A fines de febrero de 2007 se conoció el plan "Power 8" de la gigante Airbus, fabricante europea de aviones. La patronal busca reducir 10.000 puestos de trabajo en toda Europa: 4.300 en Francia, 3.700 en Alemania, 1.600 en Inglaterra y cerca de 400 en el Estado Español. La empresa busca descargar así sus "pérdidas" durante 2006 sobre los trabajadores. Argumenta una crisis por los retrasos en la fabricación del super avión A380 (que intenta competir con los 747 de la Boeing yanqui) y la devaluación del dólar frente al euro que le quita "competitividad". Sin embargo, a pesar de la caída en los beneficios (86% en 2006), Airbus obtuvo ganancias por 400 millones de euros el año pasado y para los siguientes tiene pedidos por miles de millones de euros.

Pero la patronal no tolera ni un centavo menos. El plan incluye el cierre de plantas en los cuatro países y el pase a subcontratistas de varios miles de empleos más. La empresa planea empezar eliminando 5.000 puestos de trabajo temporales o subcontratados. Luego buscaría eliminar los 5.000 restantes, empleados directos de Airbus que serán "invitados" a tomar retiros voluntarios; habrá reducción de beneficios y otras medidas. Así buscan crear una división entre los trabajadores efectivos, contratados y temporales. Sin embargo, los trabajadores rechazaron el plan.

Las plantas en Francia y Alemania se encuentran en estado de alerta y se desarrollaron una serie de protestas contra el ajuste. En Alemania durante los primeros días de marzo se paralizaron las plantas de Varel y Nordenham mediante huelgas espontáneas. En Francia se realizaron marchas en Toulouse, sede de la planta más importante en ese país, junto a un paro de media jornada a nivel nacional el 5 de marzo, que según los sindicatos tuvo el respaldo de 15.000 trabajadores, sobre todo en Toulouse.

El 16 de marzo tuvo lugar una masiva protesta simultánea en los cuatro países afectados. En Alemania los trabajadores pararon y se movilizaron en todas las plantas de la empresa. En Hamburgo la protesta reunió cerca de 20.000 personas. En Toulouse, 7.000 obreros y trabajadores administrativos fueron al paro, incluyendo empleados directos de Airbus y subcontratistas, junto a otras protestas en varias ciudades del país. En Inglaterra, donde para hacer huelga hay que avisar con 8 semanas de antelación, y en el Estado Español hubo protestas menores pero significativas. En el primero, se hicieron concentraciones en las dos plantas que posee la empresa en el país sumando 2.500 trabajadores. En el segundo, se realizó un paro parcial de una hora y se movilizaron más de 5.000 empleados en todo el estado.
Particularmente en Francia, el conflicto se da en medio de la campaña electoral, en la que todos los candidatos, desde la "socialista" Ségolène Royal hasta el derechista Nicholas Sarkozy, buscan minimizar el gran impacto que podría tener el conflicto. Y se da junto a las protestas por los recortes de 1.500 empleos en la firma de tecnología Alcatel Lucent y la lucha de los trabajadores de la Peugeot Citroën por aumento de salarios y contra la precarización.

Aunque fuertemente controlada por la burocracia de los sindicatos, IGMetal en Alemania, FO en Francia, CC.OO. y UGT en el Estado Español, esta fue la primera jornada europea coordinada de lucha contra el Power 8. Los dirigentes hablan ahora en sus discursos de la unidad de los trabajadores europeos. Fue un primer paso importante que mostró la fuerza obrera. Un frente único de hecho contra la patronal imperialista y los gobiernos antiobreros que pone a la orden del día la coordinación permanente y un plan de lucha unificado en todos los países hasta torcerle el brazo a la empresa.