiel a CFK) apuesta a una “estrategia de desgaste” de la comisión interna clasista. Para las patronales y la burocracia sindical, el “sindicalismo de base y clasista”, del cual la interna de Kraft es un emblema, es un obstáculo a superar para sus objetivos estratégicos, cuando se pongan a la orden del día ataques mayores al conjunto del movimiento obrero. Por eso pretenden debilitar a la comisión interna, ninguneando sus reclamos y atacando con descuentos ilegales a los trabajadores. Aunque no se propongan ataques abiertos u ofensivos, no significa que no intenten por todos los medios, de acuerdo a la relación de fuerzas, disminuir la fuerza de la dirección clasista. Preparar seriamente los combates y apoyar con todo a la comisión interna y a los trabajadores de Kraft, es una tarea para toda la vanguardia obrera (ver pág centrales). Los lineamientos estratégicos contenidos en las consignas de la campaña por “sindicatos sin burócratas y un partido de trabajadores sin patrones”, se demostraron totalmente necesarios en estos combates. Sin independencia política de los partidos y proyectos patronales (y de eso parte la idea de un “partido de trabajadores sin patrones”), las luchas se ven contenidas en el mejor de los casos; y en el peor, quedan presas de estrategias electorales patronales de quienes quieren conservar o ganar el poder en 2015. Partidos patronales y burócratas sindicales (que además integran sus listas), dejan totalmente desarmados a los trabajadores y más aún cuando el programa es la “sintonía fina”, es decir el ajuste.

La pelea contra Pedraza debe terminar con el pedracismo y la Verde

La semana pasada la Juventud del PTS, junto a la oposición ferroviaria lanzó una contraofensiva contra la lista Verde en el Ferrocarril Roca. La burocracia Verde venía llevando adelante una campaña activa en defensa de los asesinos de Mariano Ferreyra. Se atrevieron incluso a la provocación de tapar con uno de sus infames afiches el cerámico de homenaje elaborado por los ceramistas de Zanon. Basados en que el gobierno mantiene el poder de la burocracia, como parte de la UGOFE, lo que le permite incorporar clientelarmente gente propia en el ferrocarril, la Verde se consideró impune para hacer esta campaña. Que Pedraza y algunos cómplices estén en el banquillo fue un importante triunfo táctico que desprestigió a la burocracia y plantea el castigo a los responsables del crimen. Sin embargo esto no quiere decir que la burocracia esté derrotada. Llevar ese triunfo táctico hasta el final, implica no sólo movilizarse a tribunales y hacer campaña pública por el castigo a todos responsables, sino también, apoyándose en el rechazo que cosecha Pedraza y el desprestigio de la burocracia, avanzar sobre la Verde, colaborar y darle apoyo moral y material a la oposición (que se referencia en la Agrupación Bordó de nuestros compañeros y la Gris-Causa Ferroviaria) para lograr una derrota estratégica de esa burocracia podrida. No hacer esto puede significar el peligro de quedar entrampados en la estrategia del gobierno que pretende “expropiar” la causa de Mariano Ferreyra, para sostener un “pedracismo, sin Pedraza”. El acto que tuvo gran repercusión el jueves pasado, donde la Juventud del PTS dio el primer paso y la Conferencia de prensa del lunes donde se logró un amplio frente único con los compañeros del PO, organismos de DD.HH., los ceramistas y otras organizaciones, que repuso el cerámico, fueron los primeros pasos de esta pelea, una respuesta unificada y contundente al pedracismo. La campaña de “sindicatos sin burócratas”, en el Roca es una batalla concreta ¡Fuera la Verde! (ver pág 4 y 5).

Jueves 16 de agosto de 2012