Europa
Masiva marcha en Irlanda contra los recortes y los despidos
25/02/2009
“Quieren cargar sobre nuestras espaldas la crisis que ello provocaron"
El sábado 21 de febrero 120.000 trabajadores marcharon a través de las calles de Dublín, República de Irlanda, demandando la cancelación de un impuesto del 7% al régimen jubilatorio, que afecta a todos los trabajadores públicos. Esta medida fue decretada por el gobierno para hacer frente a la crisis presupuestaria que atraviesa la economía del hasta hace poco tiempo llamado “Tigre celta”. Junto a la exigencia del retiro de esta medida los trabajadores protestaron contra los despidos y otros ataques contra la clase trabajadora. Irlanda es junto con el Estado Español uno de los países de la Unión Europea más golpeado por el desempleo. En enero llegó a 326.000 el número de personas que reclaman seguro de desempleo, el nivel más alto desde 1967. Esta marcha es el resultado de la bronca que se viene acumulando en el país y en las últimas semanas se han realizado varias decenas de reuniones de los sindicatos a nivel local del sector público demandando medidas de fuerza para poner un freno a los recortes.
Más de 300 trabajadores de la fábrica ocupada Waterford Crystal encabezaron la marcha con un cartel que decía “Los trabajadores unidos jamás serán vencidos”. El contingente fue recibido con una ovación por los concurrentes mientras se dirigían a la cabeza de la marcha. La empresa, que se dedica a la manufactura de juegos de vajilla, loza, porcelana y copas de cristales finos se encuentra ocupada por sus trabajadores desde el 31 de enero por temor a los despidos y el cierre de la planta, ya que la fábrica, una de las más emblemáticas de Irlanda, se encuentra intervenida y en concurso de acreedores.
En los años de auge neoliberal, Irlanda, que es un país miembro de la Unión Europea, sufrió un rapidísimo crecimiento económico que giró alrededor del impulso del sector de la nueva tecnología e informática. En este período se concentraban los galpones de ensamblajes de instrumentos de IT y armado de computadoras. Este colosal despliegue en esta rama de la economía dio un nuevo impulso al país de conjunto, sin embargo, al tratarse de una economía periférica ha sufrido de una manera muy abrupta la crisis crediticia, haciendo que el estado tuviera que saltar al rescate de los bancos. Esta bancarrota financiera ha sido acompañada a su vez por la suba del euro con respecto a la libra esterlina (aumentando la competencia de productos británicos) afectando gravemente las arcas del estado y su presupuesto.
En medio de un rescate multimillonario a los bancos, los trabajadores del sector estatal han salido a protestar bajo el lema “Quieren cargar sobre nuestras espaldas la crisis que ellos provocaron”. El sector estatal, que abarca a los empleados de salud, educación y todas las dependencias y oficinas del gobierno, sale a denunciar que mientras el gobierno pone miles de millones de euros para salvar a los bancos les quiere imponer un impuesto totalmente reaccionario al régimen jubilatorio lo que significa una reducción directa de sus salarios, en el marco de que hay, a la vez, un detrimento cada vez mayor a los servicios públicos.
Lo nuevo de esta protesta es la unificación de los reclamos del sector privado y estatal. Los trabajadores del sindicado de autobuses y trenes votaron ir al paro contra la pérdida de puestos de trabajo. Los docentes primarios, secundarios y universitarios también están realizando consultas para ir a la huelga.
Había un gran ánimo. Se esperaba una masiva participación, ya que hay un amplio movimiento de descontento social que viene gestándose en los últimos meses, en particular en el sector educativo que protagonizó varias marchas y colectivos locales que finalizaron en una marcha y paro nacional educativo en noviembre del año pasado. El espíritu de la protesta puede sintetizarse en los lemas de las pancartas: ¡Que se recorte a las corporaciones estafadoras!; ¡No es un impuesto a las pensiones sino un recorte al salario!; ¡Que la crisis la paguen los ricos!; ¡Por un paro nacional de 24 horas! Y ¡Las marchas no son suficientes! ¡Huelga Ya!
El rol de la dirección de la ICTU
La convocatoria a la marcha fue lanzada por el Congreso de Sindicatos de Irlanda (ICTU, por sus siglas en inglés), pero su política es la de un pacto social con el gobierno.
El ICTU se vio obligado a convocar a esta protesta nacional contra los “intentos de imponer el peso completo de la crisis bancaria de los capitalistas sobre las espaldas de la clase trabajadora, mientras se les sigue entregando miles de millones a los banqueros” debido a la bronca que existe a nivel de la base.
El ICTU, que está comprometido en alcanzar un acuerdo marco con el gobierno y que ha sido quien propuso el impuesto al régimen jubilatorio del 7% frente a la propuesta del gobierno del 10% para hacerla más vendible, se ve obligada a reconocer que se está atravesando lo que se considera el desafío más serio en la historia del país y que la combinación de una crisis mundial agravada con los problemas nacionales amenaza la seguridad y calidad de vida de los trabajadores. Sin embargo por su política conciliadora se viene negando a convocar a un paro nacional.
Muy a su pesar, se está gestando un movimiento por fuera de las direcciones sindicales burocráticas, que quieren llevar todo al terreno de la negociación, que están realizando votaciones para ir al paro. Los trabajadores del Sindicato del Sector Público (CPSU por sus siglas en inglés) irán a un paro de 24 horas este jueves, los conductores de autobuses están llamando al cese de tareas por 24 horas para el próximo sábado frente a la amenaza de despido de 290 trabajadores y el retiro de circulación de 100 unidades. Al mismo tiempo los sindicatos de docentes están realizando votaciones y consultas para realizar paros y medidas de lucha. Como parte de este movimiento hay actividades planificadas: organizaciones de base de docentes de Dublín tienen convocadas reuniones para discutir cuestiones salariales, el estado de la educación y las condiciones laborales y plan de lucha.
Aunque todavía no sabemos su alcance, el movimiento por un Paro Nacional de 24 horas pareciera estar cobrando impulso, lo que se podría transformar en una verdadera plataforma de lucha para organizar al conjunto de los trabajadores que abone el camino para derrotar la política del gobierno y hacer que la crisis la paguen los capitalistas.
Ocupación de una fábrica de cristales y porcelana en Irlanda
En este contexto de crisis los trabajadores de la fábrica de cristales finos Waterford Crystal vienen ocupando la planta desde el 31 de enero ante los anuncios de despidos. La firma Waterford Crystal es una empresa emblemática de más de 250 años que se dedica a la fabricación de porcelana, cristales de una alta calidad y cerámicas finas y cuenta con 10 subsidiarias en el Reino Unido, y tiene su casa central en Irlanda. Debido a las pérdidas fue intervenida a principios de enero de 2009. Se estima que se encontraban amenazados 1.900 puestos de trabajo, ya hubo dos marchas en apoyo a los trabajadores y en la última participaron casi 7.000 personas.
La empresa Waterford Wedgwood, que además es dueña de una fábrica de cerámica alemana, emplea a 8000 trabajadores en todo el mundo, 1900 de ellos en el Reino Unido. Hasta el momento 370 trabajadores han sido despedidos en dos subsidiarias del Reino Unido. En la fábrica que la empresa tiene en Kilbarry (Irlanda), los trabajadores han realizado sentadas cuando se enteraron que la planta iba a cerrar hasta que encontrara un comprador, esto significaba que 480 obreros iban a perder sus empleos.
La ocupación de Waterford Wedgwood no es un ejemplo aislado. En Shannon, Irlanda, los trabajadores de la planta Element Six, dedicada a la producción de abrasivos y químicos de diamantes y brillantes, también han decidido ocupar la misma ante el anuncio de 150 despidos sobre un total de 620 trabajadores. La empresa, que en el año 2007 obtuvo ganancias extraordinarias, se ampara en la crisis que atraviesa el sector como justificativo de los despidos.
Los trabajadores de Waterford Crystal junto a otros delegados de su sindicato Unite han realizado giras a otras ciudades de Irlanda, Escocia y tienen prevista una gira a Londres para hablar sobre el intento de cierre de su planta y difundir su lucha.