Alemania: Indignación y duelo ante la masacre de Odesa
05/05/2014
El pasado domingo, en Berlín se juntaron alrededor de 300 personas para manifestar su duelo e indignación ante la masacre perpetrada por parte de simpatizantes del gobierno pro-imperialista de Kiev en Odesa, que causó la muerte de 43 personas y dejó muchos más heridos. La manifestación denunció la complicidad del gobierno alemán con el nuevo gobierno que ahora militariza la Ucrania del este y llamó a la solidaridad con las fuerzas antifascistas. La manifestación terminó en la simbólica Oranienplatz que desde hace un año y medio es un símbolo del movimiento de refugiados en Alemania, para mostrar la relación entre la política imperialista de Alemania en Ucrania y las consecuencias de la política imperialista a nivel mundial.
El 2 de mayo se movilizaron en Odesa unidades paramilitares del “sector rojo” y grupos aliados al nuevo gobierno de Kiev, que marcharon por las calles, atacando y aterrorizando a campamentos de protesta y los habitantes con bombas molotov. Después de que grupos antifascistas y pro-rusos se atrincheraran en la “casa del sindicato” los grupos de choque la incendiaron. Más de 30 personas murieron por las causas del incendio o al intentar huir de las flamas, entre ellos un activista de la organización de izquierda, Borotba. Varias personas más murieron en los choques en la calle, dejando en total a 43 muertos. La policía no hizo nada para impedir la masacre o directamente detuvieron personas que se escaparon de la casa del sindicato. La candidata a presidenta pro-imperialista, Julia Timoschenko, justificó el incendio del edificio. El domingo algunos miles de manifestantes asaltaron el edificio policial y reclamaron la liberación de los activistas pro-rusos.
Repudiamos categóricamente este ataque grupos fascistas y manifestantes pro-gubernamentales contra los opositores al gobierno pro-imperialista de Kiev, sin que esto signifique cualquier tipo de apoyo político a las fuerzas pro-rusas que defienden en última instancia los intereses del capitalismo ruso. Este ataque obviamente se desarrolla en el marco de una ofensiva masiva del gobierno de Kiev que se basa en el apoyo de los EEUU y la UE contra los “rebeldes” en el este y el sur del país, que causó varios muertos. Las fuerzas imperialistas con los EEUU y Alemania a la cabeza están directamente metidas en esta escalada militar, que hace mucho más posible una guerra civil reaccionaria. Rechazamos en este sentido las acusaciones hipócritas del imperialismo que intenta unilateralizar la responsabilidad rusa en el conflicto.
Evidentemente, esto no quiere decir que ignoramos la gran responsabilidad de Putin y su gobierno en la incentivación a grupos “separatistas”, lo que planteó las bases del desarrollo de una situación dramática y que podría desembocar en una guerra civil reaccionaria. Actuando así Putin buscaba mejorar su relación de fuerzas ante el imperialismo para defender los intereses de los capitalistas rusos. A su vez, Rusia intenta aprovechar la crisis, apareciendo como un apoyo a las masas descontentas por la situación económica degradada y las medidas tomadas por el nuevo gobierno de derecha y pro-imperialista. Su presencia militar en la frontera con Ucrania va en el mismo sentido.
El imperialismo y sus aliados necesitan hoy en día el apoyo de los grupos proto-fascistas, por más que esto comporte varias contradicciones. Esto tiene como consecuencia aumentar la tensión de la situación. Alemania, por ese apoyo concreto, tiene responsabilidad por el asesinato más brutal de los trabajadores y los militantes de izquierda en Odesa. Por eso es necesario desarrollar un movimiento antiimperialista en Alemania que enfrente la injerencia alemana.
Ni la sumisión al imperialismo bajo los planes de ajuste del FMI y la UE, ni la incorporación a la Federación Rusa, que defiende sus propios intereses reaccionarios, representa una solución para los trabajadores y las masas oprimidas de Ucrania. La clase trabajadora debe rechazar el intento tanto de Putin como del gobierno pro-imperialista de Kiev de dividirla entre Este y Oeste. Tanto los trabajadores del Este como los del Oeste deben ver claramente que sus enemigos son los capitalistas tanto los imperialistas como los rusos y sus aliados oligarcas locales.
Con esto no queremos negar las diferencias y particularidades culturales y nacionales de Ucrania. Pero el proletariado no puede dejar que esta cuestión sea “resuelta” por el imperialismo o por el capitalismo ruso. Eso solo traería más sufrimientos para los explotados. Al contrario, creemos que solo un gobierno de los trabajadores y de las masas oprimidas, independiente de las variantes políticas burguesas, podría dar una respuesta de fondo y garantizar la autodeterminación nacional para las masas, en la lucha por una Ucrania realmente independiente y socialista.