BART – Sistema de transporte de la Bahía de California - San Francisco
California, EEUU: Una semana de huelga de los trabajadores del transporte
25/10/2013
El día 21 de octubre ha terminado la huelga de los trabajadores y trabajadoras de BART. El mismo, constituye el 5to. sistema de transporte más grande de Estados Unidos, con 400.000 pasajeros a diario y en el cual trabajan 2.400 personas.
Esta es la segunda huelga en menos de 4 meses, y se ha extendido por una semana, durante la cual los trabajadores han sido el blanco tanto de demócratas y republicanos, como de las empresas y los medios de comunicación aliados, quienes han utilizado la poco original táctica de enfrentar a los usuarios con los trabajadores, generando condiciones cada vez más hostiles para llevar adelante esta lucha. Los medios de comunicación y el establishment han llevado a cabo una feroz campaña en contra de los trabajadores, repudiando y deslegitimando el método de la huelga, como decía uno de los principales diarios de San Francisco, “Los usuarios del transporte público son los perdedores. No importa cuántos impuestos y tarifas abonan, la decisión de ir al paro lo ha confirmado: Ud.es lo último que importa”, o “Steve Glazer, el asesor de Jerry Brown y candidato a la Asamblea de Estado es el primer demócrata en esta zona que quiere impulsar una ley para prohibir las huelgas de transporte público. Es probable que Los pasajeros varados por la huelga recuerden su nombre en la boleta electoral”.
Las y los trabajadores también han sufrido estos ataques de la patronal y de los partidos burgueses en el mes de Julio durante una huelga de 4 días. La primera huelga en el año 2013 fue llamada por que se terminaba el contrato con la empresa concesionaria del BART y fue resuelta a través de una conciliación obligatoria por medio de la cual se extendía el contrato anterior. Al mismo tiempo la empresa preparaba un nuevo convenio que significaba un ataque en regla a las condiciones laborales y salariales de los trabajadores.
Las y los trabajadores han salido a luchar para enfrentar los ataques de la empresa, a la vez que exigen un aumento en sus salarios acorde a la inflación. La empresa pretende imponer mayores aportes de los trabajadores hacia el sistema de pensiones y de salud, esto implica un recorte en sus sueldos. No conformes con estos impuestos al salario el nuevo contrato que quieren firmar incluye nuevas condiciones laborales que tienen el objetivo de reducir los salarios, flexibilizar los turnos y horarios de trabajo como así también rediscutir el pago de las horas extras y aumentar el poder de la administración.
Mientras se desarrollaba la última huelga, el personal jerárquico (no especializado) puso en marcha los trenes para intentar quebrar la huelga garantizando algún tipo de servicio reducido. Uno de esos trenes manejado por personal no calificado terminó atropellando y matando a dos trabajadores. Según la empresa solo estarían moviendo a los trenes con fines de mantenimiento, pero la investigación indica que pretendían garantizar un servicio mínimo. Una vez más, y lejos de hacerse cargo de estas dos muertes obreras, la administración del Sistema de Transportes aprovecho para atacar nuevamente a las y los trabajadores en lucha responsabilizándolos por estos hechos, con la increíble excusa de que de no haber ocurrido el paro, estos hechos fatales no hubieran sucedido.
Las direcciones de los dos sindicatos que agrupan a los trabajadores del BART solo han llamado a esta huelga para poder encausar la bronca de las y los trabajadores, pero sin luchar a fondo ni con todas las fuerzas disponibles por una salida que resuelva las demandas. Tanto en el mes de Julio como en el último paro, la lucha de las y los trabajadores del transporte ha quedado aislada, y su resolución fue negociada a sus espaldas. Tras una semana de huelga los sindicatos anunciaron un principio de acuerdo con la empresa mediante el cual si bien habría un incremento en los sueldos, también aumentan los aportes que las y los trabajadores deberán pagar para el sistema de salud y pensiones, por lo tanto el aumento del salario llegará apenas a cubrir la inflación. El resto de las demandas en relación a las condiciones de trabajo y el nuevo contrato, a pesar de la oposición de la base, fueron en parte concedidas a favor de la empresa y llevadas a un arbitraje que deberá resolverse en el próximo período.
Más allá del resultado inmediato, la entrada en escena de este sector de la clase obrera, que mostró el poder que tiene paralizando durante una semana el área de la Bahía de San Francisco necesitó de un ataque feroz por parte de Republicanos, Demócratas, y de la administración y las empresas, llegando al punto de querer proponer una legislación que decrete la ilegalidad de cualquier huelga de transporte.
Ambos sindicatos están bajo una dirección que llama a confiar en el partido Demócrata, pero estos cuentan con una base que sale a luchar y cuyas demandas no fueron resueltas. Además, las negociaciones fueron hechas a espaldas de las y los trabajadores. En los próximos meses se verá si el acuerdo alcanzado entre las direcciones sindicales y la empresa, y la enorme campaña macartista contra la huelga del BART lograron hacer retroceder a los trabajadores o si por el contrario el malestar en la base continúa, empujando a realizar nuevas acciones en este sector estratégico de la costa oeste, que cuenta con otros sectores como ya hemos visto en los últimos años con las huelgas de los camioneros de Oakland o los portuarios en Seattle.