Estado español: Del 15M al 22M
10/05/2014
En unos días se cumplen 3 años de la emergencia del 15M, el movimiento de los indignados que irrumpió como respuesta a la crisis capitalista y del Régimen del 78. Como planteábamos hace un año en otro artículo, “las imágenes de las plazas del Estado español repletas de miles de jóvenes recorrieron los periódicos, informativos y redes sociales de todo el mundo. El llamado movimiento de los indignados era la primera expresión del divorcio entre el Régimen político nacido de la Transición de 1978 y amplias masas populares. La juventud fue entonces el primer sector en expresar este divorcio, que en estos 24 meses no ha hecho otra cosa que profundizarse y extenderse a millones de trabajadores y otras capas populares golpeadas por la crisis capitalista. El segundo aniversario del 15M se da pues en un momento en el que las principales instituciones del Régimen del ‘78 están en una crisis profunda -desde el bipartidismo y sus representantes, hasta la misma Corona-, se han avivado con fuerza las demandas por el derecho de autodeterminación de vascos y catalanes y una miríada de luchas sociales y del movimiento obrero salpica todo el país.” (A dos años del 15M, Avancemos en la unidad de la izquierda anticapitalista y revolucionaria junto a los trabajadores, Santiago Lupe, Clase contra Clase).
Un año después, la crisis económica sigue golpeando a los y las trabajadoras, con casi 6 millones de parados, desahucios, recortes en la educación y la salud, etc. El “optimismo” del gobierno del PP que dice que estamos “saliendo de la crisis” contrasta con la gravedad de la crisis social para millones: sin trabajo, sin casa, sin futuro. En este año ha continuado la crisis del régimen del 78, con los grandes escándalos de corrupción que involucran al PP, PSOE, otros partidos, la corona, empresarios y cúpulas sindicales.
Este ha sido un año en que las grandes empresas españolas y multinacionales, aprovechándose de la reforma laboral, han lanzado despidos masivos contra los trabajadores, como en Coca Cola, Panrico, Tenneco y otras fábricas. Pero ha sido también el año de la emergencia de una nueva resistencia obrera con luchas duras, retomando métodos históricos del movimiento obrero, como las cajas de resistencia, la huelga indefinida con piquetes, la coordinación con otras luchas, encierros y manifestaciones masivas, etc. Lamentablemente, también ha sido el año de mayor pasividad de las cúpulas sindicales, de UGT y CCOO, que se negaron a continuar el camino de la huelga general, y no llaman a manifestaciones masivas ni el apoyo activo a las luchas.
En esta situación, las manifestaciones del 22M (22 de marzo) fueron un verdadero clamor social contra las graves consecuencias de la crisis capitalista que vienen descargándose contra los trabajadores y sectores populares. Cientos de miles llenaron las calles de Madrid. Los diferentes cortejos representaban luchas como la de los afectados por la hipoteca, las diferentes mareas en contra de las políticas de recortes en educación y sanidad, los afectados por la estafa de los bancos, los parados, los jornaleros sin tierra, las mujeres, la juventud, los inmigrantes. También se hicieron presentes distintas luchas de trabajadores y trabajadoras que están enfrentando cierres, despidos, rebajas de salario y pérdida de conquistas: los mineros, trabajadores de la sanidad, de limpieza, enseñanza, de EMT, metro, los bomberos, los jardineros en lucha de Zaragoza...
La pancarta de cabecera de la manifestación era llevada por representantes de algunas de estas luchas. En ella estaban también trabajadores de las dos principales huelgas en curso del Estado español: la de Coca-Cola Fuenlabrada que actualmente lleva más de tres meses de lucha contra el cierre y la de Panrico Santa Perpetua con más de seis meses de huelga contra cientos de despidos y la rebaja salarial. Actualmente estas son las dos luchas obreras más importantes del Estado español, y han comenzado a dar algunos pasos para coordinarse: “Panrico y Coca Cola, la lucha es una sola”.
En esta manifestación los trabajadores de Coca Cola, Panrico y muchos otros se unieron en un canto: “Ni un paso atrás, unificar las luchas por la huelga general”. Muchos trabajadores y trabajadoras saben que ese es el único camino: coordinar las luchas, profundizarlas y unificarlas en la huelga general contra el gobierno y las patronales. Pero este camino no es el que buscan las direcciones de los grandes sindicatos, que han optado por el pacto social, la negociación y la pasividad.
La izquierda en la encrucijada
En este clima político y social, dentro de la izquierda (desde Izquierda Unida a los movimientos sociales y la extrema izquierda) se han puesto en debate cuáles son las salidas estratégicas a la crisis del régimen. Izquierda Unida es la fuerza mayoritaria en la izquierda española, y producto de la crisis del PSOE ha crecido en intención de voto hasta un 14%. IU participa en las movilizaciones sociales, pero lamentablemente no para desarrollar el camino de la huelga general para derrotar al gobierno, sino para orientarlos fundamentalmente hacia la “salida” electoral. La solución a la crisis, para la dirección de IU, es obtener más cargos parlamentarios y en perspectiva llegar a un “gobierno de izquierda” por la vía electoral. Pero, a pesar de las expectativas que generan entre muchos trabajadores por sus denuncias al PP y PSOE, en realidad se preparan para “salvar” al régimen y “gestionar humanamente” el capitalismo. Esto es lo que ya están haciendo en Andalucía, donde cogobiernan con el PSOE, y han aplicado planes de “recorte”, despidos de profesores, etc.
Por otro lado, hace unos meses surgió un nuevo movimiento de la izquierda: Podemos, encabezado por un conductor televisivo con influencia mediática, y promovido por Izquierda Anticapitalista, que puso todas sus fuerzas militantes en este proyecto. Podemos ha generado expectativas entre numerosos activistas sociales de que surja una fuerza nueva a la izquierda de IU. Sin embargo, sus líderes dejaron en claro que su objetivo es confluir con IU. Podemos tiene un programa similar al de IU: reformas para “humanizar” el capitalismo español, de contenido socialdemócrata. El programa incluye propuestas como: “Promoción del protagonismo de la pequeña y mediana empresa en la creación de empleo, resaltando el papel de las entidades de la economía social.” Es decir, un programa para desarrollar un “capitalismo social” y “ético”, una economía capitalista “que contribuya al bien común”. Un programa que no tiene ni una sola referencia anticapitalista ni de independencia de la clase obrera. Los líderes visibles de Podemos defienden un discurso populista y posmarxista, y se dirigen a la “ciudadanía” para “construir la democracia”… ¡pero en los marcos de la democracia liberal y el capitalismo! Para ellos, cualquier referencia a la clase obrera es un “discurso pasado de moda”. Pero lo que presentan como la “renovación” de la izquierda no es más que la adaptación al “viejo” discurso reformista.
Desde Clase contra clase, en cambio, consideramos que una tarea estratégica de los militantes anticapitalistas y revolucionarios es poner todas nuestras fuerzas en el desarrollo de la nueva subjetividad obrera que está emergiendo. Una de las grandes debilidades del 15M, a pesar de su gran impacto social y político, fue no haber penetrado profundamente en los lugares de trabajo. La movilización de la clase trabajadora, en alianza con los sectores más oprimidos de la sociedad, es la única fuerza social capaz de enfrentar decididamente al régimen del 78 y derrotar los planes de austeridad del gobierno y la Troika. Junto a esto, vemos necesario agrupar las fuerzas de los militantes anticapitalistas y revolucionarios, para intervenir de forma unificada tanto en el terreno electoral como en la lucha de clases, con un programa para que la crisis la paguen los capitalistas.