| Durante la madrugada del jueves 13 de julio
aviones israelíes atacaron el aeropuerto de Beirut, en el Líbano. Este nuevo
ataque es parte de la respuesta prometida por el primer ministro Ehud Olmert
a las acciones del Hezbollah (chiítas libaneses), donde murieron 8 soldados
israelíes y otros dos fueron capturados, exigiendo la liberación de
prisioneros en cárceles de Israel y en apoyo a la causa palestina.
Mientras se mantiene firme la incursión militar en Franja de
Gaza, los aviones de la Fuerza Aérea israelí bombardearon la ruta que une la
capital del Líbano con Damasco (en Siria). Sólo unos días antes el Estado de
Israel había amenazado a los presidentes de ambos países por amparara a los
"terroristas" de Hamas (Siria, donde reside la dirección en el exilio de
esta organización) y Hezbollah (Líbano). Al mismo tiempo los buques de
guerra israelíes lanzaron misiles cerca del aeropuerto libanés internacional
(cerrado desde la mañana). También fue alcanzada la cadena de televisión de
la milicia de Hezbollah. De esta forma Israel volvió a realizar una
incursión en ese país, desde su retirada en mayo de 2000. Desde el Líbano se
dispararon cohetes "katiusha" contra la ciudad israelí de Haifa (ubicada a
60 kilómetros al sur de la frontera libanesa).
Durante la jornada del jueves murieron más de 20
palestinos, y fue atacada la Chancillería de Palestina, buscando dar con uno
de los líderes de Hamas (Mohamed Deif).
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP),
Mahmud Abbas, habló del peligro de una "una guerra regional".
Mientras tanto, la Unión Europea, ha votado enviar ayuda
económica a Gaza, para paliar la difícil situación de los habitantes de la
región causada por el ataque sionista. Sin cuestionar por un segundo la
incursión militar, la UE envió 300.000 litros de combustible para que
funcionen los generadores de los hospitales en Gaza, pero tanto esta ayuda
como la de la Liga Árabe (50 millones de dólares) fueron enviadas
directamente a Abbas, pasando por encima al primer ministro Ismail Haniyeh
(continuando con la presión sobre la mayoría de Hamas).
Estados Unidos, no conforme con su respaldo total a las
acciones del estado sionista, vetó ese mismo día la propuesta de resolución
del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que condenaban los ataques
israelíes en Gaza, apoyado por diez de los quince miembros del Consejo. No
sorprende el apoyo del imperialismo yanqui a su gendarme en la región, sin
embargo su embajador en la ONU, John Bolton, rayó el cinismo cuando declaró
que la resolución era "desequilibrada, impone demandas en una parte del
conflicto en Medio Oriente pero no en el otro".
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Claves
- La
situación de opresión y miseria que viven las masas palestinas es una fuente
permanente de levantamientos contra el Estado de Israel ,como hemos
denunciado en infinidad de artículos en este sitio. En la escalada actual, a
esto se suma el hecho que Irán, en el que se apoya Siria, está utilizando
sus “recursos” o lazos en la zona, Hamas (Palestina) y Hezbollah
(Líbano), para - en el marco de sus aspiraciones de hegemonía regional y
aprovechando el empantanamiento del imperialismo norteamericano en Irak y
las divergencias con las grandes potencias sobre su programa nuclear-
aumentar la tensión y mejorar su posición en la región. Esta utilización se
da un momento en que los Estados Unidos se encuentran con varios "frentes
externos" abiertos a nivel internacional, tratando de mantener por un lado
su endeble coalición anti-Irán (respecto a su armamento nuclear) y por otro
la demostración nuclear de Corea del Norte ( a la que China y Rusia se
niegan por el momento a condenar), además de una difícil cumbre del G-8 en
Moscú, frente a una resurgente Rusia.
- En
este marco Israel redobló la apuesta, lanzando la operación militar más
importante desde la invasión del Líbano en 1982, con el objetivo de
debilitar cualitativamente y darle una lección a las milicias chiítas
libanesas del Hezbollah. Mientras tanto, con a invasión de Gaza busca hacer
lo mismo con Hamas, aunque no está claro si Israel podrá sobrellevar en
forma sostenida las incursiones en dos frentes logrando sus objetivos. De
alguna manera estos movimientos de Israel son dejados correr por el
colaboracionista Abbas( presidente de la Autoridad Nacional Palestina),
Jordania, y sobretodo el gobierno de Egipto y la monarquía saudita (fuertes
opositores de Irán), que buscaban una salida negociada al conflicto de Gaza
antes de que Hezbollah pusiera en evidencia la vulnerabilidad del Estado
sionista.
- La
situación regional se está tensando fuertemente: es que aparte de sus raíces
propias, el conflicto de Palestina y el Líbano debe ser visto en el marco de
la situación aun complicada de los Estados Unidos en Irak y el avance de
Irán en esta estratégica región.
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