Conferencia internacionalista en Paris - Parte II
Conferencia en París: por un movimiento contra la guerra, la xenofobia y el recorte de libertades
09/12/2015
El 5 y 6 de diciembre tuvo lugar en París una conferencia europea organizada por la Corriente Comunista Revolucionaria (CCR) del NPA de Francia, el grupo Clase contra Clase (CcC) del Estado Español y la Organización Revolucionaria Internacionalista (RIO) de Alemania. Publicamos la segunda parte de la entrevista a sus organizadores, Juan Chingo y Daniela Cobet de Francia, Santiago Lupe del Estado Español y a Stefan Schneider de Alemania.
¿Cómo repercutieron los atentados de Paris y la situación abierta por los mismos en Francia en vuestros debates?
Daniela Cobet: Enormemente. Una de las presidencias honorarias de la conferencia quisimos dedicársela justamente a las víctimas de los atentados del 13N y del resto de las víctimas de ISIS y la barbarie guerrerista de los ejércitos imperialistas en Oriente Medio y África. Lo ocurrido aquel viernes marca un punto de inflexión en la situación europea. En primer lugar se puede decir que la profunda crisis de esa región del planeta ha traspasado el Mediterráneo. La vida “normal” en Francia se ha visto trastocada. Tanto porque ISIS como fuerza contra-revolucionaria encuentra en los trabajadores y jóvenes de Europa un objetivo militar, como porque la respuesta de los gobiernos es lanzar una ofensiva guerrerista hacia afuera que seguirá generando más muertos nuestros aquí y allá, y otra en el plano interno con el recorte de derechos y libertades democráticas. En este giro, Francia y el gobierno de Hollande se han ubicado a la vanguardia, pero es una tendencia de carácter continental que es fundamental para pensar el nuevo marco político en el que las y los revolucionarios tendremos que intervenir. De esta situación se desprenden nuevas tareas urgentes, como la de pelear por un gran movimiento contra la guerra, el recorte de libertades y los derechos de inmigrantes y refugiados como el que planteaba Stefan. Coincidiendo con la conferencia, nosotros quisimos realizar un primer acto con este contenido. El sábado por la noche realizamos una “soirée” internacionalista en el popular barrio de Saint Ouen, una de las banlieue parisinas en la que más se sufre el estado de emergencia y las políticas racistas. Unas 350 personas vinieron a esta actividad, en la que intervinimos compañeros de los tres grupos, trabajadores de huelgas emblemáticas como la de Panrico en el Estado español o Amazon en Alemania, compañeros de los grupos invitados a la conferencia y uno de los detenidos la semana pasada en la represión a la manifestación contra el COP21. Fue un acto contra el nuevo giro reaccionario y una celebración del internacionalismo que en el marco de la situación actual cayó muy bien a los presentes, entre los cuales había muchísimos militantes sindicales y jóvenes.
¿Y cómo se expresó todo eso en el punto sobre orientación el domingo?
Stefan Schneider: La discusión de orientación fue muy interesante Dio cuenta de los avances de la FT en Europa, algo que se había visto no solo en las mismas delegaciones, que expresan grupos mucho más consolidados, sino también en la discusión del sábado en la que decenas de compañeras y compañeros jóvenes intervinieron con valiosos aportes en las dos principales discusiones. El domingo intercambiamos sobre las distintas experiencias de nuestros tres grupos. Aun siendo grupos jóvenes y con una militancia muy joven también, uno de los rasgos que nos definen es la persistencia en construirnos en la clase trabajadora. Desde el movimiento estudiantil y la juventud hemos volcado importantes esfuerzos en el apoyo y la solidaridad con huelgas importantes, como Panrico, Coca-Cola o Movistar en el Estado español, Philips, Peugeot-Citroën, correos, ferroviarios y hospitales en Francia, o ahora en Alemania con la huelga de Amazon, los conductores de trenes o las trabajadoras de los guarderías de niños. Esto ha permitido que en relativamente poco tiempo hayamos dado pasos en conquistar trabajos iniciales en el movimiento obrero y relaciones con sectores combativos en todos los países, algo que estaba presente en la misma reunión. Uno de los aportes que consideramos más valiosos de nuestra militancia revolucionaria en el movimiento obrero, es que en todas las luchas en las que participamos nos proponemos retomar el internacionalismo proletario, promoviendo la solidaridad internacional efectiva con estos conflictos de parte de trabajadores de otras latitudes. Discutimos que la situación actual hace que esta orientación sea aún más importante. Estamos viviendo un momento en que la clase trabajadora del continente se está volviendo mucho más internacional en su propia composición y los diferentes gobiernos tratan de fortalecer las divisiones internas en clave racista y xenófoba. Creemos que pelear por un fuerte internacionalismo obrero en la lucha de clases que es la mejor herramienta de combatir justamente esto.
Santiago Lupe: Otro eje de la discusión de orientación que abordamos el domingo fue cómo la nueva situación amplía el espacio para que la izquierda revolucionaria pueda dialogar con amplios sectores de jóvenes y trabajadores. La nueva situación reaccionaria ancla sus raíces en dos grandes elementos. Por un lado, venimos de la derrota de la “primavera árabe”, un profundo proceso de lucha de clases que, a pesar de sus resultados, ha puesto en cuestión a todos aquellos que dijeron que la época de las revoluciones estaba superada. Y al mismo tiempo, ha reafirmado la necesidad de que la clase trabajadora conquiste un rol hegemónico para evitar los desvíos y salidas contra-revolucionarias a futuros ascensos, así como la actualidad de la lucha por poner en pie partidos de trabajadores revolucionarios. Por otro lado, el fracaso exprés del nuevo reformismo, que en un tiempo récord se ha convertido en el aplicador del ajuste en Grecia y en un proyecto de abierto regeneracionismo burgués del régimen político en el Estado español. Son cada vez más los que han hecho o están haciendo una experiencia con estos proyectos políticos. Ambos hechos y las lecciones que dejan planteadas permiten que desde la extrema izquierda podamos explicar más concretamente nuestra estrategia. Podemos decirle a miles de jóvenes y trabajadores que si no quieren tener que conformarse con el “no hay alternativa” de Tsipras, si no quieren que ellos o alguno de los suyos sea uno de los muertos de sus guerras, si no quieren ver como se liquidan los derechos democráticos en Europa, cómo demandas democráticas que se han expresado en la calle en los últimos años queden de nuevo en el cajón... es imprescindible retomar un camino basado en la movilización social con la clase obrera al frente, que pelee hasta el final por todas las demandas democráticas y por un programa para que la crisis la paguen los capitalistas. Un programa que tome como tarea urgente poner fin a la ofensiva guerrerista y que sirva para poner en pie partidos revolucionarios de trabajadores internacionalista para poder combatir contra los gobiernos capitalistas y la UE fortaleza.
Juan Chingo: Salimos de la conferencia reforzados y con alta moral, lo que nos anima a repetir este tipo de encuentros y profundizar la coordinación entre nuestros grupos. Ya lo estamos haciendo y los vamos a multiplicar a través de nuestros diarios digitales en el Estado Español, Francia y ahora también en Alemania. Todo este esfuerzo político que hacemos es porque pensamos que hay que poner al marxismo con vocación estratégica a la ofensiva: esto falta terriblemente en Europa. Hay que mostrar que hay otro camino a la política de resignación de la mayoría de extrema izquierda, que después de no haber sabido aprovechar las oportunidades que hubo en los momentos de alza -como fue el caso en Francia, por ejemplo, desde 1995 a 2010 con la derrota de la huelga de las jubilaciones-, solamente ve atajos oportunistas detrás de variantes reformistas impotentes como Syriza o Podemos, escépticos de las fuerzas de la clase obrera. Sabemos que es una tarea difícil, ya que son años de adaptaciones y de lógicas que hay que cambiar. Pero es una tarea muy entusiasmante, porque sabemos que es la única forma de construir un movimiento revolucionario con peso orgánico en la clase obrera y en la juventud que puede ser una alternativa a la política de la extrema derecha, que hoy día en es la única que tiene una visión del mundo clara. Igual rol juega la política de género que se discutió en la Conferencia, que a la vez que debata con el feminismo postmoderno que es muy fuerte en Europa, no se quede solo en eso sino que avance en organizar mujeres trabajadoras y jóvenes como ya lo está haciendo nuestra corriente internacional en Argentina, en Brasil y también en España con la agrupación de mujeres Pan y Rosas.
La moralización de viejos militantes con renovadas convicciones y el empuje de la juventud como se expresaron la Conferencia, nos demuestran que una fuerza que no capitule puede empezar a abrir otra dinámica en el seno de la extrema izquierda europea. Como un primer paso en este camino resolvimos llamar a poner en pie un movimiento de los internacionalistas contra la Europa del Capital y sus decadentes fronteras, la xenofobia y las falsas salidas como el “Plan B”, un llamado dirigido en primer lugar a los grupos que participaron como observadores en nuestra Conferencia y a la extrema izquierda griega, que a la vez se dirija como ya lo hicimos en nuestra llamado por un Plan I a grupos como Lutte Ouvriere, el NPA o la izquierda radical inglesa a que se orienten en este sentido.