Entevista a Manuel Georget y Vincent Duse sobre la Plataforma 4 para el próximo Congreso del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA)
Francia: se formó una plataforma revolucionaria en el NPA
02/12/2010
La Verdad Obrera ha invitado a los dos principales referentes obreros de esta plataforma, Manuel Georget y Vincent Duse, a hablar con nosotros. Manuel Georget es secretario general del sindicato CGT EGP Dreux y delegado de la fábrica de televisores de Philips Dreux, que acaba de cerrar sus puertas después de años de lucha contra los despidos y la deslocalización, que culminaron en una corta experiencia de control obrero durante el pasado mes de enero. Fue militante de la Ligue Communiste Révolutionnaire (LCR), que precedió al NPA (Nuevo Partido Anticapitalista) durante casi 30 años, encabezó la lista del NPA en el departamento Eure-et-Loir en las últimas elecciones regionales y es miembro de la coordinación del CTR (Colectivo por una Tendencia Revolucionaria). Vincent Duse es obrero de la fábrica Peugeot en Mulhouse (con más de 10.000 obreros) y durante 10 años ha sido secretario general del sindicato CGT de la fábrica. Es miembro del Comité Político Nacional del NPA y de la coordinación del CTR.
En febrero, el NPA tendrá su 2° Congreso, el primero desde el de su fundación. Entre las diferentes plataformas, las tendencias que presentan posiciones y textos alternativos para el Congreso, está la Plateforma 4, impulsada por el Colectivo por una Tendencia Revolucionaria (CTR), dentro del cual militan los camaradas de la FT-CI en Francia. Esta plataforma finalmente pudo ser convalidada en la última reunión del Comité Político Nacional, luego de haber sido eliminada por la dirección mayoritaria durante la reunión precedente, bajo la acusación que contrastaba con los principios fundadores de este partido. La campaña democrática y la manifestación de militantes y dirigentes que han rechazado este ataque a la democracia más elemental, así como el giro en la situación ocasionado por el poderoso movimiento de masas que atravesó Francia, han hecho retroceder a la mayoría de la dirección. Se trata de una victoria democrática y política para quienes se reclaman revolucionarios.
La agencia de prensa AFP publicó justo después de la reunión del CPN: “También ha aparecido una cuarta tendencia para ‘redefinir el NPA como un partido revolucionario trotskista’ alrededor de un obrero de Peugeot Mulhouse”, ha declarado el lunes a la AFP Pierre-François Grond, del comité ejecutivo del NPA.
LVO: Ustedes presentaron una plataforma para el próximo congreso del NPA. ¿Cómo se formó y en qué se opone a las otras tres plataformas?
M.G.: Eramos militantes del NPA de diversos orígenes que, en su mayoría, nos ubicamos en la posición B en la consulta nacional sobre las elecciones regionales de nuestro partido, la única que se oponía a los acuerdos electoralistas con el Frente de Izquierda (Front de Gauche). En ese momento se hizo evidente que el problema superaba ampliamente la cuestión de las elecciones, que lo puesto en juego era qué partido queríamos construir. Ante el fracaso en las discusiones con la posición B, que no quería ir hasta el final contra el proyecto de “partido amplio” y defender un verdadero partido revolucionario, decidimos lanzar el proceso de constitución de una tendencia revolucionaria, con la elaboración de un programa y una orientación alternativos a los de la dirección actual, así como a los de las tres posiciones que se habían delimitado alrededor del debate de las regionales. Entonces hemos llamado a todos los camaradas partidarios de un NPA revolucionario a participar en él, con el objetivo de que avance el proceso y que la tendencia revolucionaria se convierta en una realidad política.
Era indispensable responder a la política de la dirección y a los elementos derechistas del NPA que habían llevado al partido a un impasse. Era necesario llevar adelante un combate en el plano ideológico y político, para que el NPA sea un partido revolucionario, un partido que asimile la tradición de los grandes pensadores marxistas revolucionarios, de Marx, Engels, Rosa Luxemburg, Lenin y Trotsky, y que sea una herramienta real en manos de los trabajadores conscientes para derrocar al capitalismo y destruir su Estado y para constituir su propio gobierno.
V.D.: Yo formé parte del núcleo de miembros del CPN que dio origen a la posición B. Después de un tiempo estaba convencido de la necesidad de construir una tendencia marxista revolucionaria en el NPA, pero en un momento dado me di cuenta que los dirigentes de la posición B no querían esto. Todo lo que hacían era buscar formar una “nueva mayoría” con el compromiso con un sector de la dirección mayoritaria. Fue allí cuando decidí, con otros camaradas de Alsacia, dejar la posición B para construir el CTR. Después conocí a los camaradas de la FT-CI y compartimos muchas ideas políticas. Ellos me hablaron de su proyecto de construir una tendencia con los que ya estaban en la Tendencia CLAIRE, pero también con otros camaradas obreros como Manu, que estaban dispuestos a comprometerse en este combate.
Según mi opinión, lo que nos diferencia del conjunto de las plataformas del NPA es que somos los únicos que peleamos abiertamente por un partido obrero y revolucionario y que rechazamos las ambiguedades del NPA. Por eso sufrimos tanta represión de la dirección, que estuvo a punto de pisotear los estatutos del partido y de no convalidar nuestra plataforma, cuando nada le da derecho a hacerlo ¡y yo mismo era miembro de la dirección! Finalmente estuvieron obligados a validarla, aún cuando esto no les impide seguir haciendo una campaña permanente en contra nuestra, acusándonos de ser hostiles al partido.
LVO: Hemos seguido los acontecimientos del otoño en Francia. ¿Cuál fue su participación y qué balance hacen del movimiento?
V.D.: La primera conclusión es que, más allá del resultado inmediato del conflicto, la clase obrera levantó cabeza. Contra todo el discurso de Sarkozy y los patrones, sectores concentrados del proletariado como los trabajadores de las refinerías y los puertos, demostraron que, sin ellos, el país no podía funcionar. Y aun cuando finalmente el gobierno pudo hacer pasar su reforma, gracias a la colaboración activa de las direcciones sindicales, esta lección muy importante, que permite comenzar a restablecer la confianza de la clase en sus propias fuerzas, no puede ser borrada y sigue su curso, incluso en obreros que no entraron en huelga como en las automotrices. En Peugeot, era sorprendente ver hasta qué punto los obreros que no hacían huelga estaban contentos cuando bloqueamos durante más de dos horas toda la planta. En las fábricas se siente una politización nueva y mucho descontento, sobre todo en los jóvenes precarizados. Es una bomba de tiempo que explotará tarde o temprano.
En esta situación, un partido nacional como el NPA podría jugar un rol muy importante, si estuviera implantado verdaderamente en las grandes concentraciones obreras, si tuviera un programa claro que articule la cuestión de la huelga general con la del poder político, si impulsara en todas partes la construcción de instancias de auto-organización, ya sean comités de huelga o las Asambleas Generales Interprofesionales. En resumen, para nosotros el balance del movimiento no hace más que reforzar nuestro combate por un partido obrero y revolucionario.
M.G.: En el departamento de Eure-et-Loir, nuestra lucha ha sido por poner en pie una tendencia más radical en la CGT, en oposición a la política llevada adelante por la burocracia nacional. Esta tendencia ha logrado mantener cierta presión sobre las direcciones en las instancias sindicales departamentales, que se vieron obligadas a apoyar las huelgas de los sectores más radicalizados. Durante varias semanas, organizamos Asambleas Interprofesionales CGT, bloqueos de plantas industriales, operaciones de peaje gratuito, envío de delegaciones de trabajadores para apoyar otros piquetes de huelga como el de la refinería Total en Grandpuits.
Una joven camarada, estudiante secundaria, de la Tendencia Revolucionaria del Comité del NPA de Chartres, estuvo a la cabeza del movimiento de secundarios. Ella supo, en el marco de la lucha, imponer la perspectiva política hasta llegar a ser la portavoz legítima de la juventud radicalizada.
Sin embargo, la crisis nos indica que debemos prepararnos para situaciones todavía más agudas que la que hemos conocido recientemente. En esta poderosa movilización, a pesar de que una conciencia política se empezó a desarrollar en la clase obrera, no se ha logrado imponer el problema del poder y tampoco se ha abierto una situación revolucionaria. Ahora bien, es justamente para una situación revolucionaria que debemos prepararnos en un futuro próximo. Este movimiento termina sin que haya una verdadera derrota de la clase obrera, ni una verdadera victoria de la clase burguesa, aunque ésta última haya podido contar con la complicidad de las confederaciones sindicales que jamás han condenado la represión policial hacia los trabajadores, las requisas y desalojos en las refinerías y la negación del derecho a huelga. Nunca han querido tomar partido en relación a la huelga general, que era la única alternativa para ganar. El resultado de la guerra se jugará en futuras batallas, y es necesario que nuestra clase esté a la altura. Y en este sentido, la lucha contra la reforma de las jubilaciones, para un primer ensayo, no está nada mal.
LVO: Europa es el epicentro de las contradicciones de la crisis capitalista. Después de Grecia e Irlanda, hemos vimos esta semana a Portugal y España aparecer en las primeras planas de los diarios con sus dificultades económicas y los fenómenos de resistencia de los trabajadores. ¿Qué propone la plataforma 4 para hacer frente a esta situación?
M.G.: La situación en Europa es muy grave. En particular, luego de las manifestaciones en Grecia, Francia, España, es necesario detenernos sobre la situación política en Europa, el análisis de los nuevos desarrollos de la crisis en la Unión Europea (plan de rescate a Irlanda, fragilidad de la economía portuguesa, etc.) y los nuevos ataques que empiezan a aparecer (medidas de desempleo técnico nuevamente en Francia, etc.). El poder de los grandes capitalistas que organizan a nivel continental el ataque contra todas las conquistas sociales y democráticas, no cesa de imponer sacrificios a los trabajadores: todo pasa por la picadora, con el objetivo de favorecer las ganancias cada vez más jugosas de la ínfima minoría que estrangula a la clase obrera. El epicentro de la crisis es Europa, su propagación corre el peligro de extenderse sobre otros continentes y frente a esta expansión de la crisis, ya sea en Europa o en otro lugar, los trabajadores y los jóvenes se levantarán.
Sin embargo, para luchar y para ganar contra el capitalismo y los Estados burgueses, los trabajadores deben adquirir una conciencia de clase, es decir la conciencia de su papel en la sociedad tal como lo concibe la teoría marxista, y tomar confianza de su capacidad de organizar la sociedad, sin someterse a la clase dominante. Es en esta dirección que nosotros queremos llevar a la clase obrera para hacer frente a esta situación y este es el sentido de nuestro combate en el NPA.