Elecciones locales en Estados Unidos
Triunfo de la izquierda en Seattle
28/11/2013
Las elecciones en varios estados (provincias) que se realizaron en EE.UU. a principios de noviembre expresaron lo que varios medios describieron como un “giro a izquierda” en el eje de la política norteamericana.
La crisis del bipartidismo, expresada en las fracturas al interior del partido Republicano y el debilitamiento de su ala derecha, el Tea Party (ver LVO N°541), se suma al desgaste del gobierno de Obama y la desilusión con las promesas que el partido Demócrata “no cumplió”. Mientras la desocupación se mantiene por encima del 7%, el gobierno rescata a los grandes capitalistas y banqueros, que incluso aumentaron sus ganancias. Tras seis años de crisis económica (con un crecimiento débil en el último período), lo que se palpa en la realidad norteamericana es la creciente desigualdad económica, la creación de empleos basura, los salarios miserables y el crecimiento de un precariado que trabaja en el sector servicios, junto con un ataque gradual a los sectores más concentrados de la clase obrera que aún mantienen algunas conquistas. Esta situación dio lugar al surgimiento de fenómenos sociales como el de Occupy Wall Street (OWS, Ocupa Wall Street) y una juventud que viene haciendo una experiencia política, el de los trabajadores de Wal Mart por el derecho a organizarse o el de los trabajadores de los fastfood por un sueldo mínimo de 15 dólares la hora.
Esta combinación de factores se expresó electoralmente en los principales partidos, Republicano y Demócrata, con el triunfo del ala centro en el primero y de los “progresistas” en el segundo. Como parte de este “giro a izquierda” una gran sorpresa la dio la militante socialista, Kshama Sawant, que ganó una banca en el concejo deliberante de la ciudad de Seattle. Levantando un programa con eje en la demanda de un salario mínimo, expresó a amplios sectores de trabajdores precarios, además de lograr la simpatía de los jóvenes de OWS y un sector que está desilusionado con los demócratas. Sawant obtuvo casi 94.000 votos (50.67%) y le ganó a su rival del partido Demócrata que llevaba 16 años en ese cargo.
Una concejal socialista en Seattle
Kshama Sawant, militante de Socialist Alternative (Alternativa Socialista), un grupo de izquierda norteamericano de tradición trotskista, se convirtió en la primera concejal socialista en casi 100 años por la ciudad de Seattle. Y aunque sea un cargo local, esto adquiere mayor importancia en el marco de un sistema fuertemente bipartidista. A esta victoria en Seattle se sumó también la muy buena elección del candidato de Socialist Alternative en Minneapolis (la ciudad más importante del estado de Minesotta) que obtuvo el 36% de los votos.
Sawant, de 41 años y de origen indio, se presentó con una boleta socialista, y levantó como ejes de su campaña la demanda de salario mínimo de 15 dólares, el control de precios de los alquileres y mayores impuestos a los millonarios para aumentar la inversión en transporte público y educación. Este programa, aunque limitado, logró la adhesión de un sector históricamente votante del partido demócrata, desilusionado tanto con la política de Obama a nivel nacional como con los demócratas en Seattle (donde gobiernan históricamente).
El triunfo de Sawant dio por tierra con dos mitos: el primero, que la gente en Estados Unidos le tema al “socialismo” (un fantasma que se agita de forma permanente en una sociedad profundamente macartista), y el segundo, que no se le puede ganar al partido Demócrata.
La democracia restrictiva del bipartidismo
Lo significativo del triunfo de Sawant es que en Estados Unidos es muy raro que se presenten candidatos que no sean republicanos o demócratas, y si hay candidatos por fuera de esos partidos, en general son “independientes”, pero rara vez llegan a postularse candidatos o candidatas de izquierda y menos que se reivindiquen abiertamente socialistas. El norteamericano es un sistema electoral basado en un bipartidismo ultrarestrictivo, donde se necesitan millones de dólares para montar una campaña y se imponen las maquinarias de los demócratas y republicanos que no son más que dos alas del mismo partido de la burguesía imperialista.
Existe un sentido común entre varios sectores de la izquierda que, con escepticismo, no ven más allás de las fronteras del bipartidismo. Muchos grupos de izquierda, incluso algunos que se dicen trotskistas o radicales, terminan apoyando a los candidatos demócratas como “mal menor” ante el terror de la derecha. A lo sumo han llegado apoyar canadidatos del Partido Verde o algún candidato independiente como Ralph Nader (que se presentó por última vez en las elecciones presidenciales de 2000, con un programa muy limitado de reformas).
La candidatura de Sawant expresó políticamente muchas de las demandas del movimiento OWS, de las/os trabajadores de los fastfood, los inmigrantes y los trabajadores, es decir, los que dan cuerpo a este “giro a izquierda” del que hablan los medios en EEUU. Unos días después de conocerse su triunfo, comenzó la huelga en la fábrica Boeing y la nueva concejal fue una de las invitadas a dirigirse a los trabajadores en lucha, y repudió el plan de la patronal para eliminar las pensiones de los trabajadores, mientras recibe subsidios millonarios del gobierno. Aunque lo hizo con un con un programa confuso de “apropiación democrática” de la fábrica, Sawant llamó a los trabajadores a no abandonar la planta y a dejar de construir “máquinas de guerra” (por los aviones militares) y producir transportes públicos, entre otras cosas.
A pesar de lo limitado del programa de la campaña de Sawant, que toma sólo algunas reivindicaciones elementales, su triunfo es alentador para mostrar, a pequeña escala, la potencialidad que podría tener una política desde la extrema izquierda, si planteara una alternativa obrera independiente de los Demócratas y apoyada en la lucha de los trabajadores.
Aún con las casi nulas posibilidades de presentar una candidatura a nivel nacional, todavía está por verse cómo se desarrollará este fenómeno y si existe la posibilidad de que ante la crisis del partido republicano, pero sobre todo el desgaste de Obama y la desilusión con los demócratas, pueda empezar a surguir una alternativa independiente al bipartidismo.
26/11/2013