Argentina - Elecciones
Acto de las juventudes del Frente de Izquierda
09/06/2011
¿Qué distingue a un acto juvenil de cualquier otro acto? La energía, la pasión, el entusiasmo. Y esos sentimientos son doblemente genuinos cuando las causas que lo mueven son profundas.
La juventud que no ambiciona cargos ministeriales sino que milita por poner este sistema patas para arriba, colmó el aula magna de la Facultad de Medicina y convirtió a ese recinto solemne en una caldera de alegría revolucionaria.
Pasadas las 19 horas, el acto de la juventud del Frente de Izquierda estaba por comenzar. Sobre la calle Paraguay, la juventud del PTS agita sus banderas. La columna se prepara para hacer el ingreso. Al frente van los referentes: Patricio Del Corro, Jessica Calcagno y Juan Oribe, estudiantes procesados por cortar las calles por Kraft. También compañeros obreros como Franco Villalba, dirigente de la interna de la ex Jabón Federal, Andrés Padellaro, referente de los ex tercerizados del Roca y jóvenes de Donnelley y de distintas fábricas del Gran Buenos Aires. Los acompaña Myriam Bregman.
Las juventudes del PTS y PO llenan casi todo el recinto, repartiéndose por partes iguales. También están los jóvenes de Izquierda Socialista. Los presentadores quieren dar comienzo al acto, pero sus voces son tapadas por los cantos que no paran. En la cabecera del PTS suenan los bombos con sus patillos. Los compañeros que acaban de lanzar la Juventud GLTTTB del PTS agitan una bandera enorme con los colores del movimiento GLTTTB.
No se puede hablar de un acto juvenil sino se hace mención a los cantitos. En Medicina abundaron por doquier. Cada partido con los suyos, pero bastó que el acto arrancara para que un mismo grito colmara todo el ambiente: “¡Frente de Izquierda, patrones a la mierda!”.
Franco Villalba fue el primer orador y sus primeras palabras fueron acompañas por otro grito ensordecedor:
“A Mariano Ferreyra lo vamos a vengar…”. Así, con ese clima se daba comienzo al acto.
Siguieron los discursos de Alejandro Lipcovich (presidente de la FUBA), por la UJS y Nicolás Núñez de Izquierda Socialista.
Luego vino el turno de Marcelo Ramal (PO), candidato a legislador quien denunció tanto a Filmus como a la centroizquierda de Proyecto Sur. Lo siguió Myriam Bregman, candidata a Jefa de Gobierno porteño. Entre uno de los pasajes más emotivos de su discurso dijo que “Sin la fuerza militante de la juventud acá presente, en la Multisectorial de La Plata, en el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, la causa de Julio López no hubiera existido”.
Y nuevamente el estallido en las gradas, que a esta altura se habían convertido en verdaderas tribunas: “ya pasaron 30 años, Kirchner dijo nunca más, pero el compañero López no se sabe donde está”. Luego, todos saltan al grito de “hay que saltar, el que no salta es joven K”.
Hacia el final del acto, toma la palabra el candidato a vicejefe, José Castillo (IS) y cierran Christian Castillo (PTS) y Jorge Altamira (PO) (ver discursos).
Los candidatos suben al escenario y todos los presentes levantan el puño para entonar las estrofas de “la internacional”. El acto ha terminado pero la Juventud del FIT sigue enardecida. “Somos la muerte del capital, somos el trotskismo la cuarta internacional”, canta el PTS con el mismo entusiasmo de cuando, caía la tarde y comenzaban a flamear las primeras banderas.
9 de junio de 2011
Extractos del discurso de Christian Castillo, candidato a vicepresidenteFecha: Jueves 9 de junio de 2011
Compañeras y compañeros:
En primer lugar quiero saludar a los compañeros de la UJS del PO, de la juventud de Izquierda Socialista y a mis camaradas de la Juventud del PTS, que están protagonizando este acto lleno de entusiasmo. La campaña del Frente ha comenzado con todo. Como mencionó José Castillo, venimos también con Jorge Altamira de participar en el gran acto del cierre de la campaña del Frente de Izquierda en Neuquén, donde el frente está realizando una verdadera campaña de masas. Las calles de toda la provincia están empapeladas con los afiches del Frente. Artistas, músicos y docentes de todas las tendencias combativas de ATEN han grabado spots y sacado declaraciones en su apoyo. El Frente Darío Santillán adhirió al acto y llama públicamente a votar al frente. Las muestras de apoyo de la población son muy numerosas, como comprueban los compañeros en las recorridas por barrios y lugares de trabajo, o como ocurre en los llamados de apoyo de oyentes cada vez que va un miembro del frente a las radios. Esta simpatía que está generando la campaña del frente neuquino es sin duda producto del gran reconocimiento a diez años de lucha consecuente de los obreros de Zanon y del sindicato ceramista y a la expectativa despertada por la unidad de la izquierda clasista, con candidatos luchadores como Alejandro López y Raúl Godoy o reconocidas compañeras luchadoras como Patricia Jure, Graciela Frañol y Angélica Lagunas.
Quiero hacer una intervención más bien reflexiva, como si estuviéramos en una conferencia de la militancia juvenil aquí presente, esa militancia que ha tomado con gran entusiasmo la campaña del frente.
En el discurso que escribió para el acto realizado en Nueva York por la fundación de la Cuarta Internacional, que debió ser leído ya que no le permitieron la entrada a EE.UU., Trotsky decía que “el nuestro no es un partido como cualquier otro. Nuestra ambición no se limita a tener más miembros, más periódicos, más dinero, más diputados... Todo eso es necesario, pero no es más que un medio. Nuestro objetivo es la total liberación material y espiritual de los trabajadores y los explotados a través de la revolución socialista”. En momentos en que estamos participando con todas nuestras fuerzas en un escenario político moldeado por la burguesía y sus instituciones, sus medios de comunicación, sus partidos (…) me parece muy importante resaltar el objetivo que distingue la acción política de los revolucionarios de cualquier otro partido existente: ¡la lucha por el poder de los trabajadores y la revolución socialista! Esto es cada vez más crucial por el agravamiento de las condiciones de la crisis capitalista en el mundo (…) Toda la experiencia histórica muestra que crisis de esta profundidad alientan enfrentamientos de clase de proporciones históricas. Ya algo hemos empezado a ver en los levantamientos que se desarrollan en el norte de África y otros países cercanos. Pero allí las fuerzas que se reivindican del marxismo revolucionario, como los que estamos acá, son inexistentes o muy débiles. Quienes combaten en Libia (…) lo hacen (…) bajo direcciones que hacen creer a las masas que la libertad puede conquistarse de la mano de las bombas de la OTAN. La debilidad de las fuerzas revolucionarias a nivel internacional es la principal ventaja con la que cuentan el imperialismo y la burguesía para contener el embate de las masas.
Sin embargo, esto no puede verse evolutivamente. Crisis como las actuales son grandes oportunidades para el desarrollo de las organizaciones que nos reclamamos revolucionarias. Si somos consecuentes con la afirmación que la crisis que estamos viviendo abre cada vez más la puerta a situaciones revolucionarias y a guerras de distinto tipo, es decir, a la continuación de la política por medios violentos, según la famosa fórmula de Clausewitz que asumieron como propia todos los grandes del marxismo revolucionario, entonces la nueva generación revolucionaria que está aquí presente tiene que ser consciente de la relevancia que, más allá de la coyuntura, asume hoy para todos nosotros la reflexión sobre los problemas de la insurrección, incluyendo los que hacen al problema militar que toda revolución digna de ese nombre plantea (…)
No fue casual que Lenin realizara un estudio pormenorizado de la obra de Clausewitz durante la primera guerra mundial. Hay muchos que han considerado ese encuentro de Lenin con la obra de Clausewitz, y nosotros coincidimos con esta apreciación, como un acontecimiento de primera magnitud, que permitió un salto en el desarrollo del pensamiento marxista, no sólo en lo que hace a su relación con los enfrentamientos armados directos, algo que se vio en la apropiación teórica que hicieron de Clausewitz Lenin y Trotsky en la hazaña colosal que fue la formación y el triunfo del Ejército Rojo en la guerra civil, sino también incorporando muchas de las lúcidas observaciones del oficial prusiano para la intervención política revolucionaria en los más diversos planos de la lucha de clases que libra la clase obrera contra la burguesía.
Sin ir más lejos, la relación que mencionábamos entre intervenciones tácticas, es decir, el arte de conducir operaciones aisladas, como serían una huelga o una campaña electoral, con el objetivo estratégico, el arte de vencer, en nuestro caso la conquista del poder por parte del proletariado en base a sus organismos de democracia directa y su propio poder armado.
Trotsky insistía en “Lecciones de Octubre” en que la repetición de la afirmación de Marx de que “la insurrección es un arte” era una frase vacía si no se estudiaba a conciencia la experiencia acumulada de la guerra civil desarrollada en Rusia y en Europa en esos años. Decía “de seguro sufrirá un fracaso el partido que considere de modo superficial las cuestiones de la guerra civil, con la esperanza de que se arreglará todo por sí solo en el momento necesario”.
Desde entonces esta experiencia histórica se ha enriquecido con la multitud de procesos revolucionarios y contrarrevolucionarios que atravesaron el siglo XX, incluyendo el proceso revolucionario que se vivió en nuestro país entre 1969 y 1976 y que culminó con la derrota que significó el genocidio, donde miles de los mejores luchadores habían sido ganados para la concepción guerrillerista del problema militar de la revolución con resultados que fueron nefastos para los intereses de la clase obrera y su vanguardia.
A nivel mundial la magnitud del retroceso de la clase obrera vivido durante la restauración conservadora obraron como presión para que en las filas del marxismo los debates vinculados a la insurrección estuvieran directamente ausentes o quedaran en general en la superficialidad de “que todo se arreglará en el momento necesario”, como alertaba Trotsky. Lejos de un avance en el programa y la teoría revolucionaria, en la izquierda mundial lo que hemos visto fue un predominio de las pretendidas “nuevas izquierdas”, que tiraron por la borda el programa y la estrategia del marxismo revolucionario en pos de encontrar “nuevas fórmulas”, los “socialismos del siglo XXI” o las “unidades de la izquierda” sin clara delimitación de clase ni perspectiva de poder obrero. Veamos hoy sino los planteos desastrosos de los autonomistas españoles en el movimiento de “los indignados”, contra los que discuten nuestros compañeros de Clase contra Clase en las plazas de Cataluña y Zaragoza (…)
La nueva época que nos toca vivir plantea urgentemente un cambio de esta tendencia y aspiramos a que las definiciones programáticas de este frente, que se han enriquecido con la declaración que sacamos hace unos días, permitan un avance en este sentido.
Y esto hace a una serie de cuestiones que no tienen que ver solo con los momentos decisivos de la revolución. Si la izquierda obrera y revolucionaria gana fuerza, la burguesía, sus partidos y la burocracia sindical no se quedarán de brazos cruzados. Ya vimos a las patotas de la burocracia con la complicidad del gobierno y la policía asesinar a Mariano Ferreyra, a quien hemos recordado una y otra vez en este acto.
Y más recientemente la combinación de matonaje y represión estatal frente a las grandes luchas que recorren la provincia de Santa Cruz, el feudo de los Kirchner. (…)
Estos actos represivos son sólo anticipos de que para la burguesía y sus partidos, que se llenan la boca hablando de democracia, el recurso a la represión es una constante a la hora de preservar sus privilegios. La vanguardia obrera va a ser la primera víctima si el gobierno kirchnerista sale fortalecido de estas elecciones (…)
Pero compañeros, si ellos cuentan con medios de todo tipo para mantener a raya a la clase obrera, de los millonarios fondos estatales y el control de los medios de comunicación hasta el aparato judicial y las fuerzas armadas y de seguridad, siguiendo a Clausewitz también podemos decir que nuestras filas cuentan con algo que ellos no tienen y que es central para entender la relación de fuerzas entre dos contendientes, que es la fuerza moral (…) Una fuerza moral que combinada con un programa, una estrategia y un partido que luche por ellos y logre encabezar la acción de las masas, puede torcer el rumbo de la historia.
Para que podamos vencer esta juventud tiene en nuestro país el desafío central de organizar sus filas no sólo en el movimiento estudiantil sino fundamentalmente en la juventud trabajadora. Esta es una tarea clave para quebrar el centro de gravedad del peronismo, que es el control por parte de la burocracia sindical de la gran mayoría de los sindicatos y de las comisiones internas y cuerpos de delegados. Nadie puede desconocer los muy relevantes avances realizados desde el “sindicalismo de base” en estos años, no sólo entre los estatales y los docentes, sino en la industria y los servicios, donde la dictadura patronal es abierta y el trabajo revolucionario se enfrenta a múltiples dificultades. Tenemos el orgullo que hoy estén aquí varios de esos compañeros que día a día hacen un gran trabajo revolucionario en la alimentación, jaboneros, gráficos, ferroviarios, metalúrgicos, en el SMATA y tantos otros sectores. Pero sabemos que esto es sólo un comienzo. Vamos por mucho más.¡Viva la unidad revolucionaria de la juventud trabajadora y estudiantil!
Compañeros, vamos con todo entusiasmo en estos meses a una dura y desigual batalla política; a desenmascarar a Cristina y los candidatos del oficialismo; a denunciar la trampa del “progresismo sojero” de Binner, Juez, Stolbizer y Solanas; a enfrentar al menjunje derechista de Alfonsín con De Narváez, a los Macri y a los Duhalde. Vamos a difundir entre millones la alternativa obrera y socialista que expresan el Frente de Izquierda y su programa. El capitalismo no ofrece otra salida que la continuidad de la miseria, la explotación, las crisis y las guerras. Pongamos todas nuestras energías en forjar la herramienta que permita echar este sistema al basurero de la historia.
¡Viva la juventud revolucionaria! ¡Viva el Frente de Izquierda!