Por Vincent Duse (Obrero y militante de la CGT en PSA Peugeot de Mulhouse y miembro del Comité Político Nacional del NPA por la Corriente Comunista Revolucionaria / Plataforma 4 - www.ccr4.org)

A pesar del frío y de la “escolta” de los policías en moto, la acción del 26/1 en Mulhouse fue un éxito total. Unos sesenta delegados sindicales de la CGT (de la fábrica y de la regional) tuvieron la oportunidad de hacerse escuchar fuerte: en Alsacia la resistencia contra los despidos en PSA en general, y en Mulhouse en particular, comienza a organizarse.

A lo largo de la jornada juntamos cerca de 2000 firmas, con un petitorio que decía “¡No a la supresión de puestos de trabajo! ¡No a los despidos de 600 contratados en la planta de PSA Mulhouse!”. Para nosotros esta fue la ocasión de constatar que la población está de nuestro lado.

También fue una oportunidad para discutir con muchos jóvenes contratados en condiciones de precariedad laboral. A algunos de los antiguos compañeros que pasaron a los talleres en el curso de los últimos años, los contratados nos han planteado su impotencia y su hartazgo a ser tratados como variables de ajuste y, por supuesto, también firmaron el petitorio.

Varios de los que firmaron el petitorio el día 26 en la fábrica nos preguntaron cuál era la continuidad que pensábamos darle a esta primera acción.

En Mulhouse es necesaria una respuesta del conjunto de las organizaciones sindicales ya que hay un ataque al empleo que se juega a nivel regional. En ese marco, la acción del jueves 26 muestra que es necesaria una respuesta para mostrar que en toda la región, y de acuerdo al interés de todos los asalariados y las clases populares que habitan y trabajan en el Haut-Rhin, los despidos no pasarán. Vamos a pedirle a la CGT departamental que tome la iniciativa, empezando por una gran jornada de movilización, con huelga y acciones, para mostrar, no solamente que la respuesta es necesaria sino también posible a partir del momento en que nuestras organizaciones se proponen movilizar a los trabajadores.

Que la jornada del 18/2 en Aulnay sea el comienzo de una coordinación de la resistencia a nivel de PSA

En el resto de las plantas de PSA también se juntaron firmas mostrando que aumenta la bronca. En Aulnay, una de las tres plantas en Europa amenazadas de cierre, 350 compañeros del equipo de la mañana pararon el 17/1 contra las casi 200 amenazas de despido que afectan a la fábrica. También ellos se proponen organizar una gran manifestación intersindical contra las amenazas de cierre, con el apoyo de la población y de los trabajadores de toda la región de Seine-Saint-Denis, el 18/2. Como lo hemos hecho antes, los trabajadores de las otras plantas de PSA, sobre todo de Mulhouse, estarán presentes para aportar su solidaridad a los compañeros de Aulnay.

Después de las jornadas que se organizaron localmente en las diferentes plantas, ya sea en Aulnay, en Valenciennes o en Mulhouse, los paros que hubo en Metz o Rennes, la próxima etapa debería ser una gran jornada con huelga en toda la empresa para que decidamos cómo organizarnos con el fin de hacerle tragar sus pretenciones a Varin (presidente del directorio de PSA) y a sus gerentes: ¡ningún despido, ningún cierre, no al desempleo técnico, reparto del trabajo en el conjunto de las plantas del grupo sin reducción de salario!

Esto podría ser un primer paso para comenzar a ponernos en pie de guerra para hacer de la cuestión del empleo y de los cierres de empresas una gran pelea. Por su importancia económica y su peso, PSA podría estar a la cabeza de tal contraofensiva.

Son los trabajadores de Lejaby, de SeaFrance, de M-Real y de otras partes los que pusieron en discusión el tema del empleo. Tanto Sarkozy como Hollande (candidato presidencial por el Partido Socialista) y las confederaciones sindicales “dialoguistas” no quieren escuchar hablar de eso, diciendo alternativamente que “los cierres son una fatalidad, es la ley del mercado”, o que entonces “habría que producir francés” o también “que hay que aceitar los mecanismos de recurso al desempleo técnico”. A nosotros nos corresponde mostrar de qué manera, con nuestros propios métodos, estamos capacitados para responder y afrontar una cuestión tan fundamental para nosotros, los trabajadores y nuestras familias. El próximo periodo debería darnos la posibilidad de poner a [la dirección de] nuestras organizaciones entre la espada y la pared y coordinar entre las plantas para ganar esta pelea.

02-02-2012