Tegucigalpa.- El gobierno golpista enfrenta una crisis política ante la imposición del decreto contra las garantías constitucionales, porque no cuenta con el respaldo cabal del Congreso y el sector empresarial. Esto aunado a la presión y condena internacional a su bárbara política antidiplomática.

Dos decenas de Diputados centralmente del partidos Liberal y el partido Nacional, que hasta hace poco habían mantenido el respaldo al gobierno de facto contra Zelaya, han solicitado una revisión del decreto, cuestionando la legitimidad de las elecciones si este se mantiene en pie.

Y mientras esta discusión avanza politicamente, se dan importantes violaciones a los derechos humanos y desalojos a la resistencia en todo el país.

Como el desalojo armado a Cholusat, Radio Globo y los bloqueos a Radio Progreso y destrucción de sus equipos. Como el desalojo de hoy por la mañana a las instalaciones del Instituto Nacional Agrario, bastión de la resistencia campesina, que mantenían tomada desde hace 3 meses, defendiendo el lugar con machetes y que era el centro de alojamiento de muchos compañeros provenientes del interior del país. Con este desalojo se han detenido a 57 miembros de la resistencia, entre ellos un menor de edad.

Al mismo tiempo, hace 3 días cientos de policías armados impiden las movilizaciones de la resistencia, con un escandaloso operativo que los mantiene rodeados en donde decidan congregarse, lo que tiene a la ciudad llena de mítines, ante la posibilidad de romper los cercos policíacos.

En todo el país hay un silencio de la prensa que ha sido callada por las reaccionarias medidas de Micheletti.

Sin embargo, un reacomodo oportunista importante es el que ha dado el jefe del estado mayor conjunto de las Fuerzas Armadas, el principal responsable de decenas de asesinatos a miembros de la resistencia estos 3 meses, Romeo Vásquez, declaró que diferentes sectores sociales buscan una salida a la crisis desatada por el golpe de Estado el 28 de junio. Plantea que él ve una “rápida solución”, que es lo que todo están, él es uno de los principales responsables del golpe de estado.

Además el sector empresarial, propone, para terminar con la crisis política, la restitución de Zelaya, junto al envío de 3 mil soldados de la ONU que garanticen la paz en Honduras.
Adolfo Facussé un golpista dirigente empresarial, dice que “sólo tratamos de lograr un pacto entre las partes en conflicto que han expresado su disposición al diálogo, pero no lo llevan a cabo”, han declarado su simpatía con el Plan Arias. Este sector además opina que a Micheletti debería devolvérsele su curul en el congreso, mientras Zelaya vuelve al poder y convoca a elecciones. Incluso llegan a la irrisoria propuesta de que al dictador Micheletti, se le designe como “congresista vitalicio”, cargo inédito en Honduras y hoy prohibido por la ley. Mientras tanto, prefieren que Zelaya, se entregue a la ley para que se tomen cargo las leyes de lo que se le acusa.

Así, en medio de la crisis abierta para los golpistas comienzan a acomodar sus propuestas, para buscar su permanencia dentro del régimen, con cargos menores, pero que les permitan mantenerse al frente de las principales decisiones del país.

Ninguna confianza en las negociaciones con los golpistas. Ninguna negociación con los golpistas podrá favorecer al pueblo pobre de Honduras.

Por una salida independiente, que lleve a juicio a los golpistas, a los militares y policías represores, asesinos y violadores.

Por la huelga general indefinida, hasta que caigan los golpistas genocidas. Por una Asamblea Constituyente Revolucionaria para imponer un gobierno provisional en Honduras integrado por los trabajadores, campesinos y el pueblo pobre.

Todos a fortalecer la resistencia! Formemos Comités contra la represión y de autodefensa que impidan que haya más muertos en los barrios y desalojos de nuestros centros de reunión, como hoy es el STIBYS. A extender las medidas que han logrado frenar la represión del ejército en los barrios. Libertad de todos los presos políticos.