El 10 de abril el sindicalismo combativo llama a realizar piquetes y levantar un programa independiente

A 9 días del paro general de las CGT y CTA opositoras la clase trabajadora se prepara para realizar su segunda huelga nacional contra el gobierno kirchnerista. Desde el PTS en el Encuentro del Sindicalismo Combativo y en el Frente de Izquierda estamos convencidos de que es una oportunidad para hacer una gran demostración de fuerzas contra las patronales y el gobierno ajustador.

Llamamos al paro con una política independiente de la dirigencia convocante. Los burócratas de la CGT de Moyano, de la CGT Azul y Blanca de Barrionuevo y la CTA de Micheli no quieren derrotar el ajuste. Como vimos tras el paro del 20N de 2012 sólo buscan llevar agua al molino de la oposición patronal de Massa, De Narváez, Macri, De la Sota o el FAP de Binner, tanto o más ajustadores que el gobierno. Por eso no movieron un dedo frente a la devaluación de enero que se llevó una importante tajada de nuestro salario y llaman a este paro lo más alejado posible de la huelga de los maestros bonaerenses, la acción más importante de los trabajadores en lo que va del año, con gran apoyo popular.

Desde el Encuentro del Sindicalismo Combativo llamamos a parar con la modalidad de los piquetes y con un programa propio para ser votado en asambleas en los lugares de trabajo, por las demandas de todos los trabajadores, sean en blanco, en negro, precarizados, desocupados, jubilados, y por los reclamos de la juventud y el pueblo pobre. Ante la medida sin continuidad de la burocracia exigimos en todos los gremios, en los convocantes pero también en aquellos de la CGT y la CTA oficialistas, un plan de lucha nacional hasta derrotar el ajuste.

El gobierno definió dos líneas de acción. Por un lado quiere tranquilizar a los mercados apareciendo en los medios como si nada pasara y mostrar “exitosas” paritarias de algunos gremios oficialistas. En breve veremos la foto de los funcionarios junto a sindicalistas como Antonio Caló, Andrés Rodríguez de UPCN o Gerardo Martínez de UOCRA tratando de dar una imagen de estabilidad mientras el ataque al salario sigue su curso. Por otro lado, el gobierno busca quitarle contundencia al paro operando con gremios del transporte como la Unión Ferroviaria y la UTA. Los dirigentes sindicales oficialistas ya se sumaron a la campaña, poniendo toda la fuerza que no ponen para pelear contra los techos salariales y los despidos al servicio de “militar” como nunca contra el paro. La UOM de Caló, uno de los gremios con más suspensiones y despidos, cerró la paritaria sin llamar a una sola medida de fuerza.

Pero los docentes de la provincia de Buenos Aires demostraron que se puede hacer retroceder al gobierno. Con 17 días de paro y una verdadera rebelión de la base de uno de los gremios más importantes y en la principal provincia del país, acaban de darle un golpe político a Scioli y a Cristina. Desacataron la conciliación obligatoria y la orden de un juez (partícipe de la dictadura junto a Camps), que intentó ilegalizar la huelga. Los burócratas de SUTEBA de la oficialista CTA de Hugo Yasky debieron ponerse a la cabeza de las medidas, si no los docentes los pasaban por arriba. El gobierno nacional y los gobernadores peronistas tuvieron que retroceder del tope salarial del 25% y otorgar un aumento promedio del 31%, sin embargo lejos de la inflación que anualizada se prevé de un 50%.

El plan que aplauden los empresarios

La presidenta encontró además otra vía para ajustar. El quite de subsidios a las empresas de agua y gas en Capital y provincia de Buenos Aires derivó en un tarifazo. Hay informes que pronostican subas de hasta un 400%. Y, entre bambalinas, preparan otro en electricidad.

También se ajustará vía el endeudamiento externo que, más tarde o más temprano, querrán descargar sobre nuestras espaldas. Para aumentar las menguadas reservas del Banco Central el gobierno negocia para pagarle al Club de París, YPF contrajo una nueva deuda de U$S 1.000 millones y el ministro Axel Kicillof se desespera por tomar créditos hasta con la banca de inversión, lo más granado del capital financiero internacional. Mientras, en un nuevo aniversario a 32 años de la guerra de Malvinas, salen a la luz los escandalosos acuerdos, soborno y aval K mediante, con la British Petroleum por Cerro Dragón.

Este es el plan que aplauden el empresariado y la oposición patronal, la base del consenso burgués que endurece al gobierno contra los trabajadores y los sectores populares.

Basta de “mano dura”. Repudio a los linchamientos

El cuadro de situación se completa con la campaña por “seguridad” y la promoción de “mano dura” de todos los partidos patronales y los medios, caldo de cultivo para que centralmente sectores medios en la última semana se largaran a hacer “justicia por mano propia” intentando linchar a supuestos ladrones y matando a un joven trabajador en Rosario. El gobierno dice que ese no es el “método” pero es su propio secretario de Seguridad quien se autoacusa al decir públicamente que “la gente ha reaccionado con cierto hartazgo”. Es el mismo funcionario que ataca furibundamente los métodos de lucha de la clase obrera y los piquetes y a los diputados del FIT Christian Castillo y Nicolás del Caño.

Moyano y Barrionuevo llaman al paro también “contra la inseguridad” y “el narcotráfico” haciéndose eco de la campaña de la oposición patronal. El PTS repudia los linchamientos y rechaza la estigmatización de los jóvenes pobres. La llamada “inseguridad” es responsabilidad de la asociación mafiosa entre el poder político, el judicial y las policías que amparan, alientan y participan del narcotráfico, los desarmaderos, la trata de personas y cuanto gran delito existe. Contra quienes buscan enfrentar a los trabajadores y a las clases medias contra los pobres y sectores de la juventud, que son empujados a la marginalidad (hay un millón de jóvenes que no puede trabajar ni estudiar), la única salida es la lucha consecuente por trabajo, salud y educación.

10 de abril: al paro con un programa independiente

De cara al 10 de abril llamamos a impulsar asambleas en los lugares de trabajo para participar ampliamente de los piquetes y levantar nuestro propio programa. Contra el ajuste, exijamos un plan de lucha nacional para pelear por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, y aumento salarial indexado mediante una cláusula gatillo contra la inflación. Basta de despidos, suspensiones y precarización. No a los tarifazos. No al pago de la deuda externa.

El paro será también una gran oportunidad para levantar en las calles la absolución inmediata para los petroleros de Las Heras y el desprocesamiento de todos los luchadores populares. La campaña en defensa de los condenados a perpetua por la “justicia” amiga de las multinacionales que no dudó en aplicar la tortura para obtener sus “pruebas” crece en el país y en el mundo sumando la adhesión de personalidades y de organizaciones de trabajadores, estudiantiles y populares.

Contra la demonización de la juventud empobrecida, decimos basta de mano dura, gatillo fácil y linchamientos. Trabajo genuino para todos los jóvenes, pase a planta y fin del trabajo en negro. El Estado debe garantizar becas, viandas y un boleto educativo gratuito.

El gobierno usa todo su aparato para desacreditar el paro, queriendo igualar la bronca de los trabajadores por los ajustes con los intereses políticos de los dirigentes convocantes. Está planteada una fuerte batalla para que el paro se exprese en los sindicatos donde no está llamado porque quienes dirigen son serviles al gobierno y porque sea activo, con piquetes y movilizaciones en aquellos gremios donde sí se convoca pero no se impulsa la movilización.

Las divisiones de los burócratas sindicales, que responden a intereses políticos ajenos a los de los trabajadores (ya sea del gobierno o la oposición patronal), no puede ser motivo para que no se exprese una acción contundente y unitaria este 10 de abril. Demostremos en la calle que estamos dispuestos a pelear para que esta vez la crisis la paguen los capitalistas.