El gobierno de Enrique Peña Nieto (EPN) se encuentra asediado por la inverosímil fuga de “el Chapo”, la desconfianza en sus principales operadores políticos, el alza estrepitosa del dólar y la emergencia magisterial en Oaxaca con expresiones en todas las entidades del país. México: el dólar al alza, los maestros también, y “el Chapo” prófugo J

El presidente está solo

Si ya de la crisis abierta por el caso Ayotzinapa y las fragantes violaciones a derechos humanos en Tlatlaya, Apatzingán y Ostula – por mencionar algunos- el gobierno de EPN venía muy cimbrado, la fuga del “El Chapo” ha concitado el repudio popular y la incredulidad y descrédito frente a sus aliados incondicionales y el gobierno de Estados Unidos.

Como plantea Jorge Carrasco de la revista Proceso “El presidente Enrique Peña Nieto está solo. Después de la fuga de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán se estrechó aún más su círculo de confianza. Más allá de Aurelio Nuño, el jefe de oficina de la Presidencia, y de Francisco Guzmán, su coordinador de asesores, el presidente no tiene en quien confiar”.

Las dos principales figuras de la seguridad nacional están bastante deslegitimadas.

Por una parte el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, facultado con una suerte de “poderes especiales” en materia de seguridad, es el responsable directo de la insólita fuga. Y por otra, Salvador Cienfuegos, secretario de Defensa Nacional, ha tenido que salir a lavarse la cara de las agresiones militares a civiles a lo largo y ancho del país. Incluso a sectores que están con el gobierno les resulta escandaloso que un convoy militar haya balaceado y asesinado a un niño en la comunidad de Ostula, Michoacán.

Periodistas afines al ejecutivo como Ricardo Alemán de El Universal, han tenido que alertar de la soledad del Presidente: “Pero el “fenómeno avestruz” fue más claro luego del golpazo a todo el gobierno federal –y no solo para el presidente–, que significó la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán. La paliza social al presidente fue equivalente al rechazo que en 1994-1995 provocó el “error de diciembre” [crisis económica de diciembre de 1994 también conocida como “efecto tequila”] y que a la postre costó al PRI y al gobierno de Zedillo la pérdida del poder presidencial”.

El dólar por las nubes, la pobreza también

En este contexto, dos cuestiones acicatean la crisis gubernamental. El alza del dólar por una parte que esta semana se cotizó a la venta hasta en 16.55 pesos mexicanos y que ya concitó el enojo de las cámaras empresariales del país y la viral noticia de que, según el Consejo Nacional de Evaluación de Desarrollo Social (Coneval) son 2 millones de personas que cayeron en la pobreza durante lo que va del sexenio.

Los torpes dichos de la titular de la Secretaría de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, contradiciendo al Coneval - que ya había enfrentado un escándalo por corrupción de la llamada “jornada nacional contra el hambre”-, solo profundizan la desazón del stablishment que ve con preocupación cómo se desmorona la imagen de “estabilidad para los negocios” que quería dar Peña.

Además… los maestros

Desde el punto de vista de los desposeídos, el elemento más convulsivo que enfrenta el Partido de la Revolución Institucional (PRI) en el poder es la movilización magisterial que confronta la extinción y toma militar del Instituto de Educación Pública del Estado de Oaxaca (IEEPO). Si bien el gobierno le apostaba a que el traslado de una buena parte del ejército mexicano y la gendarmería a la entidad desincentivara la movilización de los maestros, la mega marcha del 27 de julio en la ciudad de Oaxaca, que aglutinó a 60 mil personas, deja de manifiesto que el combativo magisterio mexicano no está derrotado y que cuenta todavía con gran ascendencia entre los sectores populares.

¿Será posible que los valientes maestros oaxaqueños que protagonizaron la comuna de Oaxaca en el 2006 logren encabezar el descontento contra el gobierno y hacer que la crisis se profundice? Veremos… por lo pronto hoy hay que estar, codo a codo, con los maestros.