Bolivia
Los doce apóstoles de Evo Morales
20/11/2014
El triunfo del Movimiento al Socialismo (MAS) en la reciente elección presidencial de Bolivia, no sólo garantiza los dos tercios para gobernar con tranquilidad, sino que le permite ser el mediador ideal entre los distintos sectores de la burguesía y de los trabajadores. Este giro más a derecha y hacia un régimen bonapartista, se sustenta en acuerdos con los empresarios privados, en componendas con el Alto Mando Militar, en la cooptación de las organizaciones de los trabajadores y el amedrentamiento a sectores descontentos con el gobierno.
Con la presencia en la Asamblea Legislativa Plurinacional de 12 representantes de la Central Obrera Boliviana (COB) electos en los comicios de octubre como parte de la bancada del MAS, el gobierno de Evo Morales tiene bajo control cualquier situación de conflicto que pudiera darse a futuro entre los trabajadores y la patronal, y la garantía para aprobar leyes que estén en contra de los intereses de los trabajadores, como la Ley 297 que se aprobó recientemente en la cámara de diputados que reglamenta el pedido de reincorporación de los trabajadores despedidos injustificadamente. Con esta ley, las pocas concesiones que se realizaron desde el 2006 para los asalariados, quedarían liquidadas, además de volver al suplicio de los tribunales para los trabajadores despedidos.
Crónica de una cooptación anunciada
En estos 9 años de gobierno del MAS, el rol de la burocracia cobista ha sido fundamental para garantizar la aplicación de medidas pro capitalistas. Ya en mayo de 2007, la Central Obrera Boliviana (COB) -a la cabeza de su máximo ejecutivo, Pedro Montes- y el gobierno consolidaron una alianza estratégica para “resolver” las principales demandas de los trabajadores, sobre el argumento de que el gobierno de Evo Morales es de carácter anticolonial, antimperialista y que responde a los intereses de los trabajadores; en esta misma línea, Montes y compañía justificaban su alianza con el gobierno, y emplazaban a la COB y a todos los trabajadores adueñarse del proceso de cambio que garantizará la refundación de Bolivia.
Con el aval de esta alianza es que el gobierno del MAS se da toda la confianza para aplicar un incremento en el precio de los combustibles en lo que fue el “gasolinazo” y de asestar una salvaje represión a la marcha realizada en contra de la construcción de una carretera en medio del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Secure (TIPNIS) en Chaparina, dos hechos que produjeron un momentáneo distanciamiento de las organizaciones sindicales con el gobierno. Lo que también generó inflexión entre el gobierno y las organizaciones sindicales fue la rebelión fabril del 2010, las huelgas de la salud que llevaron a una parálisis hospitalaria, la pelea en Colquiri por la nacionalización de las minas, las huelgas por la seguridad social de 2013, y el surgimiento del Partido de los Trabajadores (PT) en Huanuni alentado por más de 1300 delegados de diversos sectores. La derrota de estas luchas, la corrupción de variados dirigentes y el amedrentamiento a sectores de oposición al gobierno, hicieron que nuevamente el gobierno tomara las riendas de la situación política.
En octubre de 2013, después de ganar las elecciones de su distrito y de tomar posesión del cargo de Secretario Ejecutivo del Sindicato Minero de Huanuni, Pedro Montes, junto al ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), Miguel Pérez, dieron por liquidado el Partido de los Trabajadores, al dar su respaldo al gobierno del MAS: “Evo Morales desde ahora se convierte en el comandante de nuestro país y junto a él vamos a empezar a abrir más el camino del desarrollo”.
En agosto de 2014, el secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Trujillo participó de la Cumbre Antiimperialista y Anticapitalista en defensa de la soberanía y los derechos de los pueblos, como Pacto de Unidad conformado por organizaciones sociales afines al gobierno: “En un debate que parecía una exposición de catedráticos de sociología, de economía y de ciencias políticas, sacadera de mugre hubo ahí, de gran altura, con argumentos, posiciones, pero al final la COB, esa histórica COB... con el apoyo de nuestros hermanos de la CSUTCB, de las Bartolinas e interculturales (ha tomado) una gran decisión histórica, esa decisión es que la COB respalda el Proceso de Cambio y respalda al Presidente Evo en la profundización de este proceso revolucionario”, destacó el Vicepresidente Álvaro García Linera (ABI). La Coordinadora Nacional para el Cambio (CONALCAM) dirigió dicha Cumbre en Cochabamba del 31 de julio al 2 de agosto de este año. En la Cumbre y en la inauguración, Juan Carlos Trujillo, propuso buscar mecanismos para “estrangular” al sistema imperialista en el mundo, sin embargo, lo que logró fue estrangular al movimiento obrero y a la COB al formar parte del “proceso de cambio” del MAS y tener 12 dirigentes de los sectores de constructores, mineros, fabriles, maestros y petroleros, entre otros, dentro de la bancada electa del partido de gobierno. En palabras de la dirigencia cobista “para la COB la presencia de ese número de dirigentes en la Asamblea Legislativa es `fundamental` ya que en épocas anteriores los trabajadores sólo se hacían escuchar a través de las movilizaciones y protestas callejeras” (…) "Estamos conscientes de que somos una cantidad muy reducida, pero este es un primer paso que se ha dado luego de que tomamos la decisión el pasado 21 de diciembre de 2013 de apoyar el proceso de cambio en el país".
El apóstol Pedro… (Montes) y Huanuni como primer test
Pedro Montes, ex dirigente de la COB, ex dirigente del Comité Cívico de Huanuni, ex dirigente de la Central Obrera Departamental (COD) de Oruro, ex dirigente del sindicato y actualmente elegido senador, es una pieza clave en toda esta construcción contra los trabajadores.
Sin embargo, un dato que hay que resaltar es que en las pasadas elecciones en Huanuni, se evidenció un malestar frente a la presión política y el chantaje que ejerce el gobierno del MAS a los trabajadores. No sólo que del universo de 15000 votantes hubo más de 3000 abstenciones, sino que a esas cifras hay que agregarle casi 4000 votos blancos y nulos, es decir, que la segunda fuerza en el distrito minero fue el voto blanco.
Este hecho hace que Pedro Montes tenga el temor de que su retirada al parlamento avive a sectores avanzados de los trabajadores para que defiendan la independencia de clase y levanten cabeza. Por esta razón, el viernes 21 de noviembre se llevará a cabo una asamblea general de los trabajadores, en la cual Montes está decidido a maniobrar para que se nomine como único candidato al sindicato a otro burócrata conocido como es Daniel Cerro Grande. No obstante, si la asamblea determina la elección de un Comité electoral, se logrará conquistar las elecciones del sindicato para el 21 de diciembre. Por ello, los sectores que defienden la independencia política y la democracia obrera deberán pasar por este primer y decisivo test en lucha contra el montaje electoral que busca el MAS y Montes.
La burocracia cobista, con el propósito de mantener sus privilegios y de apoyar decididamente al gobierno, decidió, en un ampliado nacional de la COB, que -hasta que no se termine el siguiente proceso electoral, referido a la elección de gobernadores y municipales- no se lleven a cabo modificaciones en la estructura dirigencial de la COB ni de las organizaciones sindicales afiliadas. Esto le permitiría a los burócratas que trabajan contra la clase obrera y el pueblo, prorrogar una vez más, no solo el XVI congreso de la COB, sino también el XXXII Congreso minero y de los diversos sectores. Pretenden con esta medida preparar un congreso a su medida, es decir, un congreso donde puedan reelegirse sin inconvenientes y donde los balances y rendición de cuentas puedan ser aprobados entre “amigos”.
¿Qué hacer? reagrupar a los trabajadores avanzados que defienden en forma difícil y aislada la independencia política de los trabajadores en cada lugar de trabajo. La burocracia para pisotearla necesita barrer con la democracia obrera, eliminar las asambleas y contribuir al despido de los dirigentes y trabajadores hostiles a sus intereses. Es necesario reagrupar y unir fuerzas para pelear en cada lugar de trabajo, preparándonos para hacer frente en los próximos congresos sectoriales, para recuperar a nuestros entes matrices, la democracia obrera y sobre todo la independencia política y sindical de los trabajadores. Amerita un profundo balance del incumplimiento de las resoluciones del XV congreso de la COB referidas a la creación del PT, liquidado por acción de los mismos corrompidos dirigentes.