México
Continúa la histórica lucha magisterial en México
12/09/2013
El miércoles 11, decenas de miles de maestros convocados por la CNTE se movilizaron en la Ciudad de México, en una nueva jornada de lucha y de “paro cívico nacional”, en tanto que pararon en 10 estados del país. La demanda del movimiento es echar atrás la reforma educativa aprobada por el Congreso, que ataca conquistas fundamentales, como la estabilidad y la permanencia del empleo. Ante la negativa del gobierno a recibir una comisión de la CNTE después de la manifestación, el magisterio bloqueó distintas avenidas y se enfrentó con el cuerpo de granaderos. En los días previos, mientras los maestros sostenían su plantón en el Zócalo capitalino y realizaban constantes acciones de lucha en distintos puntos del país, se realizó el 8/9 una importante manifestación contra la reforma energética, convocada por Andrés Manuel López Obrador.
Estamos en un nuevo periodo de resistencia obrera y popular, impulsado por la acción combativa de las y los maestros. Para torcerle el brazo a Peña Nieto y echar abajo la reforma, es necesaria una gran lucha nacional.
Para eso, hay que extender la lucha a las bases magisteriales que están bajo el control de los charros (burocracia sindical carnera y super estatizada) del SNTE. Hoy hay condiciones para recuperar a las organizaciones para la lucha, y sacarnos de encima a la burocracia sindical enquistada en el SNTE, porque son decenas de miles de maestros los que desconfían de los charros y quieren luchar contra las reformas. La CNTE tiene que llamar a organizar desde las bases al conjunto del magisterio, en el camino de democratizar las organizaciones sindicales y desconocer al charrismo. Hay que convocar a las bases del SNTE a unificarse en las movilizaciones y paros. Es el camino para extender la lucha, fortalecer el paro magisterial y debilitar al principal socio del gobierno en el movimiento magisterial.
Preparar el paro nacional
Junto a eso, hay que unificar las movilizaciones que recorren las calles del país: los que pelean contra la reforma educativa, los que se oponen a la entrega de PEMEX (empresa petrolera estatal) y todos aquellos que protestan contra este gobierno. Para eso, se requiere un plan de acción unificado, donde los trabajadores y sus organizaciones encabecen la movilización, con un programa cuyas primeras reivindicaciones sean echar abajo las llamadas “reformas estructurales”, donde la abrogación debe ser una demanda no negociable. La primera gran medida de ese plan de acción es ponerle fecha y realizar un Paro Nacional. Los llamados generales al “paro cívico” son insuficientes; es imprescindible que las organizaciones que se reclaman opositoras -como la Unión Nacional de Trabajadores- se coordinen con el magisterio y le pongan fecha ya a un paro que muestre la fuerza obrera y popular paralizando el país.
El gran peligro es que el magisterio no se articule -tras un plan de acción y un programa- con otros sectores en lucha. Ya vimos, en luchas previas, lo que ocurrió cuando no se logró esta unidad: como en la lucha del SME, donde a pesar de la combatividad de sus bases, no se contó con la solidaridad efectiva, mediante paros y huelgas, de los grandes sindicatos. Lamentablemente direcciones que se reclaman opositoras -como la del sindicato universitario- se oponen abiertamente a llamar al paro. En tanto que quienes encabezan las movilizaciones contra la reforma energética (como Cuauhtémoc Cárdenas y López Obrador) no son partidarios de unificar las luchas y de que el magisterio y otros sectores de trabajadores encabecen la movilización.
Por eso, es fundamental que la CNTE llame a los demás sindicatos a coordinar y unificar la lucha en un verdadero paro nacional contra la reforma energética y educativa.
Esto debería ser acompañado de proponer un Gran Encuentro de Organizaciones obreras, campesinas, juveniles y populares, con delegados de base, donde discutamos el programa y el plan de acción para derrotar los planes del gobierno. Ese es el camino para poner contra las cuerdas al gobierno e imponer nuestras reivindicaciones.
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Primer Encuentro Magisterial Nacional
El sábado 7/9 se realizó el Primer Encuentro Magisterial Nacional. Sandra Romero, representante de la LTS en el encuentro, y Yuri, integrante de la agrupación magisterial Nuestra Clase, nos cuentan de ello.
¿Quiénes asistieron?
Y: Hubo alrededor de 500 asistentes, entre maestros y miembros de organizaciones solidarias, de 25 estados de la República. Es interesante porque había representantes no sólo de la CNTE sino también de otros sectores democráticos de varios estados, y había maestros no sólo del SNTE sino también de sindicatos magisteriales independientes.
SR: Participaron decenas de organizaciones sociales, políticas y estudiantiles. El Encuentro expresó combatividad, pero los dirigentes desde la mesa lo llevaron todo a la discusión de las acciones de la semana para evitar la discusión en torno a la estrategia política.
¿Cómo participaron en el Encuentro?
Y: Planteamos una serie de propuestas con las que queremos aportar al desarrollo y al triunfo de la lucha. Dos de nuestras propuestas centrales son que la abrogación de la Reforma Educativa sea una consigna no negociable del movimiento -para evitar las trampas y maniobras del gobierno en cualquier diálogo o negociación- y unificar las luchas contra la reforma educativa y contra la entrega de PEMEX; propusimos concretamente que el Encuentro hiciera un llamado explícito a las direcciones sindicales que se dicen opositoras a que le pusieran fecha al paro nacional.
SR: Desde la LTS planteamos una discusión sobre la necesidad de subordinar políticamente las negociaciones a una estrategia para triunfar en las calles, basada en el frente único, la movilización y el paro magisterial, y la unificación de las luchas contra las reformas estructurales.
¿Qué se resolvió?
SR: Se acordó el llamado al paro cívico y movilización nacional para el 11/9, pero lamentablemente no quedó claro a quién iba dirigido el llamado más allá del magisterio, a pesar de que nosotros planteamos insistentemente esta cuestión. La dirigencia del movimiento se niega a hacer un llamado claro a los sindicatos opositores al paro, continuando con una política que mantiene aislada la lucha del magisterio, y que si no se revierte prepara el camino de la derrota. Por eso es fundamental conformar una agrupación de trabajadores de la educación que impulse una política y una estrategia independiente y combativa para vencer.