Chile
Masivas movilizaciones contra el gobierno de Piñera
23/06/2011
Desde el mes de mayo hemos visto grandes movilizaciones en el país: a inicios de ese mes, se iniciaron movilizaciones estudiantiles en diversas universidades exigiendo el fin del lucro en la educación. Ese mismo mes, la aprobación del proyecto hidroeléctrico Hidroaysén que construirá 5 represas en la Patagonia, desató masivas movilizaciones, siendo la más importante la del día 20 de mayo que congregó a más de 40.000 personas sólo en Santiago, además de contar con la simpatía del 80% de la población.
Durante junio, ha habido un salto en las movilizaciones, se fortalecieron. Ha entrado en escena masivamente el movimiento estudiantil universitario y secundario, con más de 200 liceos y 20 universidades en tomas y paros. Han entrado los hijos de la clase trabajadora: miles de estudiantes han tomado los liceos y paralizado las clases, exigiendo además de las demandas por la educación, prácticas pagadas y derecho a la sindicalización frente al abuso empresarial de ser mano de obra barata para cientos de empresas. La semana pasada hubo dos importantes marchas: el miércoles 15 se realizó una movilización de los colegios centralmente de la zona Sur, los hijos de la clase trabajadora, en unidad con los trabajadores subcontratistas de Codelco que llevan casi 30 días de huelga. En esta movilización de más de 10.000 se planteó la lucha por la educación gratuita en todos sus niveles y la renacionalización del cobre bajo control de los trabajadores. Y el jueves 16 se dio la movilización más grande en democracia: 200.000 personas se manifestaron a nivel nacional. Ese mismo día fue el Paro Nacional del Colegio de Profesores y adhirieron otros sindicatos como la ANEF (empleados públicos) y la Confusam (de la salud), además de contar con el apoyo de intelectuales y artistas.
Se han realizado clases públicas, con importantes intelectuales. Adhieren profesores y autoridades de Facultades a las movilizaciones. Se multiplican las coordinaciones y asambleas por abajo. Se resistió la política represiva de desalojos, y contando con el apoyo de padres y apoderados. Se empezó a escuchar con más fuerza la política de educación gratuita (que fue un tabú por años) por miles de estudiantes que toman esta demanda en sus manos que cuestiona el negocio educativo en el país.
Al mismo tiempo, se vienen realizando paros y movilizaciones de sectores de la clase trabajadora: los subcontratistas de El Teniente, los portuarios de Iquique, los portuarios de Lirquén, todas con casi 1 mes de duración. Se anuncia paro nacional de portuarios contra el proyecto del Ministro de Economía de Impulso a la Competitividad. El 22/6 cientos de mineros bloquearon el acceso a la mina Chuquicamata en el norte del país.
El gobierno desconcertado y debilitado
El gobierno no tiene política clara. Llama a dialogar. Pero los califica de minorías. No se sabe a dialogar qué, cuál es su política y cuál su respuesta al petitorio (en realidad, los petitorios, de un lado el de la CONFECH (Confederación de Estudiantes de Chile), del otro lado, las muchas voces por la educación gratuita). Balbucea un proyecto que diferencie entre Universidades con fines de lucro que no recibirían aporte estatal, Universidades privadas sin fines de lucro, y Universidades públicas. Pero no responde al problema de fondo: que desfinanciaron la educación pública, y así provocaron su crisis y favorecieron el negocio de las privadas. Después amenazaron con desalojos. Más tarde, corrigieron diciendo que habilitarán otros espacios para los que quieran estudiar intentando dividir al movimiento estudiantil.
A la vez que intenta desgastar las movilizaciones, el ministro de educación, el Opus Dei Joaquín Lavín ha respondido a las peticiones de la CONFECH otorgando una serie de concesiones: fondo de revitalización de las universidades públicas, aumento del financiamiento, igualar los intereses crediticios a estudiantes de universidades públicas y privadas, pase estudiantil nacional los 365 días del año. Pero no resuelve el problema de fondo: la crisis del negocio educativo. Y hace concesiones para intentar frenar las movilizaciones entregando migajas.
Pero lo que hay en el fondo es un gobierno debilitado. Tiene una aprobación de sólo 36% y un rechazo del 56%, el más grande en democracia. Hay una crisis de las instituciones del régimen, con el gobierno debilitado y en crisis, el parlamento, las instituciones de la justicia y la Concertación y los partidos de la derecha con un rechazo mayoritario. En diversas encuestas, la mayoría de la población siente que el crecimiento económico (de 9,8% el primer trimestre) solo “llega a los ricos”.
Entre el rescate de los mineros que elevó la popularidad de Piñera haciendo pensar que la derecha se asentaría rápidamente en el Gobierno después de estar 20 años en la oposición, a hoy, que tiene un alto rechazo (56%) y baja aprobación (36%), está el retraso en la reconstrucción tras el terremoto (y los negociados que se empezaron a conocer); los casos de corrupción; las fuertes luchas internas al interior de la derecha; la entrega de recursos naturales a empresas imperialistas (como la española Endesa del agua con el proyecto Hidroaysen); los ataques parciales contra los trabajadores (como la flexibilidad a los profesores); la fuerte represión a toda movilización social, también, el descontento del propio empresariado que lo apoyó porque no avanza con las medidas propias de la derecha (una flexibilización generalizada, etc.). Con todo esto, el crecimiento económico (de 6% para este año) y del empleo (que bajó de aproximadamente 10% a 7%), no logra estabilizar al gobierno. ¿Pero es que no había privatizaciones, entrega, represión, ataques a la clase trabajadora con la Concertación? Sí, también. Pero la Concertación entró en una fuerte crisis, y con su crisis, viene entrando en crisis su papel de contención de la lucha de clases, que se asentaba entre otras cosas en la combinación de algunas concesiones, una mejora relativa respecto a la dictadura de las condiciones de vida, y el uso sistemático de la división entre dictadura y democracia.
Hay un aumento del malestar social que se está expresando en estas masivas movilizaciones desde el mes de mayo, y están las condiciones para pasar a la ofensiva. Pero, ¿podemos vencer y dejar entre las cuerdas al gobierno?
Las políticas de las direcciones oficiales del movimiento estudiantil y de los trabajadores
Con movilizaciones que ganan en fuerza, y un gobierno desconcertado, todo parece favorecer la lucha de los estudiantes y la clase trabajadora. Pero sus direcciones oficiales están llevándolo a un callejón sin salida. La Concertación y la Juventud Comunista, mayoría en la Confech y la FEMES (federación secundaria), están buscando un consenso mínimo que sólo apunta a una mayor regulación del mercado educativo y piden una mesa de trabajo con el ministerio de educación. Los Autónomos, están llamando a plebiscitos vinculantes. Un camino para desmovilizar. Los colectivos populares con mayor peso en ACES y algunas federaciones universitarias, que plantean la educación gratuita, establecen coordinaciones, pero por arriba. La tarea es construir un gran organismo que unifique a todos los sectores: con delegados mandatos y revocables por asambleas de sus bases, y luchar por un petitorio para terminar con el negocio de la educación.
La clase trabajadora viene librando distintas batallas, como la de los subcontratistas de El Teniente, los portuarios de Iquique y recientemente de Lirquén. Los profesores han realizado un paro el jueves 16. Pero la CUT brilla por su ausencia. Ahora se está negociando el salario mínimo y se aprobó en la Cámara de Diputados un mísero aumento de 5,5%. La CUT pide 10,3%. Y el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo del Partido Comunista, llama insistentemente a la mediación del Arzobispo Ezatti. Todos buscan desmovilizar e imponer un petitorio mínimo sin unificar la lucha.
La movilización está alcanzando un punto de inflexión. Debe avanzar o la harán retroceder.
Este jueves los secundarios han convocado a una movilización nacional. La Confech y el Colegio de Profesores no se han sumado a esta movilización y han llamado a un Paro ciudadano recién para el 30 de junio ¡Necesitamos un Plan de Lucha Unificada y avanzar hacia un Paro Nacional Indefinido de la clase trabajadora y el movimiento estudiantil! Para avanzar en las movilizaciones, los estudiantes deben unir sus fuerzas con las fuerzas de la clase trabajadora, comenzando por los trabajadores de la educación que han realizado paralizaciones. Y que entre sus demandas plantee la lucha por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana basada en la movilización, que discuta el problema de la educación, del cobre, de la electricidad, de los abusos y explotación patronales, y todas las demandas que vienen movilizando al pueblo trabajador y la juventud y que se hacen sentir en cada batalla.
Es el camino para fortalecer la lucha contra las privatizaciones y destrucción de las universidades y escuelas públicas, que es apenas una parte del programa de privatizaciones (acabamos de ver las del Agua) y flexibilización laboral (que ya pasó entre los profesores) de este gobierno. Hay mucho en juego.
Para dar esta batalla, es necesaria la lucha por construir un gran partido de la izquierda obrera y socialista, como el que luchamos por construir desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios-Clase contra Clase.
23 de junio de 2011