II Congreso del NPA (Francia)
NPA: ¿"partido de luchas" o partido revolucionario de la clase obrera?
02/02/2013
Por Guillaume (Jeunes/75), PZ y Courant Communiste Révolutionnaire
El reflujo del ciclo de luchas obreras y populares de los "años 1968" abrió un período de derrotas en nuestro campo. La burguesía pudo afirmar su visión del mundo con una arrogancia y una influencia sin precedentes. Entre las ideologías nacidas en este período se encuentra la que se refiere al fin de la clase obrera y por lo tanto, de toda posibilidad de superación histórica del capitalismo.
En cuatro años de debates, desde la fundación del NPA, es evidente que nuestro partido no ha podido resistir a esta presión ideológica. Al contrario, se ha adaptado a ella disolviendo su concepción de sujeto revolucionario por medio de fórmulas vagas, que traducen nuestra falta de visión estratégica sobre la dinámica de la lucha de clases y los medios para defender la revolución socialista. El NPA sería el "partido de las luchas" o del "movimiento social".
Esta concepción se encuentra tanto en la plataforma X como en la W y en la Y. A pesar de la prioridad que esta última quiere darle a la lucha de clases de hecho, ella describe al "mundo del trabajo" como un "sector de intervención" comparable a la juventud y a los barrios populares. Esto es no comprender la vocación del proletariado, única clase que puede articular al conjunto de las luchas para responder a la ofensiva de la burguesía, la única capaz de ponerse a la cabeza de una coalición revolucionaria que levanta los intereses de la juventud (obrera, de los barrios o estudiantil), de los pequeños campesinos o de la pequeña burguesía arruinada por la crisis. El papel que ejercieron los trabajadores de las refinerías en la lucha de las jubilaciones en 2010 es la más reciente demostración.
El NPA debe romper con su escepticismo respecto de la única clase progresista hoy, con el fin de no pasar más de largo a los fenómenos de radicalización que tocan a la clase obrera. Las huelgas de 2008-2009 contra los cierres y los despidos hasta el movimiento de jubilaciones en 2010, de hecho desperdiciamos todas las oportunidades de ligarnos a los sectores más avanzados del mundo del trabajo. Cuando la elección de Hollande relanzó los recortes en los empleos, nosotros pensamos en una "campaña por los empleos"... que nunca fue seguida de hecho. El NPA debería, por el contrario, ser visto como una herramienta por las decenas de miles de militantes del movimiento obrero hoy, huérfanos de organización, que continúan resistiendo los ataques a pesar de la sumisión del gobierno a la patronal y el colaboracionismo de los aparatos sindicales.
Ser revolucionario bajo el capitalismo es defender los intereses históricos de la clase obrera. Eso implica resolver nuestra definición de sujeto revolucionario, es decir, rever nuestras prioridades de estructuración así como de formación y de intervención. Eso no significa que desertaremos de los otros terrenos: simplemente ligaremos nuestras intervenciones a nuestra comprensión estratégica de la centralidad del proletariado para la revolución. Tampoco nos transformaremos en organizaciones parasindicales: al contrario, y principalmente contra las burocracias sindicales, estaremos aquí para defender la vocación de las trabajadoras y de los trabajadores de encargarse concientemente del conjunto de las cuestiones de la sociedad.