CHARLA - MEXICO
¿Qué está sucediendo en Francia?
21/01/2015
El pasado sábado se dio una charla en la sede del Movimiento de los Trabajadores Socialistas, con una asistencia cercana al centenar de jóvenes y trabajadores, con el objetivo de explicar la situación actual en Francia a raíz de los atentados contra la revista Charlie Hebdo.
Europa está atravesada ahora por conflictos geopolíticos a lo interno y externo. La crisis de Ucrania con Rusia y su anexión de Crimea enfrenta por un lado a los políticos de la Unión Europea (UE) y sus socios nacionalistas y por el otro a los oligarcas rusos y los separatistas de Lugansk y Donetsk. Esto, aunado a la pérdida de hegemonía de EE.UU., permite a Europa (y en especial a Alemania) tener un margen de maniobra con cierta independencia del gobierno de Obama.
Frente al asesinato oscurantista de la redacción de Charlie Hebdo, las burguesías de Occidente han cerrado filas contra el "terrorismo", mientras tratan de detener el avance del ultrarreaccionario Estado Islámico, llegando a aliarse con actores que hace unos años eran un "enemigo" internacional (como Al-Qaeda).
A siete años de la caída de Lehman Bros., la crisis en Europa parece no tener salida viable, y al calor de ésta surgen nuevas formaciones tanto a derecha como a izquierda de los bipartidismos históricos (como Amanecer Dorado, el UKIP, Svoboda y el FN por un lado y partidos de centro-izquierda y reformistas como PODEMOS y Syriza por el otro), ninguno de los cuales ofrece alternativas reales para las masas del continente.
Francia después de los atentados
La charla impartida por Sergio Moissen y Pablo Oprinari tuvo como ejes el contexto en Francia previo a los atentados y las posibles consecuencias que podrían desprenderse. Mientras algunos medios de "izquierda" informaban de la marcha del 11 de enero pasado omitiendo la política reaccionaria de los gobernantes y partidos políticos convocantes, los ponentes fueron claros: la marcha en París le da un aire de renovación a un presidente que hasta hace unos meses venía siendo uno de los ejecutivos más impopulares en la historia de su país.
Es probable que la UE redoble las políticas de austeridad ante esta nueva situación. Si a lo externo las potencias europeas cerraban filas contra el "terrorismo", a lo interno es de esperar que se incrementen las persecuciones y obstáculos para los migrantes. La comunidad árabe-musulmana es hoy lo que hasta hace 80 años era la comunidad judía. El Frente Nacional de Marie Le Pen, que históricamente era antisemita, ahora se renovó con una política antiinmigrante e islamófoba.
En la charla se denunció la postura reaccionaria de los dirigentes europeos, que bajo la bandera de la "unidad", pretenden dividir a una clase obrera con amplios sectores de origen magrebí o de Oriente Medio. Si los medios de derecha e "izquierda" lanzaban loas a la "unidad" de los franceses, el lector no debe dejarse engañar. ¿Unidad de quiénes y contra qué? es lo que se tiene uno que preguntar. Una unidad contra el terrorismo... ¿de la mano de quienes hasta hace unos meses prohibían las manifestaciones por Palestina mientras Gaza era bombardeada por Israel? ¿una unidad encabezad por quienes en sus países asesinan periodistas y encarcelan a los luchadores sociales? El régimen francés es tan reaccionario que ni siquiera le permitió a la comunidad argelina festejar el triunfo de su selección en los partidos de la Copa del Mundo y los recibió con gases lacrimógenos en las calles.
Los ponentes resaltaron que los efectos a largo plazo (por ejemplo cuál será el rol de la juventud en el nuevo escenario abierto) están aún por verse, pero en lo inmediato, se puede esperar un incremento de las fuerzas bélicas francesas y europeas para combatir al terrorismo musulmán y en particular al Estado Islámico. A lo interno, es probable que aumenten los controles migratorios y las cárceles para retener a los sin papeles. Todo esto aunado a un incremento cada vez mayor de la extrema derecha en el viejo continente ante la falta de perspectivas políticas. Es probable que en los próximos meses aumente la polarización política que se ha acelerado últimamente a lo largo del continente. La clase obrera de Francia ha demostrado históricamente que puede dar peleas duras cuando se ve atacada, por lo que nada descarta que esta situación vuelva a surgir cuando regresen las políticas de ajuste.
Ante la bancarrota de los partidos reformistas y de centro-izquierda (como el Partido Comunista francés y el Frente de Izquierda de Mélénchon), y la complicidad de las direcciones sindicales traidoras como la Confederación General del Trabajo, que avalan esta unidad reaccionaria, la tarea de los revolucionarios es la de forjar la unidad de la clase obrera y su alianza con los otros sectores afectados por este sistema y contraponer a la agenda de la reacción la de los trabajadores, con sus métodos y sus demandas para poder así detener el avance de los partidos xenófobos.
Desde este diario nos pronunciamos contra la barbarie reaccionaria y oscurantista de los yihadistas y al mismo tiempo denunciamos la política derechisa de Hollande que disminuye las libertades democráticas y despliega una campaña xenófoba contra la población magrebí. Contra las políticas antiinmigrantes y de austeridad que vendrán, es necesario luchar por la legalización de todos los inmigrantes y por la igualdad salarial entre los nacionales y foráneos, por plenos derechos políticos para éstos y levantar las banderas del internacionalismo para combatir el veneno xenofóbico de la extrema derecha. ¡Nativa o extranjera, la misma clase obrera!